Esa vocación por el patriotismo cholulo que tienen los medios argentinos me enferma la cabeza.¿A mí qué me importa si la saltadora con garrocha rumana tuvo un romance con un argentino? ¿O qué clase de enfoque ridículo y egoísta es avisar que no había nadie de este país en el avión que se estrelló de Spanair? ¡”La argentina que se casó con Matt Damon” fue mamá otra vez! ¡Robert Duvall se casó con una argentina! ¡Los argentinos que sobrevivieron al tsnunami! ¡O peor todavía! ¡Habla en vivo y en directo el argentino que vio la caída de las torres gemelas!
Digo yo ¿Son infradotados? ¿Qué diferencia hay entre el miedo de un argentino y el de un uruguayo? Una cosa es que nos interese que un argentino gane una medalla en ciclismo, porque los deportistas olímpicos, son, de alguna forma, una suerte de gladiadores modernos que defienden el virtuosismo de cada pueblo. ¿Pero por qué me importaría más que se ahogue un argentino que un holandés? Para alguien que vive en Capital Federal, la gente que vive en La Quiaca es igual a la que vive en Holanda. Igual de lejana. Igual de desconocida. E igual de humana.
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