sábado, 22 de marzo de 2008

Nunca más-Conadep

Creo que no lo terminé de leer, o sea, lo saque hace como tres meses de la biblioteca de la escuela y por algun otro libro seguro lo dejé. Pero algo tengo marcado. Lo que me llamo la atención es que en varias partes los secuestradores hacen alusión a Rusia, diciendo: no se preocupe señora, no somos Rusia, o no hacemos las cosas como en Rusia. Sin embargo, su forma de "imponer ideologias" era bastante similar a lo que criticaban, lo cual me hace pensar si no se daban cuenta de eso, de que eran iguales a los que odiaban. Supongo que no pensaban demasiado, igual. Trate de no poner testimonios pero si los quieren leer, son algo escalofriantes. Y en si, es muy formal el libro, no me lo imaginaba como un informe, aunque eso es. Lean.



"Muchos de los episodios aqui reseñados resultarán de difícil credibilidad. Es que los hombres y mujeres de nuestro pueblo sólo han conocido horrores semejantes a través de crónicas de otras latitudes.

La enormidad de lo acontecido, la trnasgreción a los fundamentos mismos de la especie, provocará todavía aquel "¿será cierto?" con que algunos intentaban sustraerse del dolor y del espanto, pero también de la responsabilidad que nace del saber, del estar enterado, porque a ello sigue, inexorablemente, el preguntarse: ¿cómo evitar que pueda repetirse? Y la angustiante inquietud de advertir que victimas y victimarios fueron nuestros contemporáneos, que la tragedia tuvo a nuestro suelo por escenario y que quienes aspi enfrentaron nuestra historia no ofrecen todavía actos o palabras de confiable arrepentimiento."



""Si al salir del cautiverio me hubieran preguntado: ¿te torturaron mucho?, les habría contestado: sí, los tres meses sin parar.

Si esa pregunta me la formulan hoy les puedo decir que pronto cumplo siete años de tortura" (Miguel D´Agostino-Legajo N°3901)."



""Yo niego rotundamente que existan en la Argentina campos de concentración o detenidos en establecimientos militares más allá del tiempo indispensable para indagar a una persona capturada en un procedimiento y antes de pasar a un establecimiento carcelario"(Jorge Rafael Videla (...))"

"No hay detenidos políticos en la República Argentina, excepto algunas personas que podrían estar involucradas en las actas institucionales, que están realmente detenidas por su labor política. No hay etenidos por ser meramente políticos o por no compartir las ideas que sustentan el Gobierno"(Roberto Viola (...)

"...La Perla, ¿existió? Sí, era un lugar de reunión de detenidos, no una cárcel clandestina... los subversivos, estaban ahí más al resguardo de sus pares..."(Luciano Benjamin Menéndez(...))""



""Los traslados no se realizaban en días fijos y la angustia adquiría grados desconocidos para la mayoría de los detenidos. Se daba una rara mezcla de miedo y alivio ya que se temía y a la vez se deseaba el traslado ya que si por un lado significaba la muerte seguramente, por el otro el fin de la tortura y la angustia. Se sentia alivio por saber que todo eso se terminaba y miedo a la muerte, pero no era el miedo a cualquier muerte-ya que la mayoría la hubiera enfrentado con dignidad- sino esa muerte que era como morir sin desaparecer, o desaparecer sin morir. Una muerte en la que el que iba a morir no tenía nunguna participación: era como morir sin luchar, como morir estando muerto o como no morir nunca" (Legajo N°2819)."



"En el curso de nuestra labor hemos debido afrontar el tema de la muerte. La muerte a consecuencia de la tortura, del shock eléctrico, de la inmersión, de la sofocación y también la muerte masiva, colectiva o individual, premeditada, por lanzamiento al mar, por fusilamiento.

Es un tema que, por sus características, hiere profundamente nuestra conciencia. No es sólo por la tremenda magnitud de la cifra, sino también por las circunstancias que rodean tales muertes, que afectan el soporte ético y jurídico que nos define como sociedad civilizada.

Ha sido tradicional en nuestro país la exclusión sistemática de la pena de muerte del derecho positivo. Durante el gobierno militar, ello se dejó de lado y fue incorporada a la legislación penal. Se argumentó que era necesaria para prevenir los delitos más graves de la subversión.

Aun así, subsistió un instintivo rechazo a su aplicación. Se creyó que con su inclusión se preconizaba disuadir a sujetos antiociales de la consumación de los más graves delitos, o que el juicio previo de los Tribunales Militares reservaría su aplicación para casos de excepción. Ningún Consejo de Guerra procesó formalmente a nadie que mereciera tan terrible sanción.

Empero, la realidad fue otra. Hubo miles de muertos. Ninguno de los casos fatales tuvo su definición por vía judicial ordinaria o castrense, ninguno de ellos gfue la derivación de una sentencia. Técnicamente expresado, son homicidios calificados. Homicidios repecto de los cuales nunca se llevó a cabo una investigación profunda y jamás se supo de sanción alguna aplicada a responsables.

En conclusión, el régimen que consideró indispensable alterar nuestra tradición jurídica, implantando en la legislación la pena capital, nunca la utilizó como tal. En lugar de ello, organizó el crimen colectivo, un verdadero exterminio masivo, patentizado hoy en el mórbido hallazgo de cientos de cadáveres sin nombre y en el testimonio de los sobrevivientes, dando cuenta de los que murieron en atroces suplicios.

No fue un exceso en la acción represiva, no fue un error. Fue la ejecución de una fría decisión. Los ejemplos, las comprobaciones, se multiplican sin dejar duda sobre esta conclusión. "



"Es muy difícil para nosotros, después de la dura y compleja tarea realizada en busca de los detenidos-desaparecidos vivos, aceptar que muchos de elos están muertos, y que sus cuerpos han sido diseminados o destruidos en cumplimiento de una planificada política endetrezada también a su desaparición.

Necesariamente, esta constatación nos induce a preguntarnos el porqué de tan diabólica directiva. ¿Por qué la destrucción del cuerpo?¿Encuadra acaso el mism supuesto del crimen individual en el cual se busca borrar las huellas del acto? No nos parece suficiente esta explicación.

Hay algo más que tiene que ver con la metodología de la desaparición: primero fueron las personas, el "no estar", alimentando la esperanza en el gamiliar de que el secuestrado sería puesto en libertad y habría de retornar; luego el ocultamiento y la destrucción de la documentación-que indudablemente existió acerca de cada caso-, prolongando la incertidumbre sobre lo que sucedió; y finalmente, los cadáveres sin nombre, sin identidad, impulsando a la psicosis por la imposibilidad de saber acerca del destino individual, concreto, que le tocó en suerte al ser querido. Fue como asomarse a cada instante al abismo de un horror sin límites.

(...) Fue otra de las formas de paralizar el reclamo público, de asegurarse por un tiempo el silencio de los familiares. Precisamente, alentando en ellos la esperanza de que su ser querido estaba con vida, manteniéndolo en la imprecisa calidad de persona desaparecida se creó una amibiguedad qye obligó al aislamiento del familiar, a no hacer nada que pudiera irritar al Gobierno, atemorizado por la sola idea que fuera su propia conducta el factor determinante de que su hijo, su padre o su hermano pasara a revistar en la lista de personas muertas."



"(...) el caso del niño Marcelo Barbagallo que, en abril de 1976, sufrió el abandono forzado de sus padres, detenidos en su hogar junto a su hermana Elena Isabel de 19 años y su prima Nora Chelpa de 22 años, embarazada. Dutante el episodio Marecelo fue sometido a malos tratos por parte de quienes efectuaban el procedimiento, que durante dos horas permanecieron en la casa saqueando todo tipo de bienes: radio, sábanas, televisor, dinero, etc., siempre en presencia del niño.

Desde entonces el menor quedó bajo la custodia de su abuela materna de 70 años de edad. Ésta relata que su nieto pasaba largas horas frente a la ventana aguardando el regreso de sus padres. Desde la ausencia forzada de éstos, Marcelo Barbagallo comenzó a dormir en el mismo lecho con su abuela. Nunca más tuvieron noticias de sus padres y familiares.

En octubre de 1982, su abuela lo encontró muerto al despertar. En el acta de defunción consta "paro cardíaco"; tenía solo 12 años. (...)

(...) José le contó a su esposa que la hijita de ambos, Josefina(que tenía cinco años), había estado presente en una de las sesiones de torturas. La habían hecho presenciar el sufrimiento de su padre, para que éste hablara.(...) Hace unos días, me dijo, me llevaron a la casa de mis padres, en San Juan. Realmente creí que era para darles satisfacción a los viejos, mostrarles que estaba viva y hacerme reanudar el contacto con las niñas. Pero no, me llevaban para asistir a un velorio. ¿Y sabes de quién era? De mi mayorcita, de mi Josefina. Cuando María Luisa le preguntó a su padre, el Dr. Sánchez Sarmiento, defensor de la justicia Federal, cómo había ocurrido semejante hecho, éste le contó que a los pocos días de llegar, la niña había sacado del cajón de un mueble el arma que el abuelo tenía en su casa, y se había disparado un tiro."



"Todavía no son maduros, pero ya no son niños. Aún no tomaron las decisiones fundamentales de la vida, pero están comenzando a trazar sus caminos.

No saben mucho de los complejos vericuetos de la política ni han completado su formación cultural.

Los guía su sensibilidad. No se resignan ante las imperfecciones de un mundo que han heredado de sus mayores.

En algunos, aletea el ideal, incipiente rechazo de la injusticia y la hipocresía que a veces anatematizaron en forma tan enfática como ingenua. Quizá porque viven en sus propios cuerpos vertiginosos cambios, recelan de cuanto se les presenta como inmutable.

Casi 250 chicas y chicos que tenían entre 13 y 18 aos desaparecieron, siendo secuestrados en sus hogares, en la vía pública o a la salida de los colegios. Basta mirar la foto mural que la CONADEP preparó con las fotos de los adolescentes desaparecidos en el programa NUNCA MÁS, para que ese porqué no tenga respuesta."



"El General Videla contesta sobre este caso a unos periodistas ingleses: "el caso de esta niña a quien Ud. hace referencia, que no conozco en detalle (se refiere a Claudia Inés Grumberg, presa por subversiva), entiendo que está deteniada a pesar de estar lisiada. Vuelvo a la parte inicial: el terrorista no sólo es considerado tal po matar con un arma o colocar una bomba, sino también es considerado tal por activar a través de ideas contrarias a nuestra civilización occidental y cristiana...""



"(...)el entonces coronel Juan Bautista Sasiaiñ (...) afirmaba que "el Ejército valora al hombre como tal, porque el Ejército es cristiano". (...) el Almirante Emilia Massera expresaba: "nosotros, cuando actuamos como poder político seguimos siendo católicos, los sacerdotes católicos cuando actúan como poder espiritual siguen siendo ciudadadnos. Sería pecado de soberbia pretender que unos y otros son infalibles en sus juicios y en sus deciciones. Sin embargo, como todos obramos a partir del amor, que es el sustento de nuestra religión, no tenemos problemas y las relaciones son óptimas, tal como corresponde a cristianos"(...) el General Jorge Rafael Videla se refirió al "Informe final sobre desaparecidos" dado a conocer por la última Junta Militar (abril de 1983) como "un acto de amor"."

""...la persona que me interrogaba perdió la paciencia, se enojó diciéndome: "vos no sos un guerrillero, no están en la violencia, pero vos no te das cuenta que al irte a vivir allí (en la villa) con tu cultura, unís a la gente, unís a los pobres y unir a los pobres es subversión"..."
"Alrededor de los días 17 o 18 volvió el otro hombre que me habia tratado respetuosamente en el interrogatorio y me dijo: "... usted es un cura ideaalista, un místico, diría yo, un cura piola, solamente tiene un error que es haber interpretado demasiado materialmente la doctrina de Cristo. Cristo habla de los pobres, pero cuando habla de los pobres habla de los pobres de espíritu y usted hizo una interpretación materialista de eso, y se ha ido a vivir con los pobres materialmente. En la Agentina, los pobres de espíritu son los ricos y usted, en adelante, deberá dedicarse a ayudar más a los ricos que son los que realmente están necesitados espiritualmente"""

"(...)le expresó a su esposa "... que el mismo ya había confesado y firmado su confesión como guerrillero y le muestra un paple con la firma deldeclarante. Le dice además que también ella debía estar presa, y que su hijo-que en aquel momento contaba con 6 meses de edad- también debía morir como debía morir la guerrilla...""

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