jueves, 18 de octubre de 2007

Somos el pueblo judío!

Mirá, para ser judío, tu mamá tiene que ser judía…
Si querés ser judío, yo creo que necesitas el brit milá, el bar o el bat, ir al templo…
Si no tenés una abuela que haga knishes, yo dudaría…
El ser judío pasa por la tradición, por la historia común, por los ritos…
Tener una mezuzá en tu casa, llevar un maguen David en alguna cadenita…
Ser judío es comer manzana con miel una vez al año, faltar a la escuela…
Bailar rikudim, contar chistes sobre judíos, eso se necesita…
Para ser judío, tenés que defender Israel…
Para ser judío, tenés que respetar la Torá…
Para ser judío, tenés que creer en Di-s…
Te das cuenta porque tenés una idishe mame…
Tenés que hablar idish, o hebreo, si queres ser judío…
Saber el aba naguila, emocionarse con el violinista sobre el tejado, así te das cuenta si es uno judío…
Se necesita una nariz grande…
Para ser judío, el resto debe admitirte como judío…
Para ser judío, tenés que saber qué es una kipá…

Respuestas, muchas respuestas, a una pregunta que todos creen saber responder, y sin embargo nunca parece tener una respuesta definitiva. La búsqueda de la identidad, solemos creer, empieza por preguntarnos ¿qué es ser?, como si fuera tan simple de responder, como si preguntar esto fuera la manera de llegar a saberlo. Nadie puede decir quién es judío y quien no, más que nosotros mismos. El judaísmo es algo que llevamos dentro, el judaísmo debe ser algo que se siente, y es por eso que nunca encontraremos una definición clara. Cada uno tiene una definición de su judaísmo, cada uno ve su judaísmo de diferente manera, y llegando a esto, podríamos decir que es judío aquel que se siente judío. No importa si esta imbuido de la tradición, no importa si sus padres son judíos, son conversos o nunca lo fueron. No importa si no conocen de historia, sino van al templo, si no creen en Di-s. Ser judío debe ser algo que nazca desde dentro, la prueba debe ser simplemente el que uno se sienta judío. Y si bien suena muy fácil, no cualquiera se siente judío, no todos dirán soy judío por decirlo… el que dice soy judío, es porque se siente judío… y si se siente judío, es porque realmente es judío. Y así deberíamos entenderlo todos, para que nuestro mismo pueblo no tenga divisiones. No es más judío el que defiende Israel, que el que va al templo todos los sábados, que el que tiene un maguen David en su cuello o que aquel que nunca se hizo el bris. Judíos somos todos los que queramos serlo, porque la definición de judaísmo sale de uno, y no del resto, y aunque tal vez el otro no sea el judío que soy yo, también lo es, a su manera, y eso no debería separarnos, sino unirnos, porque de diferente forma, somos lo mismo, nos une lo mismo, somos judíos, somos del mismo pueblo.
Y cuando entendamos esto, y seamos todos el mismo pueblo, y nos unamos para buscar nuestros objetivos, aceptando nuestras diferencias sin descalificarnos por ser distintos, lograremos lo que tanto anhelamos, lo que tanto perseguimos, lo que tanto queremos. Se que el momento no tardará en llegar. Y orgullosos todos, desde el nieto de la cocinera de knishes hasta el violinista sobre el tejado, gritaremos fuerte: ¡somos el pueblo judío!

(lo de la letra horrible, no sé que es, ni como arreglarlo... asique, más vale que les guste, porque igual va a estar...)

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