Te dijeron una mentirita.
Tus padres, la escuela, la calle, la tele; nadie sabe quién inventó la mentirita, pero todos la repitieron tanto que ahora la creen. Es tan simple la mentirita, tan generalizada está, que generaciones enteras creen que esa mentirita es la realidad. Aunque no les guste, creen que debe ser así. Si todos lo dicen…
Los inventores de la mentirita lo lograron. De a poco, mataron la esperanza. Fue una tarea difícil; tuvieron que demostrar que toda persona es digna de desconfiar, y reemplazaron amistades por chiches de colores brillantes. Tuvieron que demostrar que las personas no valen nada, inventaron un di-s dinero para que la vida sea dedicada a él. Usando la palabra libertad, proclamaron al egoísmo y la soledad como máximos atributos. Los hombres se volvieron cada vez más vacíos, porque no soportan la soledad. Tuvieron que demostrar que no era necesario pensar, que estaba todo hecho y listo para consumir. Tuvieron que limitar las emociones, canjeándolas por comodidad, conformismo, tranquilidad.
Nadie sabe quiénes inventaron la mentirita, pero levantando la cabeza y espiando un poco se pueden ver grandes palacios rodeados de gente hambrienta; se puede escuchar la explosión de una bomba y los gritos de alegría de quien hizo plata con ese gesto patriótico de odiar al otro; se puede ver a un montón de gente aplaudiendo a alguien que les habla solo para tener el poder, y se le nota su hipocresía, y lo siguen aplaudiendo; se puede ver a millones de personas con la cabeza gacha que caminan hacia la muerte resignados, aunque creen que no es resignación, sino orgullo.
De pronto, desafiando rutinas y leyes morales, un amigo te da la mano cuando caes del camino; te enamorás de una voz, de unos ojos; alguien desconocido te sonríe por la calle; y unas ganas suben por todo tu ser y querés levantarte y gritar que no se puede vivir sin amigos, sin amor, sin confiar. Que libertad no es trabajar para uno mismo sino poder correr hasta quedarse sin aire y suspirar, solo porque querías hacerlo. La vida esta en los brazos de un amigo, en los susurros de un amor, en la sonrisa de un desconocido.
La mentirita dice que nada puedes cambiar. Que el mundo es y será por siempre así, un mundo lleno de personas que no se hablan entre ellas, que no quieren mirarse a los ojos. Que la felicidad esta en la ropa nueva y no en un abrazo. Que todos son malos, y uno, cada uno, es nada. Que somos un montón de nada destinados a producir y no a sentir. A hacer y no a pensar. A quedarnos sentados en vez de jugar.
Nadie sabe quién ni para qué inventaron la mentirita. Pero sus inventores tampoco son felices.
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2 comentarios:
Nadie podria haberlo dicho mejor!
como sacamos la verdad de la mentirita?
con democracia, con solidaridad, con caridad, una economia mas justa, con luchas de clases, con ciencia, con revoluciones?
...
nono, no pensaba decir mas q eso xD
En realidad.. supongo que es una cuestión de actitud y de confianza. Solo hace falta querer cambiar e ir convenciendo a los de tu entorno, charlando con los de tu entorno, haciendo pensar a tu entorno, para que entre todos se logre lo que a todos les sirva. Siempre que pienso en soluciones, no se me ocurre algo que venga de arriba a abajo, para mi se empieza desde las bases, desde yo, vos y uno mas, por eso son procesos que tardan siglos.. pero funcionan. Sacandole la violencia que suelen tener las revoluciones y luchas de claeses, y eliminando solidaridad y caridad que me caen mal, supongo que en grandes medidas, la democracia y la ciencia colaboran con la creación del ambiente de cambio. Pero para mi, la única manera es de abajo, de a poco. Tuco de metza? Me queda esa duda.. jaja..
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