viernes, 31 de octubre de 2008
Los cartoneros deberán tributar a la AFIP (!?)-Critica
Los cartoneros deberán empadronarse como monotributistas, según anunció hoy la AFIP mediante un comunicado de prensa, en el que además precisó que se establecerá un registro fiscal para los distintos actores del proceso de reciclaje de basura. La medida llega unos meses después del anuncio del jefe de gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que en en abril de este año afirmó que el Gobierno de la Ciudad iba a incorporar a los cartoneros al trabajo formal, en convenio con los gremios. La otra promesa del Ejecutivo porteño sobre la recolección de la basura es la reglamentación de la Ley 992 antes de fin de año. Aprobada en 2003, es uno de los pocos instrumentos legales del país que le entrega la basura reciclable a los trabajadores cartoneros y no a las empresas recolectoras.NUEVOS MONOTRIBUTISTAS. El financiamiento del programa que anunció hoy la AFIP se logrará mediante un mecanismo de retenciones a cuenta del impuesto a las ganancias y al IVA en todas las compraventas que se realizan en la cadena de valor vinculada con el reciclaje de la basura.El programa establece que quien realice la primera compra de material a un cartonero deberá emitir un documento que reemplazará la factura de venta.En ella tendrá que detallar las características de la operación, identificar al vendedor e informar al organismo la nómina de los recolectores involucrados.Cuando adquieran el material de los cartoneros, los recicladores tendrán dos opciones: hacerse cargo del pago del monotributo de aquéllos o efectuar un pago a cuenta del impuesto a las ganancias por cada venta del producto reciclado, tal como explica la agencia DyN.Quedarán eximidos de esta operación los monotributistas que se encuentren incorporados a cooperativas de trabajo o que operen mediante entidades intermedias o entes colectivos.El empadronamiento como monotributistas se hará en las dos categorías iniciales con la eventual ayuda de entidades intermedias y municipios.
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Policia de la ciudad-Romagnoli
SESIÓN ESPECIAL – 28 de octubre de 2008
CREACIÓN DE LA POLICIA DE LA CIUDAD – LEY DE SEGURIDAD
VOTO NEGATIVO DE GERARDO ROMAGNOLI
Esta sesión se lleva a cabo cuando aún está fresco el asesinato de Ricardo Barrenechea, muerte que -como todas las otras ocurridas por la “violencia delictiva”- nos conmociona, nos hace concientes de que no estamos exentos de que lo mismo que a él nos ocurra a nosotros.
Y cuando también en mí está fresco que hace menos de una semana se el gobierno de la ciudad (con acuerdo del ministerio del interior de la nación) utilizó la policía para reprimir a docentes provocando el aplazo de esta votación porque –al decir de algunos diputados y diputadas- “no estaban dadas las condiciones político institucionales para hacerlo”. Tal vez ahora expliquen porque hoy si “existen estas condiciones”.
Pienso también en el asesinato del joven Fernando Assales en Moreno para robarle su moto, en la del comerciante del barrio de Versalles pocas semanas atrás y la de tantas otras personas, muchas anónimas, que cotidianamente sufrieron y sufren este problema. Me solidarizo con el dolor de sus familiares, con “las madres del dolor”, y también con los familiares de víctimas del “gatillo fácil”, etc., etc. Son la prueba contundente de una “inseguridad pública” brutalmente existente que no cesa de fluir como un torrente incontenible desde hace ya muchos años y que los distintos gobiernos (dictadura y democracia) desde mediados de la década del 70 en adelante, no sólo no han detenido sino que, acompañando la decadencia general del país, como deslizándose en un mismo tobogán ha seguido incrementándose.
Habiendo sido convocada esta sesión especial para el tratamiento de la llamada “Ley de seguridad pública”, bueno es subrayar y distinguir que bajo lo que denominan “inseguridad” se engloban distintos tipos de prácticas y fenómenos delictivos. Con características muy distintas y que implicarían políticas distintas para combatirlos:
- Delitos comunes menores y violentos. (Robos, hurtos, etc..)
- Delitos mayores, producto del crimen organizado. (Narco tráfico, trata de personas, bandas de secuestros extorsivos, etc..)
Queremos recoger aquí algunos conceptos del economista Bernardo Kliskberg quien sostiene la necesidad de diferenciar “crimen organizado” y la “delincuencia juvenil”:
“El crimen organizado irrumpió en América latina: las bandas de narcotráfico, del secuestro, la trata de mujeres y niños, el juego clandestino. Un factor de regresividad pura. El crimen organizado debe ser enfrentado con todo el peso de la ley. Pero la mano dura mete en la misma bolsa al crimen organizado y la delictividad juvenil…” Refiriéndose a esta última problemática sostiene: “Empiezan con delitos menores y pueden ir escalando. Hay un panorama alarmante de pandillas juveniles con distintas expresiones en las distintas realidades. Uno de los puntos más elevado es el de las “maras” centroamericanas, donde hay trescientos mil jóvenes.”.
Por último –siguiendo con esta distinción de delitos- otra posible categoría es la de aquellos que se originan desde los poderes del estado y las políticas que se implementan. (Desaparición de personas, torturas, tráfico de armas, fabricación y pago de deudas fraudulentas, expropiación de bienes a sectores populares, desatención de necesidades básicas, incumplimiento de derechos, especulación financiera con consecuencias ruinosas para la población, etc., etc.). No debrían ser delitos de lesa humanidad?
La coexistencia, y a veces hasta la combinación, de estos tres tipos de delitos conforman la actualidad del “hábitat inseguro” y han pasado a ser un componente sustancial de esta “sociedad de riesgo” (Beck Ulrich) en el que vive la población. La mayoría aquí en Argentina, la mayoría en la ciudad de Buenos Aires, y la mayoría en el mundo del capitalismo globalizado de hoy.
Sin embargo, de parte de la dirigencia política, no sólo no hay voluntad de un tratamiento de conjunto de ellos sino –lo que es aún más grave- una negativa rotunda a abordar las causas profundas que están en el origen de esta problemática de la inseguridad expresada en distintos tipos de delitos.
La dirigencia política sólo viene abordando sus efectos. Y lo hace de manera espasmódica… agolpes de indignación pública, buscando reacomodarse frente a una sociedad abrumada y dolorida a la cual le arroja medidas como verdaderos “calmantes” que nada curan en verdad.
Se actúa así proporcionando supuestos “remedios” sin que exista un verdadero y profundo diagnóstico y debate sobre la enfermedad a combatir. Policía, más policía, gendarmería, más cárceles, bajar la edad punible, operativos de fuerzas combinadas, mayor presencia en las calles. Aquí y allá, en todos lados y en todo el mundo. Efectivos enviados al frente, muertos en la implementación de una política que fracasa en los objetivos declarados y a los que luego esta dirigencia política consagran héroes, como el reciente caso del Suboficial Carlos De Antueno ocurrido en Villa Crespo.
Incluso se subraya la relación entre el concepto de “autonomía de la ciudad” vinculándolo casi con exclusividad a la necesidad de una policía propia, y no a una política gestada y articulada democráticamente desde la matriz de la realización humana más plena.
Y aquí, nuevamente los planteos de B. Kliskberg en relación a las razones de la delincuencia de los jóvenes imprescindible de tener en cuenta a la hora de buscar modificar sus causas:
“…la tasa de desempleo juvenil promedio dobla la de desempleo general, uno de cada cinco jóvenes está desempleado en América latina. El desempleo y la delincuencia joven tienen relación directa. Segundo, los bajos niveles de educación. Un gran porcentaje deserta aunque la escuela sea gratuita, porque vienen de las “trampas de la pobreza”: viven en hogares hacinados donde han recibido una mala nutrición, son vulnerables en términos de salud, la familia está semidestruida y tienen que trabajar desde muy chicos. Dieciocho millones de chicos menores de catorce años trabajan. Sólo uno de cada dos chicos pobres termina la escuela secundaria y uno de cada cien termina la universidad en América latina...La tercera correlación es entre familia desarticulada y delincuencia. Según la Cepal, en Uruguay dos terceras partes de los delincuentes jóvenes vienen de familias con un solo cónyuge al frente. Cuando la familia se desarticula. Las recetas ortodoxas de los ‘90 aumentaron la desocupación, especialmente la juvenil (en 2002, el 75 por ciento de los jóvenes argentinos estaba desocupado) –hoy hay que creer en los datos del INDEC pregunto yo?- y agudizaron las brechas en materia educativa (en el diez por ciento más rico hay más de doce años de escolaridad promedio y cinco años en el cinco por ciento más pobre). Las políticas ortodoxas son políticas “matafamilias”: al desatar estímulos salvajes en el mercado de trabajo, producen jornadas dobles o triples de trabajo y destruyen las instituciones protectoras que a su vez protegen el equilibrio familia-empresa.”
Quiero, deseo con todas mis fuerzas que no haya más casos como los que he nombrado al principio de mi intervención. Este resultado no se logrará votando el proyecto conjunto del Macrismo, Kichnerismo y el Partido Socialista. Y por eso tengo que señalar que considero poco serio, y una verdadera contribución a perpetuar este estado de situación, abordar el problema seguridad/inseguridad dejando de lado el análisis y la modificación de los elementos económico-político-culturales que la provocan.
Voy a rescatar resumidamente algunos de los planteos de Zygmunt Bauman, en su trabajo “La causa de la inseguridad en un mundo incierto” cuando encuadra tan compleja problemática:
“Liberadas de la rienda de la política y de las coacciones locales, la rápida globalización y la creciente economía extraterritorial producen brechas cada vez más grandes entre los ingresos de los sectores más ricos y los más pobres de la población mundial, y dentro de cada sociedad. Además, hay porciones cada vez más grandes de la población que no sólo se ven arrojadas a una vida de pobreza, miseria y destitución, sino que por añadidura se encuentran expulsadas de lo que ha sido socialmente reconocido como un trabajo útil y económicamente racional, convirtiéndose así en prescindibles en lo social y en lo económico.”
Nada de lo que ocurre en el terreno de la “seguridad pública” puede ser analizado, comprendido y tratado de modificar profundamente -y en una dimensión humana- si no es a partir de ubicar la modelación de la sociedad actual a partir de los fenómenos de exclusión, marginalidad, diferenciación e inequidad social extrema, no escolarización, falta absoluta de perspectiva presente, ausencia de futuro, generaciones de desempleo perpetuo, abandono sanitario y alimenticio. Y sumado a ello para agravarlo aún más, carencia de ejemplos y valores sociales de las elites políticas, empresariales, sindicales, religiosas, etc., etc.. Cuales son los ejemplos que reciben los jóvenes desde los lugares del poder y del “éxito” social?
El capitalismo globalizado es hoy una verdadera fábrica de “excedentes o deshechos humanos” (Z. Bauman). No es un fenómeno de la naturaleza. Es la resultante construida por una elite empresario/financiera y una dirigencia política que ha avanzado sistemáticamente en la destrucción de toda contención y acompañamiento social, y de cualquier proyecto conquistable individual y colectivamente para millones y millones de seres humanos, sólo favoreciendo la concentración de la riqueza. Todo lo humano les es ajeno.
Millones en Argentina hoy viven en condiciones infrahumanas, y esto tampoco es producto de un fenómeno de la naturaleza: es el resultado de políticas que los distintos gobiernos de turno han aplicado y de las que no se han aplicado.
Veamos algunas cifras:
40% de adolescentes de 13/17 años es de hogares de estrato socioeconómico muy bajo
45% vive hacinado
48% no tiene cobertura de salud
12% no asiste a la escuela
El país ha venido creciendo a una tasa de entre 8 – 9 y 10% anual durante 5 años consecutivos, y con este crecimiento seguimos teniendo 30% de la población pobre, e indigente, 50% del trabajo en negro y miles, cientos de miles de jóvenes sin trabajo y fuera de la educación formal. Ahora, cuando esta crisis sistémica internacional comienza a golpear sobre nuestra población esto pegará un nuevo salto. Y vale la pregunta: que ha hecho el gobierno nacional en cuanto a políticas serias y sostenidas de construcción de inclusión social? Entregarle al FMI 10.000 millones de dólares de esa estafa fabricada llamada deuda externa? Subsidiar a grandes grupos económicos? Preparar futuros pagos de la misma estafa al Club de París y/o a otros “acreedores”?
Y el gobierno de la ciudad? Y la llamada oposición en la ciudad? Parado el Macrismo desde un enfoque en el que se plantea una pseudo solución local al un problema como mínimo nacional. Avanza por el camino de la creación de una fuerza policial propia, cuando está más que claro que el resto de las provincias del país (que cuentan con su cuerpo de estas características) más que una solución tienen un problema local con miembros de esas fuerzas no pocas veces activos partícipes de todo tipo de delitos. Seguridad y autonomía, igual a policía propia y a condiciones optimas para los grandes negocios de los grandes grupos empresarios. No otra cosa se evidencia en estos pasos dados.
Así se pretende convencer que es más útil para la seguridad, volcar en el año próximo 200 millones a la creación de una fuerza propia (existiendo ya una) que a la educación, al fortalecimiento de recorridos de formación con rápida aplicación laboral y a instrumentar rápidamente los pasos para desarrollar fuentes de trabajo –por ejemplo- vinculadas a la solución del acuciante problema de la vivienda en la ciudad y el gran Buenos Aires. Y así podríamos seguir la lista, como verdadera base para construir una sociedad con seguridad laboral, soberanía alimenticia, inclusión educativa, garantía sanitaria, etc., etc., y no la creación de un cuerpo policial que poca efectividad tendrá aún para quienes lo justifican desde el “mientras tanto”.
No voy a levantar mi mano para apoyar la creación de este cuerpo policial, y no lo haré porque estoy efectivamente preocupado por resolver el problema de la inseguridad atacando sus causas, sus graves y profundas causas sistémicas. Nada de eso se aprobará con este proyecto.
Dip. Gerardo J. Romagnoli
Autodeterminación y Libertad
CREACIÓN DE LA POLICIA DE LA CIUDAD – LEY DE SEGURIDAD
VOTO NEGATIVO DE GERARDO ROMAGNOLI
Esta sesión se lleva a cabo cuando aún está fresco el asesinato de Ricardo Barrenechea, muerte que -como todas las otras ocurridas por la “violencia delictiva”- nos conmociona, nos hace concientes de que no estamos exentos de que lo mismo que a él nos ocurra a nosotros.
Y cuando también en mí está fresco que hace menos de una semana se el gobierno de la ciudad (con acuerdo del ministerio del interior de la nación) utilizó la policía para reprimir a docentes provocando el aplazo de esta votación porque –al decir de algunos diputados y diputadas- “no estaban dadas las condiciones político institucionales para hacerlo”. Tal vez ahora expliquen porque hoy si “existen estas condiciones”.
Pienso también en el asesinato del joven Fernando Assales en Moreno para robarle su moto, en la del comerciante del barrio de Versalles pocas semanas atrás y la de tantas otras personas, muchas anónimas, que cotidianamente sufrieron y sufren este problema. Me solidarizo con el dolor de sus familiares, con “las madres del dolor”, y también con los familiares de víctimas del “gatillo fácil”, etc., etc. Son la prueba contundente de una “inseguridad pública” brutalmente existente que no cesa de fluir como un torrente incontenible desde hace ya muchos años y que los distintos gobiernos (dictadura y democracia) desde mediados de la década del 70 en adelante, no sólo no han detenido sino que, acompañando la decadencia general del país, como deslizándose en un mismo tobogán ha seguido incrementándose.
Habiendo sido convocada esta sesión especial para el tratamiento de la llamada “Ley de seguridad pública”, bueno es subrayar y distinguir que bajo lo que denominan “inseguridad” se engloban distintos tipos de prácticas y fenómenos delictivos. Con características muy distintas y que implicarían políticas distintas para combatirlos:
- Delitos comunes menores y violentos. (Robos, hurtos, etc..)
- Delitos mayores, producto del crimen organizado. (Narco tráfico, trata de personas, bandas de secuestros extorsivos, etc..)
Queremos recoger aquí algunos conceptos del economista Bernardo Kliskberg quien sostiene la necesidad de diferenciar “crimen organizado” y la “delincuencia juvenil”:
“El crimen organizado irrumpió en América latina: las bandas de narcotráfico, del secuestro, la trata de mujeres y niños, el juego clandestino. Un factor de regresividad pura. El crimen organizado debe ser enfrentado con todo el peso de la ley. Pero la mano dura mete en la misma bolsa al crimen organizado y la delictividad juvenil…” Refiriéndose a esta última problemática sostiene: “Empiezan con delitos menores y pueden ir escalando. Hay un panorama alarmante de pandillas juveniles con distintas expresiones en las distintas realidades. Uno de los puntos más elevado es el de las “maras” centroamericanas, donde hay trescientos mil jóvenes.”.
Por último –siguiendo con esta distinción de delitos- otra posible categoría es la de aquellos que se originan desde los poderes del estado y las políticas que se implementan. (Desaparición de personas, torturas, tráfico de armas, fabricación y pago de deudas fraudulentas, expropiación de bienes a sectores populares, desatención de necesidades básicas, incumplimiento de derechos, especulación financiera con consecuencias ruinosas para la población, etc., etc.). No debrían ser delitos de lesa humanidad?
La coexistencia, y a veces hasta la combinación, de estos tres tipos de delitos conforman la actualidad del “hábitat inseguro” y han pasado a ser un componente sustancial de esta “sociedad de riesgo” (Beck Ulrich) en el que vive la población. La mayoría aquí en Argentina, la mayoría en la ciudad de Buenos Aires, y la mayoría en el mundo del capitalismo globalizado de hoy.
Sin embargo, de parte de la dirigencia política, no sólo no hay voluntad de un tratamiento de conjunto de ellos sino –lo que es aún más grave- una negativa rotunda a abordar las causas profundas que están en el origen de esta problemática de la inseguridad expresada en distintos tipos de delitos.
La dirigencia política sólo viene abordando sus efectos. Y lo hace de manera espasmódica… agolpes de indignación pública, buscando reacomodarse frente a una sociedad abrumada y dolorida a la cual le arroja medidas como verdaderos “calmantes” que nada curan en verdad.
Se actúa así proporcionando supuestos “remedios” sin que exista un verdadero y profundo diagnóstico y debate sobre la enfermedad a combatir. Policía, más policía, gendarmería, más cárceles, bajar la edad punible, operativos de fuerzas combinadas, mayor presencia en las calles. Aquí y allá, en todos lados y en todo el mundo. Efectivos enviados al frente, muertos en la implementación de una política que fracasa en los objetivos declarados y a los que luego esta dirigencia política consagran héroes, como el reciente caso del Suboficial Carlos De Antueno ocurrido en Villa Crespo.
Incluso se subraya la relación entre el concepto de “autonomía de la ciudad” vinculándolo casi con exclusividad a la necesidad de una policía propia, y no a una política gestada y articulada democráticamente desde la matriz de la realización humana más plena.
Y aquí, nuevamente los planteos de B. Kliskberg en relación a las razones de la delincuencia de los jóvenes imprescindible de tener en cuenta a la hora de buscar modificar sus causas:
“…la tasa de desempleo juvenil promedio dobla la de desempleo general, uno de cada cinco jóvenes está desempleado en América latina. El desempleo y la delincuencia joven tienen relación directa. Segundo, los bajos niveles de educación. Un gran porcentaje deserta aunque la escuela sea gratuita, porque vienen de las “trampas de la pobreza”: viven en hogares hacinados donde han recibido una mala nutrición, son vulnerables en términos de salud, la familia está semidestruida y tienen que trabajar desde muy chicos. Dieciocho millones de chicos menores de catorce años trabajan. Sólo uno de cada dos chicos pobres termina la escuela secundaria y uno de cada cien termina la universidad en América latina...La tercera correlación es entre familia desarticulada y delincuencia. Según la Cepal, en Uruguay dos terceras partes de los delincuentes jóvenes vienen de familias con un solo cónyuge al frente. Cuando la familia se desarticula. Las recetas ortodoxas de los ‘90 aumentaron la desocupación, especialmente la juvenil (en 2002, el 75 por ciento de los jóvenes argentinos estaba desocupado) –hoy hay que creer en los datos del INDEC pregunto yo?- y agudizaron las brechas en materia educativa (en el diez por ciento más rico hay más de doce años de escolaridad promedio y cinco años en el cinco por ciento más pobre). Las políticas ortodoxas son políticas “matafamilias”: al desatar estímulos salvajes en el mercado de trabajo, producen jornadas dobles o triples de trabajo y destruyen las instituciones protectoras que a su vez protegen el equilibrio familia-empresa.”
Quiero, deseo con todas mis fuerzas que no haya más casos como los que he nombrado al principio de mi intervención. Este resultado no se logrará votando el proyecto conjunto del Macrismo, Kichnerismo y el Partido Socialista. Y por eso tengo que señalar que considero poco serio, y una verdadera contribución a perpetuar este estado de situación, abordar el problema seguridad/inseguridad dejando de lado el análisis y la modificación de los elementos económico-político-culturales que la provocan.
Voy a rescatar resumidamente algunos de los planteos de Zygmunt Bauman, en su trabajo “La causa de la inseguridad en un mundo incierto” cuando encuadra tan compleja problemática:
“Liberadas de la rienda de la política y de las coacciones locales, la rápida globalización y la creciente economía extraterritorial producen brechas cada vez más grandes entre los ingresos de los sectores más ricos y los más pobres de la población mundial, y dentro de cada sociedad. Además, hay porciones cada vez más grandes de la población que no sólo se ven arrojadas a una vida de pobreza, miseria y destitución, sino que por añadidura se encuentran expulsadas de lo que ha sido socialmente reconocido como un trabajo útil y económicamente racional, convirtiéndose así en prescindibles en lo social y en lo económico.”
Nada de lo que ocurre en el terreno de la “seguridad pública” puede ser analizado, comprendido y tratado de modificar profundamente -y en una dimensión humana- si no es a partir de ubicar la modelación de la sociedad actual a partir de los fenómenos de exclusión, marginalidad, diferenciación e inequidad social extrema, no escolarización, falta absoluta de perspectiva presente, ausencia de futuro, generaciones de desempleo perpetuo, abandono sanitario y alimenticio. Y sumado a ello para agravarlo aún más, carencia de ejemplos y valores sociales de las elites políticas, empresariales, sindicales, religiosas, etc., etc.. Cuales son los ejemplos que reciben los jóvenes desde los lugares del poder y del “éxito” social?
El capitalismo globalizado es hoy una verdadera fábrica de “excedentes o deshechos humanos” (Z. Bauman). No es un fenómeno de la naturaleza. Es la resultante construida por una elite empresario/financiera y una dirigencia política que ha avanzado sistemáticamente en la destrucción de toda contención y acompañamiento social, y de cualquier proyecto conquistable individual y colectivamente para millones y millones de seres humanos, sólo favoreciendo la concentración de la riqueza. Todo lo humano les es ajeno.
Millones en Argentina hoy viven en condiciones infrahumanas, y esto tampoco es producto de un fenómeno de la naturaleza: es el resultado de políticas que los distintos gobiernos de turno han aplicado y de las que no se han aplicado.
Veamos algunas cifras:
40% de adolescentes de 13/17 años es de hogares de estrato socioeconómico muy bajo
45% vive hacinado
48% no tiene cobertura de salud
12% no asiste a la escuela
El país ha venido creciendo a una tasa de entre 8 – 9 y 10% anual durante 5 años consecutivos, y con este crecimiento seguimos teniendo 30% de la población pobre, e indigente, 50% del trabajo en negro y miles, cientos de miles de jóvenes sin trabajo y fuera de la educación formal. Ahora, cuando esta crisis sistémica internacional comienza a golpear sobre nuestra población esto pegará un nuevo salto. Y vale la pregunta: que ha hecho el gobierno nacional en cuanto a políticas serias y sostenidas de construcción de inclusión social? Entregarle al FMI 10.000 millones de dólares de esa estafa fabricada llamada deuda externa? Subsidiar a grandes grupos económicos? Preparar futuros pagos de la misma estafa al Club de París y/o a otros “acreedores”?
Y el gobierno de la ciudad? Y la llamada oposición en la ciudad? Parado el Macrismo desde un enfoque en el que se plantea una pseudo solución local al un problema como mínimo nacional. Avanza por el camino de la creación de una fuerza policial propia, cuando está más que claro que el resto de las provincias del país (que cuentan con su cuerpo de estas características) más que una solución tienen un problema local con miembros de esas fuerzas no pocas veces activos partícipes de todo tipo de delitos. Seguridad y autonomía, igual a policía propia y a condiciones optimas para los grandes negocios de los grandes grupos empresarios. No otra cosa se evidencia en estos pasos dados.
Así se pretende convencer que es más útil para la seguridad, volcar en el año próximo 200 millones a la creación de una fuerza propia (existiendo ya una) que a la educación, al fortalecimiento de recorridos de formación con rápida aplicación laboral y a instrumentar rápidamente los pasos para desarrollar fuentes de trabajo –por ejemplo- vinculadas a la solución del acuciante problema de la vivienda en la ciudad y el gran Buenos Aires. Y así podríamos seguir la lista, como verdadera base para construir una sociedad con seguridad laboral, soberanía alimenticia, inclusión educativa, garantía sanitaria, etc., etc., y no la creación de un cuerpo policial que poca efectividad tendrá aún para quienes lo justifican desde el “mientras tanto”.
No voy a levantar mi mano para apoyar la creación de este cuerpo policial, y no lo haré porque estoy efectivamente preocupado por resolver el problema de la inseguridad atacando sus causas, sus graves y profundas causas sistémicas. Nada de eso se aprobará con este proyecto.
Dip. Gerardo J. Romagnoli
Autodeterminación y Libertad
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martes, 28 de octubre de 2008
Cazador de utopías-Pinky y cerebro!
De un amigo simpático y su profesora..
Había una vez o una vez había, como empiece el cuento me da igual. Lo importante es presentarte a un chico, a uno especial, fuera de serie, de esos que no se cruzan en la esquina todos los días. Y ¿por qué especial? Porque era un soñador, porque sus sueños creaban un mundo encantado para todos los que él dejaba entrar…cosa que no era fácil de lograr, porque para entrar había que conocer el significado de algunas palabras. Estas palabras no eran mágicas ni conjuros. No eran reglas difíciles de aprender y mucho menos prejuicios. De todas maneras si tuviera que decir cómo eran esas palabras…solo te podría decir una pista: eran palabras del alma. Palabras que al pronunciarlas liberaban, liberaban al corazón atrapado. Un corazón que salía liberado, muy feliz de poder hacerlo, aunque sólo lo hacía en esos pequeños momentos donde podía dejar suelta su alma y soñar, dejando de lado a su entendimiento, porque el corazón sólo se encarga de dar vida, de hacer vivir aquellos sueños que únicamente viven para ser soñados y también para soñar con aquellos que algún día alcanzaran la realidad, porque como todos sabemos cada corazón tiene razones que ni siquiera la razón podrá entender. Y muchas veces no hay que darle lugar a la razón, solo dejar volar la imaginación, y hacer como este chico, que soñaba sin parar, buscando vivir en un lugar, que quizá nunca existirá porque es su sueño y es probable que nunca alcance la realidad.
Estas palabras no eran palabras huecas o resonantes. No eran palabras difíciles ni tampoco de esas horribles irrepetibles…eran palabras que al pronunciarlas se hacían dulces…y al escribirlas se convertían en pasión. Eran palabras que solo aquellos que las tenían encerradas podían entender…porque al decirlas, pensarlas y hasta amarlas se transformaban en parte de su mágico mundo. Sí, mágico es su mundo. Porque a pesar de todo lo que acontece en nuestro mundo, el mundo real, él sigue soñando con que todo sea mágico, él sigue soñando, y sueña, sólo sueña soñando que sus utopías algún día dejen de serlo para que puedan convivir juntos en el mundo soñado, un mundo que dejaría de ser un sueño para convivir con la realidad.
Pero… volvamos a las palabras, ¿quién podría decirlas y entrar a su mundo? ¿Cuáles serían esas palabras? Hubo quienes intentaron decir palabras fuertes, rimbombantes, de esas que resuenan hasta en la cabeza de los descerebrados, pero no tuvieron éxito. Otros dijeron palabras aduladoras, de esas que buscan algo a cambio y con ellas… más solo lo dejaron, no lograron siquiera emocionarlo. A otros se les ocurrieron palabras divertidas, juguetonas, hasta ridículas pero él los miraba como a extranjeros, sin entender qué querían decir, qué querían hacer con el lenguaje.
El tiempo pasaba tan rápido…tan vertiginosos se daban los cambios alrededor que apenas lograba encontrar en sus propias palabras esas que describieran lo que sentía. Porque si algo lo caracterizaba era su sensibilidad, alguien que sueña y ama así las palabras nunca podría ser alguien sin un corazón de oro. De oro porque era fuerte, de oro porque brillaba, porque llamaba la atención…pero en uno de esos días en que su mágico mundo lo absorbía y lo embriagaba sin querer soltarlo más…recibió una cachetada. No de esas palmadas que da una madre corrigiendo a un niño -queriendo enseñarle que no cruce la calle solo-. No de esas que se dan en un recreo dos chicos porque disputan el partido de figuritas. Una grande, fuerte, inesperada. Un golpe que llegó derecho al corazón. Una persona de aquellas que no conocían sus palabras, de aquellas que miraban su mundo mágico desde afuera y no lo comprendía, solo dijo que era malo. ¿¿¿MALO??? ¿Quién puede decir que un chico es malo? ¿Quién puede descartar a una persona como si fuera un artículo en serie de una fábrica multinacional? ¿Cómo se atreve? ¿Quién le dio permiso? Un frío corrió por su espalda. Su mundo estaba siendo atacado, su espacio mágico invadido por sentimientos oscuros, indescriptibles, sensaciones que nunca pensó conocer. De pronto, y por primera vez en su corta vida sintió mucha bronca, ¿cómo alguien se atreve a robarle a un niño la alegría? ¿Quién le dio permiso para obligarlo a sentir esa sombra en su mágico mundo dorado?
Sin dudas… o con muchas dudas, alguien estaba queriendo robar su fantasía, ¿cómo se pueden usar las palabras para herir?, ¿cómo alguien que debería guiar a valles encantados puede empujarnos al mismo abismo? ¿Por qué en un terrible simulacro de normalidad alguien puede arrojarse el despechado impulso de romper la ilusión de un niño?
Esta situación lo envolvió. Pronto se sumergió en un profundo sentimiento de dolor. No tenía palabras para todo esto, solo algún dibujo o quizás alguna imagen le permitía tratar de expresarse, pero era tan triste estar así, era un camino para recorrer en soledad. Estos caminos de soledad parecen desiertos, donde el oasis nunca se alcanza, donde las alucinaciones solo confunden, donde a veces, hasta se ve el abandono y la caída como la única posibilidad de liberarse. Liberarse del cuerpo, liberarse del alma, liberarse de los otros que no lo entienden, liberarse de tanto…que hasta parecería liberarse de la nada, que avanza inconmovible tratando de atrapar a los corazones solitarios, a los corazones doloridos.
Decidió encerrarse en su habitación, su pequeño bunker, su escondite preferido en ocasiones especiales. Pero nunca había comprobado si aturdirse con música pudiera funcionar para una situación así. Probó una y otra vez con un disco, un cd, un video, una página de Internet, un rato de Chat…pero nada le permitía ver bien lo que pasaba, era tan extraño, se sentía tan expuesto, tan solo. Porque a veces es más fácil, o cómodo quizá, encerrarnos en nosotros mismos, lejos de la realidad o de nuestro propio entorno. Ser prisioneros de nuestro propio dolor o de nuestras penas y cada vez hundirnos mas en lugar de salir del pozo donde nos escabullimos, escondiéndonos hasta de nosotros mismos y buscar ayuda, buscar una salida a nuestros conflictos intra e interpersonales. Muchas veces se nos hace difícil salir al Sol y desterrar de nuestro interior al dolor, resulta mucho más cómodo meternos dentro de nuestro propio vaso y seguir sangrando en silencio.
………………………………………..
Aunque la vida tenga escondidas sorpresas para quienes quieran descubrirlas, él nunca sospechó que la salida estaba tan cerca, en su mente y en su corazón. Había palabras asombrosas que alguna vez había oído, leído y hasta estudiado que ahora parecían tejer una red, una red que lo sostenía para dejar de caer en ese abismo, en ese pozo ciego que parecía absorberlo. Sin pensar, de improviso, despacito, pudo ver más claramente. Cuando alguien envidia a las mentes libres, cuando no se comprende la libertad alcanzada…se lo ataca. Y otra vez las palabras mágicas, las palabras que liberaban empezaron a fluir en su mente y corazón, de repente comprendió que lo habían atacado porque no lo podían dominar de otra forma. Y otra vez caímos, resbalamos a la lógica patética y destructiva de quienes tienen poder y lejos de lograr ser respetados logran rodearse de palabras degradantes, que avergüenzan, que ponen en ridículo, que solo son usadas como fuente de poder. ¿El poder de quien habla? ¿El poder de quien escribe? El poder de quien deja hablar u obliga a callar.
Un momento, ¿qué pasa? ¿Quién soy? ¡Socorro! ¿Soy el autor? ¿Soy el chico? Soy el autor que se hizo chico para entender lo que le pasa. Es terrible, quedé atrapado en mis palabras. Quedé enredado en la red que ata pero libera, en el discurso que atormenta pero que puede permitirme disfrutar del próximo rayo de esperanza. Definitivamente quedé atrapado en mi cuento. ¡Socorro!
……………………………….
Muy rara vez el chico se acordaba de quien era. Las palabras que la cachetada le había plantado en su corazón eran como ajenjo, como agua amarga que arruinaba la dulzura de su alma. ¿Cómo escapar? El primer paso fue salir del encierro, se sumergió en la pantalla y logró entrar, apenas tocando con su palma una imagen… su espacio virtual se convirtió en real. Ya no era una foto en su pantalla, ya no era solo un reflejo estaba rodeado por la imagen, estaba ahí, parado en medio, sintiendo una brisa suave, los aromas se percibían suavemente y los rayos del sol ya le hacían sentir calor.
De pronto, en el horizonte vio un pequeño grupo de chicos. Otros chicos como él, pero que habían descubierto que al escribir se liberaban, que al expresarse podían sonreír, que al leerse se encontraban, que al nombrarse se reconstruían. ¿Cómo puedo ser así? ¿Cómo puedo sentirme así?
-- Necesito librarme de estas palabras que me atan, me resisto a ser lo que estas palabras me quieren obligar a ser lo que nunca he sido--, le dijo a una abuelita que estaba sentada con ellos, dibujando, escribiendo, riendo. Con todo el amor que pudo, con las palabras más dulces que jamás le hubiera dicho a nadie intentó decirle que no había nada que pudiera detenerlo, que si creía en sí mismo y en La Palabra, podía ser libre de verdad. La abuelita sentía que de pronto, como hace mucho tiempo, su corazón latía fuerte. Otra nueva razón para continuar…pero tanto miedo de volver a fracasar. Ambos se miraron sin decir nada, había tanto para decirse, había tanto por conocer, pero en ese momento solo el desconcierto del espejismo (convertido casi en delirio del alma) podía hacer que de pronto surgieran preguntas y más preguntas.
-¿Quiénes son? ¿Cómo lograron escaparse de las palabras que atan?, preguntó nuestro protagonista.
- Somos los cazadores de utopías, contestó un pequeño sonriendo.
- Escribiendo, dijo otra niña, casi superponiendo su respuesta al pequeño.
Pero en ese encontrarse, en ese mágico momento, una alucinación los sacudió. Temblando, sudorosos vieron que el orgullo de quien los atacara con palabras denigrantes aparecía delante de ellos casi como un fantasma. La abuela lo sintió y más calma y madura pudo sostenerlos, contenerlos, llenarlos de valor, estos humos de presunción no pueden quebrar la ilusión, les dijo y los abrazó.
Vamos a escribir, vamos a unir nuestras palabras. Vamos a tejer una gran red, vamos juntos a atrapar a los malhablados, maldicientes y malévolos que sin corazón intentan borrar nuestras palabras, nuestras sonrisas, nuestro mágico mundo ideal.
Poco a poco, lentamente y tranquilos como si el tiempo no corriera, comenzaron a balbucear, a deletrear palabras bellas, palabras que pintaban paisajes soñados. Un mundo ideal creado con palabras. El mágico mundo soñado que al unir sus frases y sus letras, sus significados y sus deseos podía tomar formas, deslumbrar la vista y embriagar los sentidos. Pronto descubrió que esas palabras que estaban tan guardadas eran llaves para abrir puertas y muchas de ellas eran sintonizadas por los otros chicos escritores. ¿Es que acaso todos habían sufrido el mismo golpe? De alguna manera todos y cada uno de ellos habían sido etiquetados, catalogados de locos, o de malos, o de soñadores o de voladores. ¡Ja! Como si eso fuera algún tipo de maldición que les impidiera continuar soñando. Una vez que pudieron enredar y tejer sus palabras y formaron una pequeña pero muy fuerte red y, estuvieron listos para volver. Porque por más bello que resultara estar ahí no se podía vivir dentro de una espacio virtual. Era necesario tomar valor y regresar, enfrentar los miedos y sobreponerse a las circunstancias, no dejarse vencer por el mal, eso ya significaba un desafío por demás estimulante. Y eso hicieron, uno a uno volvieron, sin olvidar lo vivido ni lo compartido, porque reconocieron que juntos eran capaces de lograrlo.
Quizá así, podría escapar de los tormentos de su mente y salir al verdadero mundo, defendiéndose con sus palabras, buscando alcanzar lo que tanto ansiaba, sólo expresándose. Dejando de esconder eso que tanto guardaba dentro de sí, pero claro, solo no podía, por más que uno quiera y tenga toda la fuerza de voluntad, en soledad no es posible, y él lo sabía… Siempre había estado solo y nunca había podido salir de su pozo, de ese lugar tan oscuro donde se escondía para ni siquiera mirarse a sí mismo.
Pero es fácil decirlo, y muy difícil, por lo menos para nuestro protagonista, hacerlo. Y no es fácil no porque sea un capricho, ni un deseo propio de él no salir de aquel lugar donde se encerraba sintiendo cada vez más fuerte su dolor, sino que no encontraba la salida, la forma de lograr que sus palabras lo rescaten de aquellas penumbras por las que atravesaba momento tras momento.
Sin embargo, sus palabras eran su escudo, y hasta a veces, su espada. Una lucha constante entre su mente y su mente, y por eso era tan complicado encontrar la escapatoria… su mayor problema estaba dentro de él mismo y nadie lo había notado.
Por eso fue, que quedó tan enamorado aquella vez que pudo decirlo, o intento decirlo, pudo sacar, aunque sea de a poquito, alguna de sus palabras. Claro que ahí fue todo un poco más fácil, estaba rodeado de chicos como él, que luchaban por sus letras, por sus ideas, por sus palabras, por sus sueños… por sus utopías. Así y todo los veía distintos, ninguno de ellos era siquiera similar a otro, pero el motivo que los había juntado era el mismo: soñar; dejar fluir eso que llevaban dentro, explotar al ciento por ciento sus ideas y no pensar tanto en el mundo real, sino en el mundo que ellos podían volver realidad.
Muchas veces sus palabras brotaban como colores que pintaban paisajes de otoño, pero cuando reflejaban sus emociones podían ser grises tardes de invierno. Tanta tristeza guardada necesitaba salir, aunque sea para despedirse de ella. De vez en cuando intentaba recordar qué cosas le habían dolido tanto -además de la cachetada claro está- pero se perdía en nuevos sueños y nuevos retoños, pequeños arco iris que surgían en medio de sus muchas tormentas. Tormentas que no se iban y que siempre que desaparecían a causa de una alegre sonrisa retornaban a su lugar de origen, el corazón de este chico que por más que quisiera dibujar felicidad sólo escribía tristeza… Pero la tristeza se volvía emoción cuando leía lo que podía escribir, cuando soltaba un poco su mano, manipulada por su mente que hasta se olvidaba de sus negros sentimientos cada vez que por sus dedos viajaba algún aventurero sueño de deletrear sus más profundos deseos. Pero pesimista él, sabía que sólo era eso, un sueño, todo en su vida era sólo un conjunto de sueños, y claro… como para no ser pesimista, si su vida era un tormento. Y no crean que me refiero a que padecía hambre, frío o alguna otra necesidad básica para desarrollarse como individuo, él anhelaba otro tipo de cosas; un abrazo en un momento apropiado significaba mucho más que algo de dinero, pero obvio para esta historia es que ese abrazo nunca llegaba en el momento apropiado. Entonces no quedaba mas que seguir sumergiéndose en su tan temible pozo, y no sé si tan temible, porque ahí, en su pozo, nadie podría molestarlo, solo sus pensamientos, que lo manipulaban una y otra vez sin dejarlo huir, aplastando sus sueños de vida.
¡¡Un momento!! Por si no lo habían notado, sigo atrapado en el cuento. ¿Es que acaso soy el autor? ¿o el protagonista soy yo? ¡Ay! ¡Que dilema! Este mundo de adultos carente de utopías ha hecho que mi inconsciente quiera vivir en el cuento.
Quiero estar en ese espacio virtual, quiero soñar con las palabras y deseo zambullirme en esas sensaciones placenteras. Es demasiado duro seguir afuera, allá los grandes ya no hablan de sus sueños. Quizá porque no tienen tiempo o no quieren tenerlo… porque el frío egoísmo les congeló su lado creativo, los atrapó y de tanto consumir… se han consumido a sí mismos. Pero definitivamente me rehúso a ser como ellos. Al menos por este instante quiero seguir sintiendo esta adrenalina, este suspiro del alma que hace dar vuelcos el corazón y pone en funcionamiento conexiones de la mente y el cuerpo que no hubiera podido imaginar de otra manera.
En este laberinto de palabras, en estas idas y venidas de lo soñado y lo vivido, ahí me quiero quedar y ¿sacar una foto? No, una simple impresión no basta. ¿Congelar el corazón? Quizá eso sí, para que no sea consumido por la imaginación y no se dé cuenta que todo fue vana ilusión.
Mejor quizá, borro. Borro las líneas que me hacen doler. Borro los personajes que me traen conflicto. Borro el malévolo sistema del mundo que los atrapó a los chicos y a mí. ¡Basta! Ya sé lo que voy a hacer ¿qué tantas cacerías y qué tantas utopías? Me voy a cazar mariposas. Voy a atrapar a estas que recorren mi sistema porque las utopías son muy grandes, el problema es: cuando atrape las mariposas ¿qué hago? ¿Las echo fuera? O ¿les pido, les suplico que me envuelvan y me lleven a volar?
Cuando parece que consigo respuestas… las preguntas cambian y me aturdo de nuevo.
Pero… ¿qué digo? Un ataque de puro pragmatismo no puede robar mi alma idealista. Acabo con el delirio y me salgo del cuento. Punto y aparte.
……………………………………………….
De pronto en estos chicos había encontrado algo diferente, no se hablaba de modas ni se presionaba con la imagen, no eran consumistas….solo devoraban palabras y saboreaban poemas. Parecía increíble que existiera un grupo así, hasta a veces soñó que eran una confraternidad de defensores de las palabras, un grupo con sus códigos y sus secretos, una cuasi secta llena de mística. Las palabras tenían sabores cuando las leían y las escribían ellos, se disfrutaban de tal modo que hasta producían placer, había cierta complicidad entre lo dicho y lo no dicho, entre la expresión y la entonación que las hacía danzar por el aire y alterar sus sentidos. Una vez superado el miedo por el que atravesaba a la hora de decidir o no si se dejaba llevar por el grupo y se comprometía del todo a asumir los derechos y obligaciones que éste demandaba pudo entrar de lleno, puedo ver lo que se sentía compartir sus propiedades intelectuales con el resto – que ya dicho antes, eran personas como él, diferentes quizá, pero con el mismo propósito: que las palabras no vaguen por el espacio, sino que formen el medio de comunicación que todos ellos ansiaban tanto --.
……………………………………………………………..
Y las mariposas por fin vinieron a rescatarme, me dejaron tirado en una nube porque desde arriba se veían mejor las cosas, era cuestión de cambiar un poco de perspectiva. Desde aquí veo a los grandes y monstruosos símbolos del poder… tan pequeños que hasta me dan risa y lo pequeño tan diminuto que me enternece. Ja, ja, ¡por fin quebré el encierro! ahora me siento libre para seguir, pero mi viaje sigue en las alturas y los dejo con el cuento y las palabras para ver si por fin logran zafar del laberinto infernal en el que quedaron atrapados. Y de verdad, no hallo manera de decirte relájate y disfruta, la vida es bella. Párate sobre tu nube y respira profundo. Adiós.
………………………………………………………
Muchos desafíos atraviesa una persona al buscar su camino en la vida, un camino que tiene que construir, elaborar pasito a paso. Es complicado, y más aún cuando su mente lo golpea, más aún cuando su corta edad no lo deja ver de forma nítida lo que se le presenta en frente. Todo es un desafío, muchos desafíos que se cruzan en la vida, como lo que le pasa a este chico, a estos chicos, miembros de esta red que trataba de unir sus palabras. –
-- Estos desafíos resultan difíciles, pero son nuestros. Son muchos. Y el primero es hablar por los que no tienen voz – dijo la abuela, dándoles valor para enfrentarse al mundo real.
-- Hasta ahora, cada uno ha logrado poner en sus palabras miles de sensaciones, imágenes y aún sabores, de esos amargos que han lesionado la inocencia de cada uno de ustedes. Pero mis amigos, no podemos quedarnos sólo con eso, levantemos la mirada y veamos juntos al sediento, al hambriento, al que aún no encontró sus palabras, al que vaga sin rumbo ni dirección porque le robaron las ilusiones cuando era muy pequeño. Continuó la abuela.
Quizá la alegría de hacer cosas chiquitas por otros nos ayude a encontrar el verdadero sentido de nuestras vidas. No quita lo anterior, no soluciona los problemas de la humanidad, no borra las tormentas de la memoria, no para el calentamiento global… Pero al menos para un olvidado, un otro, un nadie habrá una sonrisa inesperada que como un rayo de luz iluminará su cara… aunque sea por un instante.
-- Bueno chicos, nos vamos de viaje, lleven sus libretas de notas, armen su equipaje y saquen los boletos.
-¡Qué emoción!
- ¿Dónde vamos?
- Donde nos lleve el viento.
-¿Cómo que donde nos lleve el viento? ¿Y si me lleva de nuevo a mi casa o me encierra de nuevo en la escuela?
- Vamos, ¿qué más nos puede pasar?
Pronto estuvieron listos para partir. Cada uno con sus temores. Cada cuál con sus ilusiones. Pero decididos por fin a convertir cada sílaba en acción.
Ya arriba de una nube, en realidad encima de una tormenta, saltando relámpagos y acariciando rayos sentían que todo lo maravilloso estaba a su alcance. Primer parada, nuestro chico se quedó en África Subsahariana. ¡Qué calor! Bueno, a ver, empecemos con una palabra bonita: Hola. Bastó decirla para darse cuenta que nadie sabía lo que él intentaba decir. Y bueno, no era tan grave para él. Él ya estaba acostumbrado a que nadie entienda lo que él decía o intentaba decir, lo que él sentía, lo que llevaba dentro y no podía explicar con simple palabras.
Pero sabía que éste era un lugar diferente, un lugar nuevo donde quizá sería más fácil abrirse ante gente desconocida, sólo quedaba averiguarlo; conocer el paisaje a su alrededor, las cosas que traía consigo este nuevo espacio, que esperaba fuera más amplio que su mente.
Ahora sí, sentía la posibilidad de liberar su cabeza, de ir mas allá de su propia introspección, de dejar viajar a sus ideas por todo el lugar, recorriendo cada rincón de este mundo totalmente extraño para él. Y puedo llenar sus ojos del más bello atardecer, pudo dejar que descanse en su piel la más tierna brisa del desierto, pudo dejar que florezca en su rostro la más profunda sonrisa al oír el más perfecto silencio que afloraba a cada momento por cada centímetro de aquel tan lejano espacio donde podía acariciar la felicidad nuestro tan querido personaje. Pasó un poco de tiempo y él siguió soñando, haya lejos, en aquel desierto… lejos de todo, excepto de él.
Y un día cualquiera, mientras una pizca de viento le susurraba al oído que estaban solos en aquella inmensidad aparecieron junto a él, sus compañeros de viaje, ellos, los cazadores de utopías. Dispuestos a crear con sus palabras, sabiéndose capaces de alcanzar su sueño, un sueño modesto, que consiguiéndolo se sentirían más que felices. Ellos no querían fama, ni dinero, sólo querían ser. Que la realidad los deje ser, los deje ser sueño por siempre, pero un sueño convertido en realidad. Un sueño predispuesto a convivir con lo real, un sueño propio de este chico y sus amigos, que querían llegar a donde nadie había llegado antes en estas latitudes… al corazón de las personas, movilizándolas desde su lugar para que de una vez por todas este mundo lleno de odio, lleno de maldad, lleno de nada mirara mas allá del ojo de la cerradura de su mente, un mundo acéfalo al que nada mal le vendría soñar un instante y dejarse llevar por la brisa que generaban dentro de él las palabras de estos chicos. Que por siempre irán tras lo que desean… cazando toda aparente utopía.
Había una vez o una vez había, como empiece el cuento me da igual. Lo importante es presentarte a un chico, a uno especial, fuera de serie, de esos que no se cruzan en la esquina todos los días. Y ¿por qué especial? Porque era un soñador, porque sus sueños creaban un mundo encantado para todos los que él dejaba entrar…cosa que no era fácil de lograr, porque para entrar había que conocer el significado de algunas palabras. Estas palabras no eran mágicas ni conjuros. No eran reglas difíciles de aprender y mucho menos prejuicios. De todas maneras si tuviera que decir cómo eran esas palabras…solo te podría decir una pista: eran palabras del alma. Palabras que al pronunciarlas liberaban, liberaban al corazón atrapado. Un corazón que salía liberado, muy feliz de poder hacerlo, aunque sólo lo hacía en esos pequeños momentos donde podía dejar suelta su alma y soñar, dejando de lado a su entendimiento, porque el corazón sólo se encarga de dar vida, de hacer vivir aquellos sueños que únicamente viven para ser soñados y también para soñar con aquellos que algún día alcanzaran la realidad, porque como todos sabemos cada corazón tiene razones que ni siquiera la razón podrá entender. Y muchas veces no hay que darle lugar a la razón, solo dejar volar la imaginación, y hacer como este chico, que soñaba sin parar, buscando vivir en un lugar, que quizá nunca existirá porque es su sueño y es probable que nunca alcance la realidad.
Estas palabras no eran palabras huecas o resonantes. No eran palabras difíciles ni tampoco de esas horribles irrepetibles…eran palabras que al pronunciarlas se hacían dulces…y al escribirlas se convertían en pasión. Eran palabras que solo aquellos que las tenían encerradas podían entender…porque al decirlas, pensarlas y hasta amarlas se transformaban en parte de su mágico mundo. Sí, mágico es su mundo. Porque a pesar de todo lo que acontece en nuestro mundo, el mundo real, él sigue soñando con que todo sea mágico, él sigue soñando, y sueña, sólo sueña soñando que sus utopías algún día dejen de serlo para que puedan convivir juntos en el mundo soñado, un mundo que dejaría de ser un sueño para convivir con la realidad.
Pero… volvamos a las palabras, ¿quién podría decirlas y entrar a su mundo? ¿Cuáles serían esas palabras? Hubo quienes intentaron decir palabras fuertes, rimbombantes, de esas que resuenan hasta en la cabeza de los descerebrados, pero no tuvieron éxito. Otros dijeron palabras aduladoras, de esas que buscan algo a cambio y con ellas… más solo lo dejaron, no lograron siquiera emocionarlo. A otros se les ocurrieron palabras divertidas, juguetonas, hasta ridículas pero él los miraba como a extranjeros, sin entender qué querían decir, qué querían hacer con el lenguaje.
El tiempo pasaba tan rápido…tan vertiginosos se daban los cambios alrededor que apenas lograba encontrar en sus propias palabras esas que describieran lo que sentía. Porque si algo lo caracterizaba era su sensibilidad, alguien que sueña y ama así las palabras nunca podría ser alguien sin un corazón de oro. De oro porque era fuerte, de oro porque brillaba, porque llamaba la atención…pero en uno de esos días en que su mágico mundo lo absorbía y lo embriagaba sin querer soltarlo más…recibió una cachetada. No de esas palmadas que da una madre corrigiendo a un niño -queriendo enseñarle que no cruce la calle solo-. No de esas que se dan en un recreo dos chicos porque disputan el partido de figuritas. Una grande, fuerte, inesperada. Un golpe que llegó derecho al corazón. Una persona de aquellas que no conocían sus palabras, de aquellas que miraban su mundo mágico desde afuera y no lo comprendía, solo dijo que era malo. ¿¿¿MALO??? ¿Quién puede decir que un chico es malo? ¿Quién puede descartar a una persona como si fuera un artículo en serie de una fábrica multinacional? ¿Cómo se atreve? ¿Quién le dio permiso? Un frío corrió por su espalda. Su mundo estaba siendo atacado, su espacio mágico invadido por sentimientos oscuros, indescriptibles, sensaciones que nunca pensó conocer. De pronto, y por primera vez en su corta vida sintió mucha bronca, ¿cómo alguien se atreve a robarle a un niño la alegría? ¿Quién le dio permiso para obligarlo a sentir esa sombra en su mágico mundo dorado?
Sin dudas… o con muchas dudas, alguien estaba queriendo robar su fantasía, ¿cómo se pueden usar las palabras para herir?, ¿cómo alguien que debería guiar a valles encantados puede empujarnos al mismo abismo? ¿Por qué en un terrible simulacro de normalidad alguien puede arrojarse el despechado impulso de romper la ilusión de un niño?
Esta situación lo envolvió. Pronto se sumergió en un profundo sentimiento de dolor. No tenía palabras para todo esto, solo algún dibujo o quizás alguna imagen le permitía tratar de expresarse, pero era tan triste estar así, era un camino para recorrer en soledad. Estos caminos de soledad parecen desiertos, donde el oasis nunca se alcanza, donde las alucinaciones solo confunden, donde a veces, hasta se ve el abandono y la caída como la única posibilidad de liberarse. Liberarse del cuerpo, liberarse del alma, liberarse de los otros que no lo entienden, liberarse de tanto…que hasta parecería liberarse de la nada, que avanza inconmovible tratando de atrapar a los corazones solitarios, a los corazones doloridos.
Decidió encerrarse en su habitación, su pequeño bunker, su escondite preferido en ocasiones especiales. Pero nunca había comprobado si aturdirse con música pudiera funcionar para una situación así. Probó una y otra vez con un disco, un cd, un video, una página de Internet, un rato de Chat…pero nada le permitía ver bien lo que pasaba, era tan extraño, se sentía tan expuesto, tan solo. Porque a veces es más fácil, o cómodo quizá, encerrarnos en nosotros mismos, lejos de la realidad o de nuestro propio entorno. Ser prisioneros de nuestro propio dolor o de nuestras penas y cada vez hundirnos mas en lugar de salir del pozo donde nos escabullimos, escondiéndonos hasta de nosotros mismos y buscar ayuda, buscar una salida a nuestros conflictos intra e interpersonales. Muchas veces se nos hace difícil salir al Sol y desterrar de nuestro interior al dolor, resulta mucho más cómodo meternos dentro de nuestro propio vaso y seguir sangrando en silencio.
………………………………………..
Aunque la vida tenga escondidas sorpresas para quienes quieran descubrirlas, él nunca sospechó que la salida estaba tan cerca, en su mente y en su corazón. Había palabras asombrosas que alguna vez había oído, leído y hasta estudiado que ahora parecían tejer una red, una red que lo sostenía para dejar de caer en ese abismo, en ese pozo ciego que parecía absorberlo. Sin pensar, de improviso, despacito, pudo ver más claramente. Cuando alguien envidia a las mentes libres, cuando no se comprende la libertad alcanzada…se lo ataca. Y otra vez las palabras mágicas, las palabras que liberaban empezaron a fluir en su mente y corazón, de repente comprendió que lo habían atacado porque no lo podían dominar de otra forma. Y otra vez caímos, resbalamos a la lógica patética y destructiva de quienes tienen poder y lejos de lograr ser respetados logran rodearse de palabras degradantes, que avergüenzan, que ponen en ridículo, que solo son usadas como fuente de poder. ¿El poder de quien habla? ¿El poder de quien escribe? El poder de quien deja hablar u obliga a callar.
Un momento, ¿qué pasa? ¿Quién soy? ¡Socorro! ¿Soy el autor? ¿Soy el chico? Soy el autor que se hizo chico para entender lo que le pasa. Es terrible, quedé atrapado en mis palabras. Quedé enredado en la red que ata pero libera, en el discurso que atormenta pero que puede permitirme disfrutar del próximo rayo de esperanza. Definitivamente quedé atrapado en mi cuento. ¡Socorro!
……………………………….
Muy rara vez el chico se acordaba de quien era. Las palabras que la cachetada le había plantado en su corazón eran como ajenjo, como agua amarga que arruinaba la dulzura de su alma. ¿Cómo escapar? El primer paso fue salir del encierro, se sumergió en la pantalla y logró entrar, apenas tocando con su palma una imagen… su espacio virtual se convirtió en real. Ya no era una foto en su pantalla, ya no era solo un reflejo estaba rodeado por la imagen, estaba ahí, parado en medio, sintiendo una brisa suave, los aromas se percibían suavemente y los rayos del sol ya le hacían sentir calor.
De pronto, en el horizonte vio un pequeño grupo de chicos. Otros chicos como él, pero que habían descubierto que al escribir se liberaban, que al expresarse podían sonreír, que al leerse se encontraban, que al nombrarse se reconstruían. ¿Cómo puedo ser así? ¿Cómo puedo sentirme así?
-- Necesito librarme de estas palabras que me atan, me resisto a ser lo que estas palabras me quieren obligar a ser lo que nunca he sido--, le dijo a una abuelita que estaba sentada con ellos, dibujando, escribiendo, riendo. Con todo el amor que pudo, con las palabras más dulces que jamás le hubiera dicho a nadie intentó decirle que no había nada que pudiera detenerlo, que si creía en sí mismo y en La Palabra, podía ser libre de verdad. La abuelita sentía que de pronto, como hace mucho tiempo, su corazón latía fuerte. Otra nueva razón para continuar…pero tanto miedo de volver a fracasar. Ambos se miraron sin decir nada, había tanto para decirse, había tanto por conocer, pero en ese momento solo el desconcierto del espejismo (convertido casi en delirio del alma) podía hacer que de pronto surgieran preguntas y más preguntas.
-¿Quiénes son? ¿Cómo lograron escaparse de las palabras que atan?, preguntó nuestro protagonista.
- Somos los cazadores de utopías, contestó un pequeño sonriendo.
- Escribiendo, dijo otra niña, casi superponiendo su respuesta al pequeño.
Pero en ese encontrarse, en ese mágico momento, una alucinación los sacudió. Temblando, sudorosos vieron que el orgullo de quien los atacara con palabras denigrantes aparecía delante de ellos casi como un fantasma. La abuela lo sintió y más calma y madura pudo sostenerlos, contenerlos, llenarlos de valor, estos humos de presunción no pueden quebrar la ilusión, les dijo y los abrazó.
Vamos a escribir, vamos a unir nuestras palabras. Vamos a tejer una gran red, vamos juntos a atrapar a los malhablados, maldicientes y malévolos que sin corazón intentan borrar nuestras palabras, nuestras sonrisas, nuestro mágico mundo ideal.
Poco a poco, lentamente y tranquilos como si el tiempo no corriera, comenzaron a balbucear, a deletrear palabras bellas, palabras que pintaban paisajes soñados. Un mundo ideal creado con palabras. El mágico mundo soñado que al unir sus frases y sus letras, sus significados y sus deseos podía tomar formas, deslumbrar la vista y embriagar los sentidos. Pronto descubrió que esas palabras que estaban tan guardadas eran llaves para abrir puertas y muchas de ellas eran sintonizadas por los otros chicos escritores. ¿Es que acaso todos habían sufrido el mismo golpe? De alguna manera todos y cada uno de ellos habían sido etiquetados, catalogados de locos, o de malos, o de soñadores o de voladores. ¡Ja! Como si eso fuera algún tipo de maldición que les impidiera continuar soñando. Una vez que pudieron enredar y tejer sus palabras y formaron una pequeña pero muy fuerte red y, estuvieron listos para volver. Porque por más bello que resultara estar ahí no se podía vivir dentro de una espacio virtual. Era necesario tomar valor y regresar, enfrentar los miedos y sobreponerse a las circunstancias, no dejarse vencer por el mal, eso ya significaba un desafío por demás estimulante. Y eso hicieron, uno a uno volvieron, sin olvidar lo vivido ni lo compartido, porque reconocieron que juntos eran capaces de lograrlo.
Quizá así, podría escapar de los tormentos de su mente y salir al verdadero mundo, defendiéndose con sus palabras, buscando alcanzar lo que tanto ansiaba, sólo expresándose. Dejando de esconder eso que tanto guardaba dentro de sí, pero claro, solo no podía, por más que uno quiera y tenga toda la fuerza de voluntad, en soledad no es posible, y él lo sabía… Siempre había estado solo y nunca había podido salir de su pozo, de ese lugar tan oscuro donde se escondía para ni siquiera mirarse a sí mismo.
Pero es fácil decirlo, y muy difícil, por lo menos para nuestro protagonista, hacerlo. Y no es fácil no porque sea un capricho, ni un deseo propio de él no salir de aquel lugar donde se encerraba sintiendo cada vez más fuerte su dolor, sino que no encontraba la salida, la forma de lograr que sus palabras lo rescaten de aquellas penumbras por las que atravesaba momento tras momento.
Sin embargo, sus palabras eran su escudo, y hasta a veces, su espada. Una lucha constante entre su mente y su mente, y por eso era tan complicado encontrar la escapatoria… su mayor problema estaba dentro de él mismo y nadie lo había notado.
Por eso fue, que quedó tan enamorado aquella vez que pudo decirlo, o intento decirlo, pudo sacar, aunque sea de a poquito, alguna de sus palabras. Claro que ahí fue todo un poco más fácil, estaba rodeado de chicos como él, que luchaban por sus letras, por sus ideas, por sus palabras, por sus sueños… por sus utopías. Así y todo los veía distintos, ninguno de ellos era siquiera similar a otro, pero el motivo que los había juntado era el mismo: soñar; dejar fluir eso que llevaban dentro, explotar al ciento por ciento sus ideas y no pensar tanto en el mundo real, sino en el mundo que ellos podían volver realidad.
Muchas veces sus palabras brotaban como colores que pintaban paisajes de otoño, pero cuando reflejaban sus emociones podían ser grises tardes de invierno. Tanta tristeza guardada necesitaba salir, aunque sea para despedirse de ella. De vez en cuando intentaba recordar qué cosas le habían dolido tanto -además de la cachetada claro está- pero se perdía en nuevos sueños y nuevos retoños, pequeños arco iris que surgían en medio de sus muchas tormentas. Tormentas que no se iban y que siempre que desaparecían a causa de una alegre sonrisa retornaban a su lugar de origen, el corazón de este chico que por más que quisiera dibujar felicidad sólo escribía tristeza… Pero la tristeza se volvía emoción cuando leía lo que podía escribir, cuando soltaba un poco su mano, manipulada por su mente que hasta se olvidaba de sus negros sentimientos cada vez que por sus dedos viajaba algún aventurero sueño de deletrear sus más profundos deseos. Pero pesimista él, sabía que sólo era eso, un sueño, todo en su vida era sólo un conjunto de sueños, y claro… como para no ser pesimista, si su vida era un tormento. Y no crean que me refiero a que padecía hambre, frío o alguna otra necesidad básica para desarrollarse como individuo, él anhelaba otro tipo de cosas; un abrazo en un momento apropiado significaba mucho más que algo de dinero, pero obvio para esta historia es que ese abrazo nunca llegaba en el momento apropiado. Entonces no quedaba mas que seguir sumergiéndose en su tan temible pozo, y no sé si tan temible, porque ahí, en su pozo, nadie podría molestarlo, solo sus pensamientos, que lo manipulaban una y otra vez sin dejarlo huir, aplastando sus sueños de vida.
¡¡Un momento!! Por si no lo habían notado, sigo atrapado en el cuento. ¿Es que acaso soy el autor? ¿o el protagonista soy yo? ¡Ay! ¡Que dilema! Este mundo de adultos carente de utopías ha hecho que mi inconsciente quiera vivir en el cuento.
Quiero estar en ese espacio virtual, quiero soñar con las palabras y deseo zambullirme en esas sensaciones placenteras. Es demasiado duro seguir afuera, allá los grandes ya no hablan de sus sueños. Quizá porque no tienen tiempo o no quieren tenerlo… porque el frío egoísmo les congeló su lado creativo, los atrapó y de tanto consumir… se han consumido a sí mismos. Pero definitivamente me rehúso a ser como ellos. Al menos por este instante quiero seguir sintiendo esta adrenalina, este suspiro del alma que hace dar vuelcos el corazón y pone en funcionamiento conexiones de la mente y el cuerpo que no hubiera podido imaginar de otra manera.
En este laberinto de palabras, en estas idas y venidas de lo soñado y lo vivido, ahí me quiero quedar y ¿sacar una foto? No, una simple impresión no basta. ¿Congelar el corazón? Quizá eso sí, para que no sea consumido por la imaginación y no se dé cuenta que todo fue vana ilusión.
Mejor quizá, borro. Borro las líneas que me hacen doler. Borro los personajes que me traen conflicto. Borro el malévolo sistema del mundo que los atrapó a los chicos y a mí. ¡Basta! Ya sé lo que voy a hacer ¿qué tantas cacerías y qué tantas utopías? Me voy a cazar mariposas. Voy a atrapar a estas que recorren mi sistema porque las utopías son muy grandes, el problema es: cuando atrape las mariposas ¿qué hago? ¿Las echo fuera? O ¿les pido, les suplico que me envuelvan y me lleven a volar?
Cuando parece que consigo respuestas… las preguntas cambian y me aturdo de nuevo.
Pero… ¿qué digo? Un ataque de puro pragmatismo no puede robar mi alma idealista. Acabo con el delirio y me salgo del cuento. Punto y aparte.
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De pronto en estos chicos había encontrado algo diferente, no se hablaba de modas ni se presionaba con la imagen, no eran consumistas….solo devoraban palabras y saboreaban poemas. Parecía increíble que existiera un grupo así, hasta a veces soñó que eran una confraternidad de defensores de las palabras, un grupo con sus códigos y sus secretos, una cuasi secta llena de mística. Las palabras tenían sabores cuando las leían y las escribían ellos, se disfrutaban de tal modo que hasta producían placer, había cierta complicidad entre lo dicho y lo no dicho, entre la expresión y la entonación que las hacía danzar por el aire y alterar sus sentidos. Una vez superado el miedo por el que atravesaba a la hora de decidir o no si se dejaba llevar por el grupo y se comprometía del todo a asumir los derechos y obligaciones que éste demandaba pudo entrar de lleno, puedo ver lo que se sentía compartir sus propiedades intelectuales con el resto – que ya dicho antes, eran personas como él, diferentes quizá, pero con el mismo propósito: que las palabras no vaguen por el espacio, sino que formen el medio de comunicación que todos ellos ansiaban tanto --.
……………………………………………………………..
Y las mariposas por fin vinieron a rescatarme, me dejaron tirado en una nube porque desde arriba se veían mejor las cosas, era cuestión de cambiar un poco de perspectiva. Desde aquí veo a los grandes y monstruosos símbolos del poder… tan pequeños que hasta me dan risa y lo pequeño tan diminuto que me enternece. Ja, ja, ¡por fin quebré el encierro! ahora me siento libre para seguir, pero mi viaje sigue en las alturas y los dejo con el cuento y las palabras para ver si por fin logran zafar del laberinto infernal en el que quedaron atrapados. Y de verdad, no hallo manera de decirte relájate y disfruta, la vida es bella. Párate sobre tu nube y respira profundo. Adiós.
………………………………………………………
Muchos desafíos atraviesa una persona al buscar su camino en la vida, un camino que tiene que construir, elaborar pasito a paso. Es complicado, y más aún cuando su mente lo golpea, más aún cuando su corta edad no lo deja ver de forma nítida lo que se le presenta en frente. Todo es un desafío, muchos desafíos que se cruzan en la vida, como lo que le pasa a este chico, a estos chicos, miembros de esta red que trataba de unir sus palabras. –
-- Estos desafíos resultan difíciles, pero son nuestros. Son muchos. Y el primero es hablar por los que no tienen voz – dijo la abuela, dándoles valor para enfrentarse al mundo real.
-- Hasta ahora, cada uno ha logrado poner en sus palabras miles de sensaciones, imágenes y aún sabores, de esos amargos que han lesionado la inocencia de cada uno de ustedes. Pero mis amigos, no podemos quedarnos sólo con eso, levantemos la mirada y veamos juntos al sediento, al hambriento, al que aún no encontró sus palabras, al que vaga sin rumbo ni dirección porque le robaron las ilusiones cuando era muy pequeño. Continuó la abuela.
Quizá la alegría de hacer cosas chiquitas por otros nos ayude a encontrar el verdadero sentido de nuestras vidas. No quita lo anterior, no soluciona los problemas de la humanidad, no borra las tormentas de la memoria, no para el calentamiento global… Pero al menos para un olvidado, un otro, un nadie habrá una sonrisa inesperada que como un rayo de luz iluminará su cara… aunque sea por un instante.
-- Bueno chicos, nos vamos de viaje, lleven sus libretas de notas, armen su equipaje y saquen los boletos.
-¡Qué emoción!
- ¿Dónde vamos?
- Donde nos lleve el viento.
-¿Cómo que donde nos lleve el viento? ¿Y si me lleva de nuevo a mi casa o me encierra de nuevo en la escuela?
- Vamos, ¿qué más nos puede pasar?
Pronto estuvieron listos para partir. Cada uno con sus temores. Cada cuál con sus ilusiones. Pero decididos por fin a convertir cada sílaba en acción.
Ya arriba de una nube, en realidad encima de una tormenta, saltando relámpagos y acariciando rayos sentían que todo lo maravilloso estaba a su alcance. Primer parada, nuestro chico se quedó en África Subsahariana. ¡Qué calor! Bueno, a ver, empecemos con una palabra bonita: Hola. Bastó decirla para darse cuenta que nadie sabía lo que él intentaba decir. Y bueno, no era tan grave para él. Él ya estaba acostumbrado a que nadie entienda lo que él decía o intentaba decir, lo que él sentía, lo que llevaba dentro y no podía explicar con simple palabras.
Pero sabía que éste era un lugar diferente, un lugar nuevo donde quizá sería más fácil abrirse ante gente desconocida, sólo quedaba averiguarlo; conocer el paisaje a su alrededor, las cosas que traía consigo este nuevo espacio, que esperaba fuera más amplio que su mente.
Ahora sí, sentía la posibilidad de liberar su cabeza, de ir mas allá de su propia introspección, de dejar viajar a sus ideas por todo el lugar, recorriendo cada rincón de este mundo totalmente extraño para él. Y puedo llenar sus ojos del más bello atardecer, pudo dejar que descanse en su piel la más tierna brisa del desierto, pudo dejar que florezca en su rostro la más profunda sonrisa al oír el más perfecto silencio que afloraba a cada momento por cada centímetro de aquel tan lejano espacio donde podía acariciar la felicidad nuestro tan querido personaje. Pasó un poco de tiempo y él siguió soñando, haya lejos, en aquel desierto… lejos de todo, excepto de él.
Y un día cualquiera, mientras una pizca de viento le susurraba al oído que estaban solos en aquella inmensidad aparecieron junto a él, sus compañeros de viaje, ellos, los cazadores de utopías. Dispuestos a crear con sus palabras, sabiéndose capaces de alcanzar su sueño, un sueño modesto, que consiguiéndolo se sentirían más que felices. Ellos no querían fama, ni dinero, sólo querían ser. Que la realidad los deje ser, los deje ser sueño por siempre, pero un sueño convertido en realidad. Un sueño predispuesto a convivir con lo real, un sueño propio de este chico y sus amigos, que querían llegar a donde nadie había llegado antes en estas latitudes… al corazón de las personas, movilizándolas desde su lugar para que de una vez por todas este mundo lleno de odio, lleno de maldad, lleno de nada mirara mas allá del ojo de la cerradura de su mente, un mundo acéfalo al que nada mal le vendría soñar un instante y dejarse llevar por la brisa que generaban dentro de él las palabras de estos chicos. Que por siempre irán tras lo que desean… cazando toda aparente utopía.
viernes, 24 de octubre de 2008
Charla comun..
(...)
-¿Viste que chocó Pablo?
-Si? ¿cuándo?
-Hace una hora.. en la esquina de Facu…
-¿Quién es Facu?-preguntó el único inadaptado que no se conoce los nombres de todo el lugar.
-Facu, no sabes quien es facu? El que trabaja en la quesería..
-Si, tenes que conocerlo, antes era mozo en el club..
-Es hermano, viste la chica que volvió de estudiar abogacía porque un profesor no la quería aprobar porque tenía un apellido que no le gustaba?
-No, no es hermano de esa, esa es hermana del otro facu.. el que se agarraba a flor...
-Ah, claro tenes razon.. como anda flor?
-Y, creo que salia con fernando, pero como la semana pasada estaba con ariel, viste, no se en que anda ahora..
-Yo tenia entendido que andaba con marcelo..
-Que marcelo?
-Agachate y conocelo
-No, creo que no, porque viste que tuvo kilombo con la vieja, que le choco el auto contra un arbol..
-Si.. encima iba con los pibes.. conoces al pibe, creo que va con vos a la escuela..
-Ni idea..
-No, si es mucho mas chico! Debe tener.. no se, 12?
-Yo tengo 12.
-Ya tenes 12!? Que viejo me siento.. si me acuerdo cuando naciste..
-Tenias tres años cuando nací..
-Si. Ese año te acordas que nevó? Nada que ver que nieve aca...
-Se habían puesto de novios clara y jose..
-Clara y jose! Hace tanto que no pensaba en ellos! Donde viven ahora?
-Creo que en Brasil, no?
-Si, habia escuchado algo asi.. mira que irse asi por el mundo, que vida la suya.. (...)
-¿Viste que chocó Pablo?
-Si? ¿cuándo?
-Hace una hora.. en la esquina de Facu…
-¿Quién es Facu?-preguntó el único inadaptado que no se conoce los nombres de todo el lugar.
-Facu, no sabes quien es facu? El que trabaja en la quesería..
-Si, tenes que conocerlo, antes era mozo en el club..
-Es hermano, viste la chica que volvió de estudiar abogacía porque un profesor no la quería aprobar porque tenía un apellido que no le gustaba?
-No, no es hermano de esa, esa es hermana del otro facu.. el que se agarraba a flor...
-Ah, claro tenes razon.. como anda flor?
-Y, creo que salia con fernando, pero como la semana pasada estaba con ariel, viste, no se en que anda ahora..
-Yo tenia entendido que andaba con marcelo..
-Que marcelo?
-Agachate y conocelo
-No, creo que no, porque viste que tuvo kilombo con la vieja, que le choco el auto contra un arbol..
-Si.. encima iba con los pibes.. conoces al pibe, creo que va con vos a la escuela..
-Ni idea..
-No, si es mucho mas chico! Debe tener.. no se, 12?
-Yo tengo 12.
-Ya tenes 12!? Que viejo me siento.. si me acuerdo cuando naciste..
-Tenias tres años cuando nací..
-Si. Ese año te acordas que nevó? Nada que ver que nieve aca...
-Se habían puesto de novios clara y jose..
-Clara y jose! Hace tanto que no pensaba en ellos! Donde viven ahora?
-Creo que en Brasil, no?
-Si, habia escuchado algo asi.. mira que irse asi por el mundo, que vida la suya.. (...)
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Rivera (el paraíso dónde aprendo a vivir)
Efecto chusma (algún día, me propongo analizarlo en profundidad..)
Con el mayor de los sigilos, el hombre abre la puerta y sale de la casa. No quiere que nadie lo sepa, que nadie se entere, vano intento de conservar su secreto en un pueblo. Pero esa noche marcha feliz; tonto, cree que no lo vio nadie. Salvo un nenito, pero que puede preocupar un nenito.
Desde una ventana, con la persiana apenas abierta, alguien intenta resistir la excitación hasta la mañana.
El efecto chusma es increíble: cualquiera de esas viejas de las esquinas que no devuelven la pelota se convierte en un experto paparazzi, las calles en un gigantesco teatro de farándula y cualquier paso que hagas, cualquier movimiento que quieras ocultar, al otro día todo el mundo lo va a saber.
Entonces, alguien que ni siquiera sabes quién es se lamentará o alegrará por vos en la charla de todas las edades del pueblo, charla de kioskos y oficinas, charla de sobremesa y seriedad, todos opinando sobre lo que hiciste o no hiciste o debiste hacer y vos pretendías que sea un secreto.
El hombre sale a la calle, a la mañana siguiente. Temprano, en la mañana siguiente. Feliz, ignorante de que todos ya lo saben. Y camina por las calles y todos lo miran, y cuando ve las sonrisas y los comentarios por lo bajo en torno suyo comienza a sospechar de que el secreto no es tan secreto, de que ya todos saben lo que no les importa saber, de que anda a saber que historia les contó la vieja que se la pasa mirando entre la persiana la casa de en frente.
Desde una ventana, con la persiana apenas abierta, alguien intenta resistir la excitación hasta la mañana.
El efecto chusma es increíble: cualquiera de esas viejas de las esquinas que no devuelven la pelota se convierte en un experto paparazzi, las calles en un gigantesco teatro de farándula y cualquier paso que hagas, cualquier movimiento que quieras ocultar, al otro día todo el mundo lo va a saber.
Entonces, alguien que ni siquiera sabes quién es se lamentará o alegrará por vos en la charla de todas las edades del pueblo, charla de kioskos y oficinas, charla de sobremesa y seriedad, todos opinando sobre lo que hiciste o no hiciste o debiste hacer y vos pretendías que sea un secreto.
El hombre sale a la calle, a la mañana siguiente. Temprano, en la mañana siguiente. Feliz, ignorante de que todos ya lo saben. Y camina por las calles y todos lo miran, y cuando ve las sonrisas y los comentarios por lo bajo en torno suyo comienza a sospechar de que el secreto no es tan secreto, de que ya todos saben lo que no les importa saber, de que anda a saber que historia les contó la vieja que se la pasa mirando entre la persiana la casa de en frente.
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Rivera (el paraíso dónde aprendo a vivir)
viernes, 17 de octubre de 2008
En el hospicio-Pastoral
Quiero atrapar el sol
en una pared desierta.
Me siento tan libre que
hasta me ahoga esa idea.
Me hace mal la realidad
de saber que el perro es perro
y nada mas.
Quiero descolgar al sol,
chapalear entre las hojas,
estirar mi soledad,
correr entre los pasillos
y buscar la realidad
de que el perro no sea perro
y nada mas.
Encierro real;
claustro de barro.
Solo sombras,
sombras.
Porque supe al despertar
que mis sueños eran ciertos
y mi propia realidad
supera la fantasia
de ser vos la fuerza que
de la nada hizo vida y me la dio.
Porque me dejan pensar
en toda esa gente humana
y despues, para jugar,
hasta me atan a mi cama.
Puedo ver la realidad
de que el perro sea perro
y nada mas.
en una pared desierta.
Me siento tan libre que
hasta me ahoga esa idea.
Me hace mal la realidad
de saber que el perro es perro
y nada mas.
Quiero descolgar al sol,
chapalear entre las hojas,
estirar mi soledad,
correr entre los pasillos
y buscar la realidad
de que el perro no sea perro
y nada mas.
Encierro real;
claustro de barro.
Solo sombras,
sombras.
Porque supe al despertar
que mis sueños eran ciertos
y mi propia realidad
supera la fantasia
de ser vos la fuerza que
de la nada hizo vida y me la dio.
Porque me dejan pensar
en toda esa gente humana
y despues, para jugar,
hasta me atan a mi cama.
Puedo ver la realidad
de que el perro sea perro
y nada mas.
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Poesias y canciones y algo por el estilo...
Cree en ellos...
Los sueños están cayendo,
¿por qué tendrías que creer
lo que susurra tu corazón?
Tus ojos ven esta destrucción,
todos muriendo de soledad,
la defienden llamándola libertad.
Puedes ver este vacío,
las verdades en la realidad son mentira,
un juego de niño apuñalado por la pasión.
Nadie camina por las calles,
no sienten el viento en su cara,
no miran el cielo buscando estrellas.
Tus ojos ven la ilusión de una niña
antes del engaño de un primer amor.
Tus ojos ven el esfuerzo del que trabaja,
para que sus hijos puedan comer un día más.
Tus ojos ven la alegría de esa sonrisa
cuando se reencuentran dos amigos
separados por el tiempo, por la obligación de ya no vivir.
Tus ojos ven la bondad del que estira la mano
para levantar a un desconocido, que solo va a sonreír
(y creer, y crecer, y abrazar, y soñar, y ayudar)
Tus ojos mezclan la desolación y la esperanza,
¿será tonto creer en las sonrisas, en la ilusión?
Hay otras verdades detrás de la realidad,
la realidad que esta hecha de verdades que son mentiras para el corazón.
Puedes creer, puedes elegir
engañar o no lo que sientes.
El vacío no duele. Débil, elige el vacío,
no habrá lágrimas ni sonrisas.
Falsifica tu corazón.
O atrévete a soñar, aunque parezca que los sueños están cayendo.
No dejes que pase, porque caerás con ellos.
¿por qué tendrías que creer
lo que susurra tu corazón?
Tus ojos ven esta destrucción,
todos muriendo de soledad,
la defienden llamándola libertad.
Puedes ver este vacío,
las verdades en la realidad son mentira,
un juego de niño apuñalado por la pasión.
Nadie camina por las calles,
no sienten el viento en su cara,
no miran el cielo buscando estrellas.
Tus ojos ven la ilusión de una niña
antes del engaño de un primer amor.
Tus ojos ven el esfuerzo del que trabaja,
para que sus hijos puedan comer un día más.
Tus ojos ven la alegría de esa sonrisa
cuando se reencuentran dos amigos
separados por el tiempo, por la obligación de ya no vivir.
Tus ojos ven la bondad del que estira la mano
para levantar a un desconocido, que solo va a sonreír
(y creer, y crecer, y abrazar, y soñar, y ayudar)
Tus ojos mezclan la desolación y la esperanza,
¿será tonto creer en las sonrisas, en la ilusión?
Hay otras verdades detrás de la realidad,
la realidad que esta hecha de verdades que son mentiras para el corazón.
Puedes creer, puedes elegir
engañar o no lo que sientes.
El vacío no duele. Débil, elige el vacío,
no habrá lágrimas ni sonrisas.
Falsifica tu corazón.
O atrévete a soñar, aunque parezca que los sueños están cayendo.
No dejes que pase, porque caerás con ellos.
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Explicando lo que inventan mis ojos...
Los límites-Noemí Paz
Este cuento es parte de otro libro que vale la pena leer completo, que se llama el circo y debe ser bastante viejito. Y el cuento lo elegí porque no sé, pero leanlo todo! aunque yo no lo leería por el hecho de que me digan que lo lea, pero bueno..
Pasó las manos por las paredes desnudas. Amarilla sobre el verde se veía la ausencia de los cuadros. Más compacto, más duro que nunca cada muro revelaba la imposibilidad de una huida.
La puerta cancel, abierta, se daba de boca contra la calle. Recibía el eco de la plazoleta triangular con su única banco, debajo del farol.
De pie, en medio de la vacía habitación, ahogados ya los ladridos del perro que se llevara el camión de la Sociedad Protectora, sentía el vacía de cada cosa, un vacío total, definitivo.
Era como si cayese desde el aire mismo. Sí. Era la sensación exacta de una caída lenta, sin apoyos.
Un hombre subía al improvisado carro el ropero con espejo de luna y la mesita de luz con su vieja madera arañada, la cama de altos barrotes deslustrados y la mesita chica pero demasiado grande, sin embargo.
Todavía estaban ahí, en el cuerto contiguo, esos dos, los españoles, un matrimonio. Contentos. Habían regateado bien, por pocos pesos se llevaron todo; el aparador grande, el aparador de cocina, las sillas, todo. Hasta la lámpara de pie, recuerdo de familia.
Recuerdo de familia.
Los españoles. Contentos. Ella le había dicho:
-Me casé hace un año, ¿sabe? No veía la hora de irme a mi casita. Es pobre, claro, pero siempre resulta mejor que vivir con los suegros, porque los míos aunque no son malos ¿sabe?...
Y seguía contándole mientras miraba los muebles. Reía, pasándose las manos por las anchas caderas y hablando del hijo que iba a nacer para noviembre, porque ya estaba de cuatro meses...
Hablaba, hablaba. Y el marido, el mocetón fornido y rubicundo preparaba el camioncito para llevarse todo. Hasta la lámpara de pie, recuerdo de familia.
Oh, qué inmenso vacío ese espacio sin límites por el que venía rodando despacio desde hacía tanto tiempo. Todo por huir de los límites.
Se sentó en el suelo, las palmas de las manos húmedas y frías flanqueando sus lacios muslos.
Siempre había sido una sensación. Era demasiado difícil explicarse por qué una siente esto y no lo otro. Sólo una sensación. Claro. Los límites. Como las paredes. Igual. Por ejemplo ahora mismo desde ese largo túnel vacío miraba a la mujer con su vestido floreado y su melena crespa y al hombre, en mangas de camisa, mostrando el pecho negro, cubierto de vello hasta la nuez. Miraba las caderas anchas moviéndose en la vecina habitación. Miraba los pantalones ajustados marcando el movimiento vertical entre las ingles. Oía las risas cómplices, saludables, jugosas, y no entendía.
¿Qué era lo que no entendía? ¿Qué era lo que nunca había logrado entender? Poco sabía ella de filosofías, de palabras difíciles, de explicaciones anlíticas. Simplemente no entendía cómo. ¿Cómo qué? Cómo una mujer (porque ella era mujer y todo le resultaba más fácil referido a las mujeres) cómo una mujer podía aceptar a un hombre, vivir con él...
No, claro. No era en el cuerpo en lo que ella estaba pensando. El cuerpo sí. Con el cuerpo debía resultar fácil. Ella lo imaginó muchas veces a lo largo de sus infinitos años. La oscuridad. La oscuridad cubriéndolo todo y el cuerpo feliz, inocente, elemental, libre.
Su cuerpo.
Pero después. Después no. Después huir. No saber nada más. Ser una desconocida, una mujer sin cara, sin nombre, sin fecha de nacimiento, sin domicilio. Ser libre. Libre como lo podría haber sido su cuerpo en las sucesivas aventuras imaginadas dentro de su libre soledad. Porque lo que no podía entender era la vida con el otro. El otro siempre sería un límite. Como una pared. Se le ocurría a veces imaginar el mapa de la República como una agujero en la pared. El mapa tiene límites. El otro también. Había que acomodar cada gesto, cada capricho, cada deseo a los límites del otro.
Límites. El mapa en la pared. La cárcel para su no querer.
Y no se animó. No se animó a nada. Nunca.
Cuando tenía treinta y cinco conoció a Damián. Y Damián era igual que ella, no se animaba. Venía a verla, tomaba mate, charlaba un rato, y se iba. Le gustaba la música a Damián. Se revolcaba en la música, seguro, porque la música no tiene límites. Una vez le dijo que había leído un libro "en los conciertos siempre podemos encontrar a nuestros amigos tímidos".
La música lo deja a uno ser lo que es -decía él- no lo estorba. La música es ancha, permite respirar. Seguro. Damián tampoco se animaba. No le gustaba tener que lidiar con otros -decía- los otros complicaban la vida, no eran cómodos como la música, había que acomodarse a ellos.
Oyó, como entre nieblas, el saludo de los españoles. Ya se iban. Alegres. Por unos pocos pesos se llevaban todo. Ellos necesitaban muebles, ella, en cambio, para qué los quería.
-Oiga, doña, ya está todo el carro. ¿Adónde hay que llevar los cachivaches? Mire que el caballo se impacienta, doña.
Dio al hombre la dirección de la piecita, en Villa Domínico.
-Oiga, doña, ¿quiere que la lleve en el pescante? No se va a quedar todo el día ahí, en el suelo...
Pucha que da lástima este asunto de las demoliciones y los desalojos... y hoy es cosa de todos los días. La ciudá crece, dicen los diarios... Y siguió hablando el hombre, de seguro compadecido, para entretenerla. Pero ella no lo escuchaba. Contestó que no cuando volvió a decirle:
-Oiga, doña, ¿está segura de que no quiere que la lleve?
Y después el hombre se fue con su carro donde se balanceaban la cama de altos barrotes, la mesita de luz toda arañada, el ropero con espejo de luna y la mesita chica, demasiado grande sin embargo.
Miró las paredes, desnudas, opresoras, y de pronto la asaltó una duda que le llegaba con atraso, ¿no será que Damián y yo nunca supimos querer a nadie?
No pudo contestarse. Ni siquiera entender. La pregunta era demasiado grande, rebotaba como un globo de goma por las habitaciones de la casa vacía. Rebotaba en el túnel de nada en que ella estaba cayendo y no la ayudaban a sostenerse, no, al contrario, parecía que largaba aire al aire y lo hacía más denso y asfixiante.
Algo, una especie de voz debajo de los blancos escombros de la nada, pareció responder, pareció decir que sí, que era eso nomás. Pero ¿qué ganaba con saberlo?
Se levantó, no tenía ganas de caminar. Quedó de espaldas contra la pared, como atrapada.
La puerta cancel, abierta, se daba de boca con la calle. Y en la calle apretada de sol y sombra todo se movía, todo marchaba, todo tenía voz para llamar, para pedir auxilio, para gritar.
Pasó las manos por las paredes desnudas. Amarilla sobre el verde se veía la ausencia de los cuadros. Más compacto, más duro que nunca cada muro revelaba la imposibilidad de una huida.
La puerta cancel, abierta, se daba de boca contra la calle. Recibía el eco de la plazoleta triangular con su única banco, debajo del farol.
De pie, en medio de la vacía habitación, ahogados ya los ladridos del perro que se llevara el camión de la Sociedad Protectora, sentía el vacía de cada cosa, un vacío total, definitivo.
Era como si cayese desde el aire mismo. Sí. Era la sensación exacta de una caída lenta, sin apoyos.
Un hombre subía al improvisado carro el ropero con espejo de luna y la mesita de luz con su vieja madera arañada, la cama de altos barrotes deslustrados y la mesita chica pero demasiado grande, sin embargo.
Todavía estaban ahí, en el cuerto contiguo, esos dos, los españoles, un matrimonio. Contentos. Habían regateado bien, por pocos pesos se llevaron todo; el aparador grande, el aparador de cocina, las sillas, todo. Hasta la lámpara de pie, recuerdo de familia.
Recuerdo de familia.
Los españoles. Contentos. Ella le había dicho:
-Me casé hace un año, ¿sabe? No veía la hora de irme a mi casita. Es pobre, claro, pero siempre resulta mejor que vivir con los suegros, porque los míos aunque no son malos ¿sabe?...
Y seguía contándole mientras miraba los muebles. Reía, pasándose las manos por las anchas caderas y hablando del hijo que iba a nacer para noviembre, porque ya estaba de cuatro meses...
Hablaba, hablaba. Y el marido, el mocetón fornido y rubicundo preparaba el camioncito para llevarse todo. Hasta la lámpara de pie, recuerdo de familia.
Oh, qué inmenso vacío ese espacio sin límites por el que venía rodando despacio desde hacía tanto tiempo. Todo por huir de los límites.
Se sentó en el suelo, las palmas de las manos húmedas y frías flanqueando sus lacios muslos.
Siempre había sido una sensación. Era demasiado difícil explicarse por qué una siente esto y no lo otro. Sólo una sensación. Claro. Los límites. Como las paredes. Igual. Por ejemplo ahora mismo desde ese largo túnel vacío miraba a la mujer con su vestido floreado y su melena crespa y al hombre, en mangas de camisa, mostrando el pecho negro, cubierto de vello hasta la nuez. Miraba las caderas anchas moviéndose en la vecina habitación. Miraba los pantalones ajustados marcando el movimiento vertical entre las ingles. Oía las risas cómplices, saludables, jugosas, y no entendía.
¿Qué era lo que no entendía? ¿Qué era lo que nunca había logrado entender? Poco sabía ella de filosofías, de palabras difíciles, de explicaciones anlíticas. Simplemente no entendía cómo. ¿Cómo qué? Cómo una mujer (porque ella era mujer y todo le resultaba más fácil referido a las mujeres) cómo una mujer podía aceptar a un hombre, vivir con él...
No, claro. No era en el cuerpo en lo que ella estaba pensando. El cuerpo sí. Con el cuerpo debía resultar fácil. Ella lo imaginó muchas veces a lo largo de sus infinitos años. La oscuridad. La oscuridad cubriéndolo todo y el cuerpo feliz, inocente, elemental, libre.
Su cuerpo.
Pero después. Después no. Después huir. No saber nada más. Ser una desconocida, una mujer sin cara, sin nombre, sin fecha de nacimiento, sin domicilio. Ser libre. Libre como lo podría haber sido su cuerpo en las sucesivas aventuras imaginadas dentro de su libre soledad. Porque lo que no podía entender era la vida con el otro. El otro siempre sería un límite. Como una pared. Se le ocurría a veces imaginar el mapa de la República como una agujero en la pared. El mapa tiene límites. El otro también. Había que acomodar cada gesto, cada capricho, cada deseo a los límites del otro.
Límites. El mapa en la pared. La cárcel para su no querer.
Y no se animó. No se animó a nada. Nunca.
Cuando tenía treinta y cinco conoció a Damián. Y Damián era igual que ella, no se animaba. Venía a verla, tomaba mate, charlaba un rato, y se iba. Le gustaba la música a Damián. Se revolcaba en la música, seguro, porque la música no tiene límites. Una vez le dijo que había leído un libro "en los conciertos siempre podemos encontrar a nuestros amigos tímidos".
La música lo deja a uno ser lo que es -decía él- no lo estorba. La música es ancha, permite respirar. Seguro. Damián tampoco se animaba. No le gustaba tener que lidiar con otros -decía- los otros complicaban la vida, no eran cómodos como la música, había que acomodarse a ellos.
Oyó, como entre nieblas, el saludo de los españoles. Ya se iban. Alegres. Por unos pocos pesos se llevaban todo. Ellos necesitaban muebles, ella, en cambio, para qué los quería.
-Oiga, doña, ya está todo el carro. ¿Adónde hay que llevar los cachivaches? Mire que el caballo se impacienta, doña.
Dio al hombre la dirección de la piecita, en Villa Domínico.
-Oiga, doña, ¿quiere que la lleve en el pescante? No se va a quedar todo el día ahí, en el suelo...
Pucha que da lástima este asunto de las demoliciones y los desalojos... y hoy es cosa de todos los días. La ciudá crece, dicen los diarios... Y siguió hablando el hombre, de seguro compadecido, para entretenerla. Pero ella no lo escuchaba. Contestó que no cuando volvió a decirle:
-Oiga, doña, ¿está segura de que no quiere que la lleve?
Y después el hombre se fue con su carro donde se balanceaban la cama de altos barrotes, la mesita de luz toda arañada, el ropero con espejo de luna y la mesita chica, demasiado grande sin embargo.
Miró las paredes, desnudas, opresoras, y de pronto la asaltó una duda que le llegaba con atraso, ¿no será que Damián y yo nunca supimos querer a nadie?
No pudo contestarse. Ni siquiera entender. La pregunta era demasiado grande, rebotaba como un globo de goma por las habitaciones de la casa vacía. Rebotaba en el túnel de nada en que ella estaba cayendo y no la ayudaban a sostenerse, no, al contrario, parecía que largaba aire al aire y lo hacía más denso y asfixiante.
Algo, una especie de voz debajo de los blancos escombros de la nada, pareció responder, pareció decir que sí, que era eso nomás. Pero ¿qué ganaba con saberlo?
Se levantó, no tenía ganas de caminar. Quedó de espaldas contra la pared, como atrapada.
La puerta cancel, abierta, se daba de boca con la calle. Y en la calle apretada de sol y sombra todo se movía, todo marchaba, todo tenía voz para llamar, para pedir auxilio, para gritar.
domingo, 12 de octubre de 2008
Levántate y anda (sin querer, estaba esa frase en mi subconsciente!)
¿Cuánto tiempo podrás estar sentado observando las palomas blancas? Quizás deberías levantarte y andar, correr y perderte en caminos que no existen, buscar el horizonte aunque parezca tan lejos. No están mal los campos verdes y las flores, no está mal el canto de los pájaros y la tranquilidad, pero levántate y anda, vuela con los sonidos de tu guitarra, conoce nuevos sueños, otras personas, atrévete a pensar, llega lejos, llega alto, y nunca mires para atrás: búscalos ahora, ellos todavía esperan, ellos todavía están. Tal vez en tu corazón.
Los débiles que se llaman héroes desesperan con la paz y solo imaginan guerras para matar su aburrimiento, su vacío, su nada. Débiles de ser.
Los otros, los que temen y aman, deben seguir. Levantarse y seguir. Buscar sonrisas en el camino y no quedarse sentado, escuchando los ecos de las del pasado…
Los débiles que se llaman héroes desesperan con la paz y solo imaginan guerras para matar su aburrimiento, su vacío, su nada. Débiles de ser.
Los otros, los que temen y aman, deben seguir. Levantarse y seguir. Buscar sonrisas en el camino y no quedarse sentado, escuchando los ecos de las del pasado…
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Explicando lo que inventan mis ojos...
Lucha de clases, subsistencia
Hubo un tiempo en que todos decían que no, y dijiste que sí,
¡Loco, loco, has dicho que si!
Las reglas de la moral, la tradición, ¡perdición!
¡Loco, loco, todo va a acabar!¿Cómo te atreves a cambiar?
Entonces decidiste seguir las leyes de la felicidad…
Basta de prohibir, basta de odiar, basta de olvidar,
sin venganzas, sin superiores, vamos a empezar,
¡Loco, loco, ¿para quién pensás!?
Y los ricos querían seguir siendo ricos,
Y los pobres aniquilar ricos,
Y los del medio se sentían superiores a los pobres,
Y los del medio no se querían entre ellos,
Y los ricos compraron armas,
Y los pobres asaltaban ricos,
Y los del medio se escondían en sus casas,
Y todos se mataban por ideales,
pero nadie confiaba en el resto,
el ideal siempre era yo…
¡Loco, loco, tenés razón!¡Esta todo mal!
Porque no domino yo…
¡Loco, loco, has dicho que si!
Las reglas de la moral, la tradición, ¡perdición!
¡Loco, loco, todo va a acabar!¿Cómo te atreves a cambiar?
Entonces decidiste seguir las leyes de la felicidad…
Basta de prohibir, basta de odiar, basta de olvidar,
sin venganzas, sin superiores, vamos a empezar,
¡Loco, loco, ¿para quién pensás!?
Y los ricos querían seguir siendo ricos,
Y los pobres aniquilar ricos,
Y los del medio se sentían superiores a los pobres,
Y los del medio no se querían entre ellos,
Y los ricos compraron armas,
Y los pobres asaltaban ricos,
Y los del medio se escondían en sus casas,
Y todos se mataban por ideales,
pero nadie confiaba en el resto,
el ideal siempre era yo…
¡Loco, loco, tenés razón!¡Esta todo mal!
Porque no domino yo…
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Explicando lo que inventan mis ojos...
Vacío y amor (necesitaba a cieli para este titulo, jaja.. pero no se conecta a las 10 de la mañana!)
Nunca habrás visto sus ojos quietos, viajando hasta el amanecer,
nunca habrás escuchado su voz, rozado sus manos,
nunca podrás saber que era una persona, si vos no te sentís persona.
Qué importan algunos sueños rotos,
qué importa que algunas verdades se conviertan en mentira,
si siempre fue mucho más fácil no vivir,
seguir reglas de un juego que no inventaste.
Matando ilusiones podrás sonreír,
ser una cáscara vacía con aires de emperador,
nunca la conocerás, nunca así,
el vacío se conforma con felicidades que no te hacen suspirar,
pero no se vive en el vacío, no…
Nunca lo sabrás, no te arrepentirás de lo que no conoces,
aunque podrías haberlo intentado…
nunca habrás escuchado su voz, rozado sus manos,
nunca podrás saber que era una persona, si vos no te sentís persona.
Qué importan algunos sueños rotos,
qué importa que algunas verdades se conviertan en mentira,
si siempre fue mucho más fácil no vivir,
seguir reglas de un juego que no inventaste.
Matando ilusiones podrás sonreír,
ser una cáscara vacía con aires de emperador,
nunca la conocerás, nunca así,
el vacío se conforma con felicidades que no te hacen suspirar,
pero no se vive en el vacío, no…
Nunca lo sabrás, no te arrepentirás de lo que no conoces,
aunque podrías haberlo intentado…
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Explicando lo que inventan mis ojos...
sábado, 11 de octubre de 2008
Seguir (incompleto, y no debería no completarlo ahora, pero bueno..)
Es el momento de dar un paso, y seguir,
Este mundo ya no depende de vos,
A otros les toca hacer lo que hacías ayer…
Todo cambió y ya no eres el mismo,
Ya nada es lo mismo, y debes seguir,
Otra vez descubrir verdades tras la niebla.
Volver a empezar, quedan amigos por conocer,
Y muchos sueños para atrapar,
Vale vencer tus miedos por unas sonrisas…
Vale seguir por otros abrazos…
Vale hacerlo porque ellos lo querían así…
Este mundo ya no depende de vos,
A otros les toca hacer lo que hacías ayer…
Todo cambió y ya no eres el mismo,
Ya nada es lo mismo, y debes seguir,
Otra vez descubrir verdades tras la niebla.
Volver a empezar, quedan amigos por conocer,
Y muchos sueños para atrapar,
Vale vencer tus miedos por unas sonrisas…
Vale seguir por otros abrazos…
Vale hacerlo porque ellos lo querían así…
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Explicando lo que inventan mis ojos...
jueves, 9 de octubre de 2008
Frases
Hazles comprender que no tienen en el mundo otro deber que la alegría. Paul Claudel
A veces, sonreír es la mejor forma de contribuir a cambiar el mundo. José Luis Cortés
EN MI MENTE MIS SUEÑOS SON REALIDAD Noel Gallager
OTRO LUNES NACE MUERTO Joaquin Sabina
Y despues nadie supo saltar por los sueños que se hundieron alla No volvieron mas
Siempre habra soberbia pero en la ignorancia no hay quejas que escuchar Un monarca
Proclamo en voz alta la libertad de pensamiento y muera el que no piense como yo Voltaire
Tuiavii de Tiavea (jefe de una tribu de Samoa que viajó a la Europa de principios del siglo XX). En su obra "Los Papalagi" (los hombres blancos), intenta exponer a su tribu los errores del tipo de vida de los papalagi:
"Alcanzar tu destino con rapidez es rara vez un beneficio real. Los Papalagi siempre quieren llegar al destino de sus viajes rápidamente. (...) Pero cuando llegan al final de su viaje quieren inmediatamente seguir con otro, (...) perdiendo la habilidad de caminar y correr, sin atrapar nunca sus destinos".
"En la tierra de los blancos es imposible estar sin dinero (...) No podrías satisfacer tu hambre, tu sed, serías incapaz de encontrar una estera para la noche. (...) Tienes que pagar, que significa dar dinero, por el suelo en el que permaneces de pie, por el punto donde quieres construir tu cabaña, por la estera para la noche, por la luz que brilla en el interior de tu cabaña, (...) o ir a un sitio en el que la gente se divierte, donde cantan y bailan (...) debes pagar por todo. (...) Incluso para nacer tienes que pagar y, cuando mueres, tu familia debe pagar, puesto que tú estás muerto y debes pagar para obtener permiso para depositar tu cuerpo en la tierra".
"Los Papalagi son pobres porque persiguen las cosas como locos. Sin cosas no pueden vivir (...). Cuando una cosa sería suficiente, hacen dos".
No llores por haber perdido el Sol, pues las lágrimas te impedirán ver las estrellas Tagore
En cuanto a mí, sólo sé que no sé nada-Socrates
El secreto de ser desdichado estriba en tener tiempo de pensar en si se es o no feliz Shaw
El dinero no es nada, pero mucho dinero, eso es ya otra cosa Shaw
A veces, sonreír es la mejor forma de contribuir a cambiar el mundo. José Luis Cortés
EN MI MENTE MIS SUEÑOS SON REALIDAD Noel Gallager
OTRO LUNES NACE MUERTO Joaquin Sabina
Y despues nadie supo saltar por los sueños que se hundieron alla No volvieron mas
Siempre habra soberbia pero en la ignorancia no hay quejas que escuchar Un monarca
Proclamo en voz alta la libertad de pensamiento y muera el que no piense como yo Voltaire
Tuiavii de Tiavea (jefe de una tribu de Samoa que viajó a la Europa de principios del siglo XX). En su obra "Los Papalagi" (los hombres blancos), intenta exponer a su tribu los errores del tipo de vida de los papalagi:
"Alcanzar tu destino con rapidez es rara vez un beneficio real. Los Papalagi siempre quieren llegar al destino de sus viajes rápidamente. (...) Pero cuando llegan al final de su viaje quieren inmediatamente seguir con otro, (...) perdiendo la habilidad de caminar y correr, sin atrapar nunca sus destinos".
"En la tierra de los blancos es imposible estar sin dinero (...) No podrías satisfacer tu hambre, tu sed, serías incapaz de encontrar una estera para la noche. (...) Tienes que pagar, que significa dar dinero, por el suelo en el que permaneces de pie, por el punto donde quieres construir tu cabaña, por la estera para la noche, por la luz que brilla en el interior de tu cabaña, (...) o ir a un sitio en el que la gente se divierte, donde cantan y bailan (...) debes pagar por todo. (...) Incluso para nacer tienes que pagar y, cuando mueres, tu familia debe pagar, puesto que tú estás muerto y debes pagar para obtener permiso para depositar tu cuerpo en la tierra".
"Los Papalagi son pobres porque persiguen las cosas como locos. Sin cosas no pueden vivir (...). Cuando una cosa sería suficiente, hacen dos".
No llores por haber perdido el Sol, pues las lágrimas te impedirán ver las estrellas Tagore
En cuanto a mí, sólo sé que no sé nada-Socrates
El secreto de ser desdichado estriba en tener tiempo de pensar en si se es o no feliz Shaw
El dinero no es nada, pero mucho dinero, eso es ya otra cosa Shaw
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Poesias y canciones y algo por el estilo...
Reflexion de ghandi
Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna, no me quites la razón
Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites la dignidad
Ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla, no me dejes inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.
Enséñame a querer a la gente como a mí mismo y a no juzgarme como a los demás. No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso.
Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo.
Enséñame que perdonar es un signo de grandeza y que la venganza es una señal de bajeza.
Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso, si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme y si la gente me ofende, dame valor para perdonar.
¡Señor.....si yo me olvido de ti, nunca te olvides de mí !
Si me das fortuna, no me quites la razón
Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites la dignidad
Ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla, no me dejes inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.
Enséñame a querer a la gente como a mí mismo y a no juzgarme como a los demás. No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso.
Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo.
Enséñame que perdonar es un signo de grandeza y que la venganza es una señal de bajeza.
Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso, si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme y si la gente me ofende, dame valor para perdonar.
¡Señor.....si yo me olvido de ti, nunca te olvides de mí !
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Poesias y canciones y algo por el estilo...
Partir-Berta de Tabbush y Carlota Boerode Izeta en "desde el camino"
Partir no siempre es morir un poco como dice el poeta
Partir es también tenderle la mano a la aventura, cristalizar sueños de distancia, enhebrar paisajes en la retina, para fijarlos en el recuerdo.
Partir es darle un sentido a la existencia.
Satisfacer aquella intima necesidad de saber que hay detrás del horizonte que todo ser lleva dentro de sí.
Y cuando partir dice aventura, lejanía, espacio, dice también amor por la libertad, por lo desconocido, que comienza en un extremo del camino y desprendiéndose de nuestra ciudad, de nuestra familia, nuestros amigos, nos lleva a aquel horizonte secreto que queremos descubrir…
Partir es también tenderle la mano a la aventura, cristalizar sueños de distancia, enhebrar paisajes en la retina, para fijarlos en el recuerdo.
Partir es darle un sentido a la existencia.
Satisfacer aquella intima necesidad de saber que hay detrás del horizonte que todo ser lleva dentro de sí.
Y cuando partir dice aventura, lejanía, espacio, dice también amor por la libertad, por lo desconocido, que comienza en un extremo del camino y desprendiéndose de nuestra ciudad, de nuestra familia, nuestros amigos, nos lleva a aquel horizonte secreto que queremos descubrir…
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Artículos interesantemente simpáticos
Amigos en el tiempo...
Pasó el tiempo, sí. Pienso en eso ahora, que recorro este camino, para encontrarlos. Tantas veces caminé por acá para verlos, para reírme junto a ustedes, para sentirme bien. Esta cambiado el camino, también yo estoy algo distinto. Pero me siento tan igual. Otra vez siento esa excitación de correr y llegar ya para verlos y decir pavadas y quererlos sin decirlo pero notándose tanto; y sin embargo camino, lento, porque quiero que ese momento siempre esté por llegar, porque me da miedo saber que después de ese momento, todo volverá a pasar.
Mientras estuve lejos tuve ese miedo de que algo haya cambiado, que ustedes ya no sean los mismos, que yo ya no lo sea. Tenía miedo de volver y descubrir lo que ya no éramos, de darme cuenta que tenemos los mejores recuerdos de una época en la que fuimos amigos. Fuimos. Solo ser un pasado. Parecen tan lejanos los pasados… Creí que me iba a encontrar con un montón de extraños que no había conocido, temía ser un extraño… Imaginaba como fantasmas aquellos que fuimos y que ya no podíamos ser… pensaba que la única forma en la que podíamos ser era volviendo a ser como éramos…
Llendo por ese camino, me di cuenta de que hay cosas que nunca acaban, nunca marchitan. Sentí de repente otra vez eso que hacía años no sentía, esas ganas de llegar y que estén ahí y que ya nada parezca más importante que inventar sueños juntos. Esas ganas de verlos aunque haya pasado un fin de semana, unas vacaciones o 10 años y que contemos lo que hicimos todo ese tiempo en una frase que va a parecer un chiste para rápido pasar a hablar de cosas realmente importantes, aunque nadie sepa cuáles son. Porque íbamos a estar todos ahí sin saber qué queremos, qué esperamos, qué decir, qué creer, pero sintiéndonos tan bien por estar otra vez juntos.
Llegué y ahí estaban. Saludamos tímidos, sonriendo nerviosos. Nos miramos a los ojos para buscar si había alguien allí, el alguien que hacía tanto creíamos había dejado de existir. Y felices al descubrir que somos los mismos, alguno va a gritar la primer estupidez que nos hará sentir de vuelta en nuestro lugar.
Porque la amistad es ese lugar fuera del tiempo donde alcanza con querernos sin decirlo, y solo existe el sentirse bien.
Ese lugar que ya nunca vamos a perder.
Mientras estuve lejos tuve ese miedo de que algo haya cambiado, que ustedes ya no sean los mismos, que yo ya no lo sea. Tenía miedo de volver y descubrir lo que ya no éramos, de darme cuenta que tenemos los mejores recuerdos de una época en la que fuimos amigos. Fuimos. Solo ser un pasado. Parecen tan lejanos los pasados… Creí que me iba a encontrar con un montón de extraños que no había conocido, temía ser un extraño… Imaginaba como fantasmas aquellos que fuimos y que ya no podíamos ser… pensaba que la única forma en la que podíamos ser era volviendo a ser como éramos…
Llendo por ese camino, me di cuenta de que hay cosas que nunca acaban, nunca marchitan. Sentí de repente otra vez eso que hacía años no sentía, esas ganas de llegar y que estén ahí y que ya nada parezca más importante que inventar sueños juntos. Esas ganas de verlos aunque haya pasado un fin de semana, unas vacaciones o 10 años y que contemos lo que hicimos todo ese tiempo en una frase que va a parecer un chiste para rápido pasar a hablar de cosas realmente importantes, aunque nadie sepa cuáles son. Porque íbamos a estar todos ahí sin saber qué queremos, qué esperamos, qué decir, qué creer, pero sintiéndonos tan bien por estar otra vez juntos.
Llegué y ahí estaban. Saludamos tímidos, sonriendo nerviosos. Nos miramos a los ojos para buscar si había alguien allí, el alguien que hacía tanto creíamos había dejado de existir. Y felices al descubrir que somos los mismos, alguno va a gritar la primer estupidez que nos hará sentir de vuelta en nuestro lugar.
Porque la amistad es ese lugar fuera del tiempo donde alcanza con querernos sin decirlo, y solo existe el sentirse bien.
Ese lugar que ya nunca vamos a perder.
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Agraria (el mejor lugar del mundo...)
Decisión
Tienes el tiempo que pasa rápido, te apura,
tienes la respuesta, la forma de evitar el pasar,
tienes la fuerza para decirlo y vencer lo imposible,
cumplir con un sueño, sentirte bien;
tienes el miedo de poder equivocarte
aunque sabes que no.
El tiempo pasa rápido, te apura,
tienes miedo de quedarte sin palabras,
de que calles y el silencio se vuelva eterno,
pero tienes miedo de hablar,
el miedo que te parecerá ridículo
cuando todo quede sin luz.
Porque queda un segundo y deberás elegir
entre la verdad y un secreto mudo
que solo gritará dentro tuyo
cuando comprendas que esto no es tu sueño,
que así no era lo que querías,
que no sos el mismo sin ellos,
que el segundo pasó y ya es tarde para elegir.
tienes la respuesta, la forma de evitar el pasar,
tienes la fuerza para decirlo y vencer lo imposible,
cumplir con un sueño, sentirte bien;
tienes el miedo de poder equivocarte
aunque sabes que no.
El tiempo pasa rápido, te apura,
tienes miedo de quedarte sin palabras,
de que calles y el silencio se vuelva eterno,
pero tienes miedo de hablar,
el miedo que te parecerá ridículo
cuando todo quede sin luz.
Porque queda un segundo y deberás elegir
entre la verdad y un secreto mudo
que solo gritará dentro tuyo
cuando comprendas que esto no es tu sueño,
que así no era lo que querías,
que no sos el mismo sin ellos,
que el segundo pasó y ya es tarde para elegir.
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Explicando lo que inventan mis ojos...
Cerca del final
Saber que se acerca el final,
y solo esperarlo sentado,
sin hacer nada.
Saber que los finales son finales,
y no querer,
pero no saber como evitarlo.
Saber que ya nada va a ser mejor,
todo una triste imitación de la alegría
y una lágrima alcanzando tu sonrisa.
Pensar como todo se aleja más
mientras estiramos las mano para alcanzarlo,
cuando sabemos que falta un segundo para el final.
El final se siente cerca,
demos paso a la desesperación
que con manotazos desesperados
intentará encontrar
una respuesta para el corazón
harto de sufrir por las leyes de la razón.
y solo esperarlo sentado,
sin hacer nada.
Saber que los finales son finales,
y no querer,
pero no saber como evitarlo.
Saber que ya nada va a ser mejor,
todo una triste imitación de la alegría
y una lágrima alcanzando tu sonrisa.
Pensar como todo se aleja más
mientras estiramos las mano para alcanzarlo,
cuando sabemos que falta un segundo para el final.
El final se siente cerca,
demos paso a la desesperación
que con manotazos desesperados
intentará encontrar
una respuesta para el corazón
harto de sufrir por las leyes de la razón.
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viernes, 3 de octubre de 2008
Di-s se confundió de táctica
Quería ser Di-s,
Y logró que le teman, lo alaben por rutina, repitan sus palabras sin tomarlo en serio, no lo comprendan ni admiren, pero lo respeten-cuando los esta mirando.
No entendió que para que todos se amen, no debía intentar ser Di-s, dando una orden celestial y castigando su incumplimiento.
Tenía que amar.
Y logró que le teman, lo alaben por rutina, repitan sus palabras sin tomarlo en serio, no lo comprendan ni admiren, pero lo respeten-cuando los esta mirando.
No entendió que para que todos se amen, no debía intentar ser Di-s, dando una orden celestial y castigando su incumplimiento.
Tenía que amar.
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Enredo
Te voy a mentir, el amor existe.
La mentira es decir que eso es una mentira.
¿Enredo de palabras?
¿O dudas del amor?
La mentira es decir que eso es una mentira.
¿Enredo de palabras?
¿O dudas del amor?
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Explicando lo que inventan mis ojos...
Realidad
Descubrí que la realidad se parece a mis sonrisas
o a mis lágrimas,
que los buenos siempre son los que elijo,
que entonces todos estamos equivocados
creyendo que la realidad es la que vemos.
Descubrí que las mentiras podrían ser verdades
si todos diríamos la misma mentira…
Podemos empezar: me caen todos muy bien.
Podríamos creerlo: todos me caen bien.
De lado la hipocresía, que las sonrisas sean sinceras,
para descubrir que esa mentira que inventamos
puede ser la realidad…
Inventemos nuestra mejor mentira…
o a mis lágrimas,
que los buenos siempre son los que elijo,
que entonces todos estamos equivocados
creyendo que la realidad es la que vemos.
Descubrí que las mentiras podrían ser verdades
si todos diríamos la misma mentira…
Podemos empezar: me caen todos muy bien.
Podríamos creerlo: todos me caen bien.
De lado la hipocresía, que las sonrisas sean sinceras,
para descubrir que esa mentira que inventamos
puede ser la realidad…
Inventemos nuestra mejor mentira…
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Seamos agraria!
Los objetivos de la educación siempre se escribieron con letra prolija en las primeras hojas de nuestras carpetas: que los alumnos logren adquirir los conocimientos sobre; que los alumnos comprendan las normas de; que los alumnos se preparen para el mundo del guardaganado para afuera; pero apenas tímidamente y en su mayoría inexistentes; logros como explotar las habilidades personales de cada alumno, fomentar la conciencia de grupo y el trabajo basado en la ayuda mutua, despertar el interés de los alumnos promoviendo iniciativas propias; son tomados como un efecto colateral sin demasiada importancia cuando no son pasados por alto. De esta manera caemos en el error de creer que el rol de la escuela; el único, fundamental y primordial rol; es transmitir saberes. De esta afirmación deducimos de manera lógica: quién elige la escuela agraria elige en realidad adquirir los saberes agrarios que esta escuela le va a dar. Gran desconcierto causa descubrir que en la realidad, la agraria se elige en gran parte por causas muy diferentes; al comienzo puede ser por obligación, por no tener mejores opciones; pero pronto se transforma en otra razón, que es la que hace que los alumnos sigan en nuestra escuela: comienza a influir el rol social. La escuela se transforma en el lugar donde están mis compañeros-amigos, se transforma en el lugar donde puedo expresar y hacer las ideas que me surjan, se transforma en un espacio que los objetivos de la educación parecen ignorar (o inteligentemente, desprestigiar, desvalorizar), ese espacio donde uno aprende a compartir, a ser amigo, a valorar al otro, a ayudar al otro, a disfrutar de lo que uno hace, a vivir. Y este es el rol más importante que cumple nuestra escuela, no podemos negarlo o intentar taparlo, o en todo caso no se debería ser hipócritas: si el rol real de la escuela es transmitir conocimientos técnicos, entonces quién no desea adquirirlos, debería ser expulsado para no seguir perdiendo el tiempo en la escuela, y no tratar inútilmente de convencerlo de lo atractivo que resultan las materias agrarias. La negación de este rol social crea situaciones ridículas en la que se exige a los alumnos esforzarse en lograr algo que no les servirá para nada; es imponer conocimientos, meterle conceptos a martillazos en la cabeza sin ninguna función. Se podría alegar que no hace mal aprender, pero como dice una pared de mi pueblo “mejor que aprender mucho es aprender cosas buenas”. Deberíamos dejar de encasillarnos en “lo que hay que hacer”, en “viene de arriba, así es”, y comenzar realmente a crear individuos que le sean útiles a la sociedad y que, por sobre todo, se sientan bien consigo mismos, que es la manera de que luego puedan relacionarse socialmente de manera tolerante, colectiva, confiando en las demás personas como si fueran amigos. Si seguimos dando el mensaje de “la gente es una porquería a la que no le importás y solo va a exigirte que le seas útil”, “la vida no es linda, no vas a poder trabajar de lo que te gusta, es más importante sobrevivir que disfrutar de la vida”, “vas a tener que hacer muchas cosas que van en contra de lo que querrías hacer”; estaríamos reproduciendo los individuos que pueblan la sociedad actual: egoístas que hacen cosas que no les gusta para sobrevivir creyendo que en esa supervivencia consiste la vida.
¿Deberíamos someternos entonces a las leyes generales de la educación de esta sociedad vacía, o acabar con la farsa y en un debate institucional pautar las mejores alternativas para darle la importancia merecida al rol social que cumple la agraria?
Podríamos esperar décadas hasta que se considere en alguna reforma educativa este rol como algo importante y a tener en cuenta; mientras seguiríamos cumpliendo rigurosamente las reglas generales que no tienen nada que ver con nuestra escuela, seguiríamos olvidando que lo importante en la agraria son los valores que se obtienen, seguiríamos concentrándonos en acumular conocimientos en vez de desarrollar las capacidades personales.
Debe ser una decisión institucional darle la mayor importancia a la creación de esas personas alegres, comprometidas con su entorno y pensantes que el mundo necesita. No debemos seguir amoldándonos a un mundo que nos impone sus reglas para pocos, debemos reconocer la realidad y el verdadero aprendizaje humano de nuestros alumnos y enfocarnos en ello.
Necesitamos un cambio. Queremos un cambio. Hagamos un cambio.
Es cuestión de actitud. De decidir cómo va a ser nuestra escuela.
¿Deberíamos someternos entonces a las leyes generales de la educación de esta sociedad vacía, o acabar con la farsa y en un debate institucional pautar las mejores alternativas para darle la importancia merecida al rol social que cumple la agraria?
Podríamos esperar décadas hasta que se considere en alguna reforma educativa este rol como algo importante y a tener en cuenta; mientras seguiríamos cumpliendo rigurosamente las reglas generales que no tienen nada que ver con nuestra escuela, seguiríamos olvidando que lo importante en la agraria son los valores que se obtienen, seguiríamos concentrándonos en acumular conocimientos en vez de desarrollar las capacidades personales.
Debe ser una decisión institucional darle la mayor importancia a la creación de esas personas alegres, comprometidas con su entorno y pensantes que el mundo necesita. No debemos seguir amoldándonos a un mundo que nos impone sus reglas para pocos, debemos reconocer la realidad y el verdadero aprendizaje humano de nuestros alumnos y enfocarnos en ello.
Necesitamos un cambio. Queremos un cambio. Hagamos un cambio.
Es cuestión de actitud. De decidir cómo va a ser nuestra escuela.
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Agraria (el mejor lugar del mundo...)
Conclusión ttp!
Bueno, tras vanos intentos de hacerme el que se copiar de word y pegar aca algo, les dejo una parte del ttp que rendimos con Maila! El trabajo entero es re simpático, igual que el pps, asique si alguien esta interesado en adquirirlo (!?) jaja, se lo paso de alguna manera que algun dia descubrire! jaja..
Esto es la conclusión (se nota un poco mi influencia, jaja..):
Cuando elegimos la agraria como nuestra escuela no lo hicimos pensando en recibirnos como técnicos agropecuarios, por lo que la idea de realizar un proyecto que nos convirtiera en tales no nos resultaba de lo más atrayente. Sin embargo, pudimos encontrarle el sentido planteándolo de una manera poco usual, más acorde a nuestros intereses, que lejos están de lograr un proyecto netamente productivo (con la consabida fórmula: ganar plata es lo que importa).
Estamos convencidos de que la educación es el camino para el cambio hacia una sociedad que valore más a sus individuos que a lo que éstos produzcan. Creemos que actividades en que se valore la utilidad de las tareas por sobre su retribución y en las que los alumnos se sientan realmente parte del proceso de producción, para así considerar suyos los resultados y no sentirse un mero instrumento que está aprendiendo a ser útil, son una base para la construcción de personas que tal vez el día de mañana valoren más a un amigo que a su bolsillo.
Y es esa clase de logros los que se consiguen en esta escuela. Aunque no repartan títulos para eso, sino sonrisas…
Esto es la conclusión (se nota un poco mi influencia, jaja..):
Cuando elegimos la agraria como nuestra escuela no lo hicimos pensando en recibirnos como técnicos agropecuarios, por lo que la idea de realizar un proyecto que nos convirtiera en tales no nos resultaba de lo más atrayente. Sin embargo, pudimos encontrarle el sentido planteándolo de una manera poco usual, más acorde a nuestros intereses, que lejos están de lograr un proyecto netamente productivo (con la consabida fórmula: ganar plata es lo que importa).
Estamos convencidos de que la educación es el camino para el cambio hacia una sociedad que valore más a sus individuos que a lo que éstos produzcan. Creemos que actividades en que se valore la utilidad de las tareas por sobre su retribución y en las que los alumnos se sientan realmente parte del proceso de producción, para así considerar suyos los resultados y no sentirse un mero instrumento que está aprendiendo a ser útil, son una base para la construcción de personas que tal vez el día de mañana valoren más a un amigo que a su bolsillo.
Y es esa clase de logros los que se consiguen en esta escuela. Aunque no repartan títulos para eso, sino sonrisas…
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Agraria (el mejor lugar del mundo...)
miércoles, 1 de octubre de 2008
Socialismo para ricos-Por Joaquín Estefanía
La impaciencia por saber si sería aprobado y conocer la letra pequeña del plan de rescate financiero de la administración Bush ha impedido detenerse con la atención debida en la quiebra de la principal caja de ahorros de EE.UU., Washington Mutual (WaMu). Esa quiebra –la mayor de una entidad financiera en la historia norteamericana– supone otro salto cualitativo en la naturaleza de la crisis. ¿Por qué? Porque esta vez ya no se trata de una institución mayorista, como por ejemplo Lehman Brothers, sino que su caída tiene consecuencias sobre los ahorros de decenas, o acaso, centenares de miles de ciudadanos: Main Street, no Wall Street.
WaMu no es un caso más de bancos que desconfían de bancos en el interbancario, sino de ciudadanos afectados en su confianza hacia el funcionamiento del sistema financiero minorista (como el británico Northern Rock, que hubo de ser nacionalizado). Desde el principio de la semana pasada, casi 18.000 millones de dólares fueron retirados de las oficinas de WaMu, generando una espiral de pánico. La intervención de la administración Bush facilitando la compra de WaMu por JP Morgan Chase –evitando cualquier tipo de subasta a la que hubieran podido acceder otros bancos, porque no había tiempo para la misma– ha logrado detener por el momento ese pánico de las ventanillas.
Que la crisis financiera ha traspasado directamente, por primera vez de modo tan nítido, el ámbito de la aristocracia bancaria y ha llegado al conjunto de los ciudadanos lo demuestran las primeras reacciones en la calle contra el plan de rescate de Bush. En las manifestaciones a las puertas de la Bolsa de Nueva York se ha calificado esta solución de ayuda al sector financiero como “socialismo para los ricos, liberalismo para los demás”, tan familiar a los neoliberales, como enseña la historia, en todas las mutaciones de idéntica índole. Los ciudadanos se encuentran inmersos en el clásico dilema del prisionero de la teoría de juegos (William Poundstone, editorial Alianza, 1992), un modelo de conflictos muy frecuente en la sociedad: cada jugador, de modo independiente, trata de aumentar al máximo su ventaja sin importarle el resultado del otro jugador y, sin embargo, ambos jugadores obtendrían un resultado mejor si colaborasen; desafortunadamente para los prisioneros, cada jugador está incentivado por sus propios intereses (en este caso económicos) para defraudar al otro, incluso tras prometerle colaborar. Los ciudadanos se han encontrado en el dilema de apoyar la intervención o la barbarie. Por hacer unas comparaciones cercanas: si el rescate se elevase finalmente hasta un monto total de 700.000 millones de dólares, equivaldrá a vez y medio el costo de la guerra de Irak (sin tener en cuenta los gastos colaterales de la última, estudiados por Stiglitz); la ayuda a Africa, comprometida en la ONU pero no desembolsada por las potencias donantes, será tan sólo una décima parte del monto de esas ayudas al mundo de las finanzas.
WaMu no es un caso más de bancos que desconfían de bancos en el interbancario, sino de ciudadanos afectados en su confianza hacia el funcionamiento del sistema financiero minorista (como el británico Northern Rock, que hubo de ser nacionalizado). Desde el principio de la semana pasada, casi 18.000 millones de dólares fueron retirados de las oficinas de WaMu, generando una espiral de pánico. La intervención de la administración Bush facilitando la compra de WaMu por JP Morgan Chase –evitando cualquier tipo de subasta a la que hubieran podido acceder otros bancos, porque no había tiempo para la misma– ha logrado detener por el momento ese pánico de las ventanillas.
Que la crisis financiera ha traspasado directamente, por primera vez de modo tan nítido, el ámbito de la aristocracia bancaria y ha llegado al conjunto de los ciudadanos lo demuestran las primeras reacciones en la calle contra el plan de rescate de Bush. En las manifestaciones a las puertas de la Bolsa de Nueva York se ha calificado esta solución de ayuda al sector financiero como “socialismo para los ricos, liberalismo para los demás”, tan familiar a los neoliberales, como enseña la historia, en todas las mutaciones de idéntica índole. Los ciudadanos se encuentran inmersos en el clásico dilema del prisionero de la teoría de juegos (William Poundstone, editorial Alianza, 1992), un modelo de conflictos muy frecuente en la sociedad: cada jugador, de modo independiente, trata de aumentar al máximo su ventaja sin importarle el resultado del otro jugador y, sin embargo, ambos jugadores obtendrían un resultado mejor si colaborasen; desafortunadamente para los prisioneros, cada jugador está incentivado por sus propios intereses (en este caso económicos) para defraudar al otro, incluso tras prometerle colaborar. Los ciudadanos se han encontrado en el dilema de apoyar la intervención o la barbarie. Por hacer unas comparaciones cercanas: si el rescate se elevase finalmente hasta un monto total de 700.000 millones de dólares, equivaldrá a vez y medio el costo de la guerra de Irak (sin tener en cuenta los gastos colaterales de la última, estudiados por Stiglitz); la ayuda a Africa, comprometida en la ONU pero no desembolsada por las potencias donantes, será tan sólo una décima parte del monto de esas ayudas al mundo de las finanzas.
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Artículos interesantemente simpáticos
leyes...
"Cuando necesites abrir una puerta con la única mano libre, la llave estará en el bolsillo opuesto"."La única vez que la puerta se cierra sola es cuando has dejado las llaves dentro". "Cuando tengas las manos llenas de grasa, te comenzará a picar la nariz"."Cuando las cosas parecen ir mejor, es que has pasado algo por alto"Si mantienes la calma cuando todos pierden la cabeza, sin duda es que no has captado la gravedad del problema". "Los problemas ni se crean, ni se resuelven, sólo se transforman". "Llegarás corriendo al teléfono justo a tiempo para oír como cuelgan"."Si solo hay dos programas en la tele que valgan la pena ver, serán a la misma hora."La probabilidad de que te manches comiendo, es directamente proporcional a la necesidad que tengas de estar limpio". "Todo cuerpo sumergido en la bañera hará sonar el teléfono."Todo cuerpo sentado en el inodoro hará sonar el timbre de la puerta".("La velocidad del viento aumenta proporcionalmente al precio del peinado". "Cuando tras años de haber guardado una cosa sin usarla decides tirarla, no pasará más de una semana que la necesites de verdad"Siempre que llegues puntual a una cita no habrá nadie allí para comprobarlo, y si por el contrario llegas tarde, todo el mundo habrá llegado antes que tú"
Yo ya vote! jaja.. No, esta simpático..
Reflexiones sobre el asunto de las cataratas.
Estimados amigos, No es mi intención confrontar con nadie, simplemente quiero expresar una opinión e invito a continuar el diálogo. En los últimos años, fomentada por el conveniente cambio de la moneda, existe una oleada turística que resulta económicamente importante para los pobladores y comerciantes de Puerto Iguazú, que va en contra de un sentido ecológico. Lo vemos en el cambio de vida de los coatíes que se convirtieron en simpaticos mendigos, en la aparición y multiplicación de soportes tecnológicos que se presentan en las cataratas. También vemos que se atenta contra el histórico modo de vida de los indígenas, antiguos y verdaderos propietarios de esos lugares, que actualmente ven en el comercio y otras prácticas menos felices, los únicos modos de subsistencia. Entonces invito a quienes simpatizan con la idea de votar porque las Cataratas sean una de las 7 maravillas naturales del mundo a pensar si verdaderamente esto provocaría un beneficio social y natural para la provincia. Es seguro que provocará un beneficio económico... pero cuánto y para quiénes????? ¿A quién pertenece la administración del Parque? En Argentina existen otros casos similares que podemos mirar. Actualmente existen estudios que profundizan acerca de las tremendas consecuencias y de los problemas (sociales, culturales, políticos y ambientales) que ha generado la declaración de Patrimonio de la humanidad por parte de la Unesco de la Quebrada de Humahuaca. Temo apoyar una iniciativa con la ilusión de que todo el mundo sepa que importantes e imponentes son las cataratas y causar con ello perjuicios sociales, ambientales y culturales y que unos pocos se lleven el dinero. Ayer eran espejitos de colores por oro.... hoy son ilusiones de representaciones sociales por macro beneficios económicos. Hay muchos, misioneros que no conocen las Cataratas y nunca hubo preocupación por parte del estado provincial de propiciar que que los sectores populares y los niños de las diferentes escuelas conozcan ese lugar. Así es que no voto porque las cataratas sean una maravilla natural porque de hecho ya lo son y no necesitan de ninguna declaración oficial, pero sí voto porque todos los niños de Misiones las conozcan, voto por un turismo resguardado, voto por una política de turismo completa, voto por la ecología, voto por cuidar a los animales y a los árboles, voto por dejar de invadir a los indígenas, voto porque si hay beneficios económicos éstos sean igualmente compartidos por todos, voto porque se termine la ingenuidad... y voto por que dejen de mentirnos. Desde ya pido disculpas si es que estoy errada en algunos datos, simplemente expreso las múltiples dudas que todo este 'marketing catareteño' me genera. No es mi intención ofender a nadie, pero quiero ver alguna vez una provincia más justa y verdaderamente democrática. Delia Ramírez.DNI. 29046187 A continuación copio el mail que me disparó todo esto:
Nuestras Cataratas del Iguazú pueden ser elegidas una de las SieteMaravillas Naturales del Mundo.Para ello, necesitan de tu voto, y del apoyo de todos los argentinos.Por una vez, sumemos entre todos, sin distinciones de ningún tipo.Hagamos algo por una obra natural que nos inspira y enorgullece.Votemos por las Cataratas del Iguazúwww.votocataratas.com
Estimados amigos, No es mi intención confrontar con nadie, simplemente quiero expresar una opinión e invito a continuar el diálogo. En los últimos años, fomentada por el conveniente cambio de la moneda, existe una oleada turística que resulta económicamente importante para los pobladores y comerciantes de Puerto Iguazú, que va en contra de un sentido ecológico. Lo vemos en el cambio de vida de los coatíes que se convirtieron en simpaticos mendigos, en la aparición y multiplicación de soportes tecnológicos que se presentan en las cataratas. También vemos que se atenta contra el histórico modo de vida de los indígenas, antiguos y verdaderos propietarios de esos lugares, que actualmente ven en el comercio y otras prácticas menos felices, los únicos modos de subsistencia. Entonces invito a quienes simpatizan con la idea de votar porque las Cataratas sean una de las 7 maravillas naturales del mundo a pensar si verdaderamente esto provocaría un beneficio social y natural para la provincia. Es seguro que provocará un beneficio económico... pero cuánto y para quiénes????? ¿A quién pertenece la administración del Parque? En Argentina existen otros casos similares que podemos mirar. Actualmente existen estudios que profundizan acerca de las tremendas consecuencias y de los problemas (sociales, culturales, políticos y ambientales) que ha generado la declaración de Patrimonio de la humanidad por parte de la Unesco de la Quebrada de Humahuaca. Temo apoyar una iniciativa con la ilusión de que todo el mundo sepa que importantes e imponentes son las cataratas y causar con ello perjuicios sociales, ambientales y culturales y que unos pocos se lleven el dinero. Ayer eran espejitos de colores por oro.... hoy son ilusiones de representaciones sociales por macro beneficios económicos. Hay muchos, misioneros que no conocen las Cataratas y nunca hubo preocupación por parte del estado provincial de propiciar que que los sectores populares y los niños de las diferentes escuelas conozcan ese lugar. Así es que no voto porque las cataratas sean una maravilla natural porque de hecho ya lo son y no necesitan de ninguna declaración oficial, pero sí voto porque todos los niños de Misiones las conozcan, voto por un turismo resguardado, voto por una política de turismo completa, voto por la ecología, voto por cuidar a los animales y a los árboles, voto por dejar de invadir a los indígenas, voto porque si hay beneficios económicos éstos sean igualmente compartidos por todos, voto porque se termine la ingenuidad... y voto por que dejen de mentirnos. Desde ya pido disculpas si es que estoy errada en algunos datos, simplemente expreso las múltiples dudas que todo este 'marketing catareteño' me genera. No es mi intención ofender a nadie, pero quiero ver alguna vez una provincia más justa y verdaderamente democrática. Delia Ramírez.DNI. 29046187 A continuación copio el mail que me disparó todo esto:
Nuestras Cataratas del Iguazú pueden ser elegidas una de las SieteMaravillas Naturales del Mundo.Para ello, necesitan de tu voto, y del apoyo de todos los argentinos.Por una vez, sumemos entre todos, sin distinciones de ningún tipo.Hagamos algo por una obra natural que nos inspira y enorgullece.Votemos por las Cataratas del Iguazúwww.votocataratas.com
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