lunes, 23 de febrero de 2009

Creer en el hombre (mal título, ya sé...)

Cuando la ley injusta no sea tu razón,
cuando no te quedes con lo menos peor,
cuando te quiero sean más que dos palabras,
cuando despiertes a mirar el amanecer.

Cuando los recuerdos maten el frío,
cuando un abrazo sea un perdón,
cuando no te prohíbas pensar,
cuando no llores solo en tu cama.

Cuando reír sea normal,
cuando las modas no molesten más,
cuando cada uno pueda decidir,
cuando sin conocerte te considere mi hermano

Cuando los asesinos estén ocupados en amar,
cuando los locos invadan la ciudad,
cuando la verdad duela menos que la mentira,
cuando nadie tenga motivos para odiar la vida

Entonces sobrarán algunas palabras
porque bastará con las miradas,
caminaremos por las calles
siendo libres a cada paso,
no habrá miedo de equivocarse
porque habrá amigos para ayudar a levantarte,
se escucharan miles de voces
miles de sueños
miles de historias
que también creen que volar puede ser realidad.

domingo, 22 de febrero de 2009

De los que no se necesitan entender...

Todo gira, gira girando. ¿Qué intentas atrapar con esos manotazos? Sabes que llueve pero no sabes si estás bajo la lluvia o sólo la ves por tu ventana. Y todo gira, gira y no se detiene. Intentas, pero no puedes. Es que el tiempo no es fácil de entender, pequeño. Cuando caigas cansado de pensar, un amigo estará a tu lado.

sábado, 21 de febrero de 2009

Langostas que curan el cólera-Critica digital

La situación en Zimbabwe ha llegado al punto en que la comunidad internacional estaría totalmente justificada de emplear la fuerza para arrestar a Robert Mugabe y llevarlo a juicio. ¿Por qué ahora? Los crímenes de Mugabe fueron lo bastante horrorosos en el pasado. Pero eran crímenes de un gobierno electo. Y no quedaba totalmente claro que cruzaran el umbral capaz de justificar una intervención armada. En los 80, Mugabe ordenó a sus fuerzas especiales, entrenadas por Corea del Norte, que asesinaran a un grupo étnico distinto del suyo, en la provincia de Matabeleland. Ha castigado a distritos que no votan por él por medio de recortes indiscriminados en la distribución de alimentos.Pero esas órdenes no alcanzan el nivel de “genocidio”. Sus soldados pueden haber participado alguna vez en el saqueo de los recursos de Congo, pero esto tampoco califica como una invasión o una ocupación. Zimbabwe no es un refugio ni un paraíso de terroristas internacionales buscados por Europa o EE.UU., tampoco toma parte en el mercado negro internacional de armas de destrucción masiva. Pero la situación se ha alterado recientemente. El punto de inflexión es la pobreza, que ha sido el caldo de una epidemia de cólera. Miles han comenzado a cruzar las fronteras, sobre todo hacia la vecina Sudáfrica, llevando su enfermedad con ellos. Esto significa que Mugabe ha hecho de sí mismo un problema internacional, desestabilizando a sus vecinos. Si actualmente se oyen con algo de fuerza las voces de gente como Desmond Tutu, o Graça Machel (la esposa de Nelson Mandela), que empiezan a insistir en que se adopte una acción regional para sacar a Mugabe del poder, se debe a que el mandatario ha ido demasiado lejos al desplazar a los enfermos hacia el territorio de los países vecinos. Es una especie de guerra biológica.Tampoco es un detalle el hecho de que Mugabe haya sido derrotado en la última elección a pesar de que usó la maquinaria del Estado como si fuera propiedad privada de su partido de gobierno. La Unión Europea, por ejemplo, no admitiría a ningún Estado que no tuviera una democracia parlamentaria en funciones, y expulsaría de su seno a cualquier miembro que revirtiera la democracia hacia un gobierno de facto (ésta es una de las irónicas razones por las cuales los islamistas turcos son tan gustosamente proeuropeos).Alguna vez pude compartir algunos momentos con el fotógrafo Sebastián Salgado, enviado especial de la Unesco para la erradicación de la polio. En 2001 visitamos Calcuta y partes de Bengala. Basta con que algunos bolsones resistan a la inoculación para que esta enfermedad infecciosa regrese con virulencia sobre porciones de territorios vecinos. Y en ciertas áreas de militancia musulmana, en las que se cree que la inoculación es parte de un plan para esterilizar a la gente, los médicos y enfermeras de la campaña han sido asesinados por ser “intrusos imperialistas”.Como resultado, la polio vuelve a extenderse. Esto hace que el área tribal de Pakistán sea una zona de responsabilidad internacional antes que una preocupación interna del país. Puede que no sea del todo una coincidencia el hecho de que los talibanes y Al Qaeda nazcan de la misma fuente. Es por eso que propongo que los derechos humanos y la epidemiología puedan ser socios naturales. Zimbabwe puede ser un excelente laboratorio en el cual someter a prueba esta idea de que las dos clases de salud están relacionadas.Un banquete millonario televisado para mendigos“Si hay hambre, que no se note”, habrá pensado Robert Mugabe al organizar las celebraciones por su 85o cumpleaños. Mientras el nuevo primer ministro Morgan Tsvanirani, en el cargo gracias a un pacto que abrió el gobierno a la oposición, calculó en cinco mil los millones de dólares necesarios para sacar a Zimbabwe de la quiebra, el octogenario líder gastará en su honor una parte todavía no calculada, pero significativa, de esa cifra. En Sudáfrica afinan el lápiz y ya tienen todo listo para satisfacer las demandas de Mugabe: ocho mil langostas, dos mil botellas de champagne francés, quinientas botellas de whisky, cuatro mil porciones de caviar, tres mil patos, dieciséis mil huevos, ocho mil cajas de bombones y tres mil tartas de chocolate. Mientras tanto, el país sufre la peor hambruna de su historia y el cólera avanza entre una población empobrecida: en los últimos meses sumó 80 mil casos y casi 3.800 muertes.

martes, 17 de febrero de 2009

sensaciones

Es que… hoy siento que es posible.
Entiendo, sé que todos tenemos esperanza. Sé que al menos, yo nunca la pierdo. A veces me la olvido en alguna mirada triste, a veces parezco perderla en una sonrisa sobradora.
Pero ahora es distinto. Hoy sé que es posible.
No es esperanza, no es creer en el mañana, no es tener fe en el proceso.
Hoy siento que se puede. Que hoy es.
Aunque, sinceramente, no se que espero que sea hoy.
Pero que no termine mañana…
Sé que no rima, que no se entiende, me da lo mismo! Hoy estoy contento. Y eso, puede ser peligroso.

Es tan fácil encontrar el sentido
en este lugar que parece no tenerlo,
es tan claro en mi mente,
y a veces no entiendo como solo yo parezco darme cuenta.
Si es tan lindo todos unidos,
si es tan obvio alcanzar objetivos,
y nadie quiere mirar al otro,
así nunca vamos a llegar a lograr, para todos, lo mejor.

lunes, 16 de febrero de 2009

Los negocios entre el barro-Lanata

“Cuando llueve, el terreno no tiene absorción porque faltan las raíces de los árboles extraídos, entonces el agua drena y recorre libremente. O sea, si el agua no es consumida por la vegetación, se inunda”.Eduardo Piacentini, del Departamento Cambio Global del Servicio Meteorológico Nacional.Del tártago sale el aceite de ricino, llamado en el mundo “castor oil” (aceite de castor). Hace cuatro mil años lo usaban los egipcios como planta medicinal o combustible para sus lámparas, y sus hojas parecen una estrella dibujada por Miró, de puntas juguetonas y alargadas. Purgante y combustible, el tártago también se utiliza en cosmética para alargar las pestañas. Esta planta rústica y llena de estrellas sabe sobrevivir: se adapta con facilidad a distintos ambientes y tiene una gran resistencia a la sequía. Pero no sobrevivió a Tartagal. En Tartagal ya casi no quedan tártagos, y el equilibrio se rompió como una rama seca. Esta población de 56 mil habitantes vive sobresaltada desde su fundación en 1924: fue entonces cuando se descubrió petróleo, el 25% del total de la cuenca del país y alrededor del 16% de la producción de gas. Tartagal vivió entonces la quimera del oro hasta 1992, cuando Menem privatizó YPF y el 90% de la población de la ciudad quedó desocupada. En 1999, y en 2002, y en 2003, la rabia llegó a la calle y la ciudad se convirtió en un polvorín.En 2006 el agua llegó a apagar el fuego, y Tartagal se hundió en el barro. Ya habían sido taladas 609.323 hectáreas, y todos se golpearon el pecho y dijeron que había que parar. Pero el entonces gobernador Romero, en su último año de gestión, mientras la Ley de Bosques se discutía en el Congresó, autorizó el desmonte de 478.204 hectáreas: una extensión similar a la de 23 (sí, veintitrés) veces la Capital Federal en un solo año. Muerte, grietas y barro después, la Presidenta reglamentó la Ley 26.331, sancionada el 28 de noviembre de 2007. El artículo 42 de la Ley de Bosques le otorga al Poder Ejecutivo noventa días para reglamentar la norma. Pasaron catorce meses hasta que Cristina se decidió a hacerlo. Ya era, claro, tarde. Pero el Gobierno insiste en que el hecho no debe vincularse con Tartagal.NUNCA LO HICIMOS (NI VOLVEREMOS A HACERLO). Entre 2004 y 2007 la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de Salta convocó a 211 audiencias públicas, de las cuales 195 correspondieron a proyectos de desmonte. De esos 195 pedidos fueron aprobados 191; dos no llegaron a serlo por falta de tiempo para elaborar un dictamen y otros dos quedaron postergados para 2008 y tal vez ahora se frenen con la Ley de Bosques, que en Salta comenzó jugando en desventaja: pierde su partido 191 a 2, en el mejor de los casos. Si se analiza la distribución de permisos de desmonte según la zona, el departamento San Martín (al que pertenece Tartagal) está en segundo lugar en el ranking.Secretaría de Ambiente de la Nación durante la gestión de Romina Picolotti revela que con Juan Manuel Urtubey en el poder, aliado K, se desmontaron en 2008 136.000 hectáreas, la mayor parte en el departamento San Martín, en Jujuy, Santiago del Estero y Chaco. “La deforestación registrada –señala el informe fechado en noviembre– indica que se trata de uno de los procesos de transformación de bosques nativos de mayores dimensiones en la historia del país, siendo el avance de la frontera agrícola la causa principal (…) el reemplazo de los bosques por la agricultura se realiza principalmente para el monocultivo de soja”. El segundo cuadro ilustra esa pérdida. Pocas tragedias han sido tan anunciadas como la de Tartagal: un informe elaborado por ingenieros de la Universidad Nacional de Salta en 2006, luego de la primera gran inundación, advertía sobre la inminencia de otras catástrofes. En su “Diagnóstico y evaluación de la cuenca del río Tartagal y área de influencia”, Claudio Cabral y Gloria Plaza aseguraban que en la cuenca alta “la cobertura vegetal ha sido alterada y modificada”, favoreciendo la erosión. “La vulnerabilidad de la cuenca del río Tartagal a nuevos eventos catastróficos es altamente probable que se repita”, concluían Cabral y Plaza. El estudio fue elevado a la municipalidad de Tartagal. –Las causas fundamentales del alud –comentó a este diario Osvaldo Canziani, doctor en Meteorología, miembro del Panel Intergubernamental de la ONU sobre Cambio Climático, en referencia al último evento– son las lluvias intensas, características de la época del año, y el mal uso del suelo. La deforestación es un flagelo que tiene un conjunto de implicaciones graves, las que, directa o indirectamente, han contribuido a generar los desastres de Tartagal, la pampa húmeda y las inundaciones de Santa Fe en 2004 y Cañada de Gómez en 2000. –¿Hay puntos en común entre este alud y la inundación de 2006 en Tartagal? –No sólo los hay sino que la primera inundación ha agravado las consecuencias de ésta y las que seguirán debido a la exacerbación de los eventos extremos, entre los cuales no deben descuidarse las sequías proyectadas para el Noroeste argentino en este siglo XXI.BUSINESS ARE BUSINESS. En Salta muchos políticos juegan en el bosque: mientras se debatía en Buenos Aires la demorada Ley de Bosques, en Salta, en la diagonal de la escena, los hermanos del gobernador kirchnerista Urtubey crearon una empresa dedicada al desmonte. Facundo Norberto (46 años, director de la Agencia de Promoción de Salta, esto es, funcionario) y José Antonio Urtubey (34 años) crearon la firma JOFA, que tiene entre sus objetos sociales el de “explotar o administrar bosques, forestación y reforestación de tierras”. Facundo ya tenía cierta experiencia en el área: a poco de asumir su hermano gobernador formó con otros socios la empresa agropecuaria Unapala SRL. El senador justicialista Alfredo Olmedo llevó sus intereses al recinto: el bautizado Rey de la Soja presentó un proyecto de “ley de ordenamiento territorial” que contemplaba seguir desmontando en la provincia cerca de cinco millones de hectáreas. Olmedo tiene varias denuncias por desmonte irracional y fue favorecido por Romero con la entrega de 320 mil hectáreas de tierras fiscales. Para no ser menos, el intendente de Tartagal, Sergio Napoleón Leavy, es, según confirmó a Crítica de la Argentina el secretario general de la CTA Tartagal, Diego Alcoba, “propietario de uno de los aserraderos más importantes de la región, y beneficiario directo de los desmontes masivos”. Leavy aparece desde 2001 ante la AFIP declarando que su actividad principal es la de “extracción de productos forestales de bosques cultivados”.Los cruces entre política, soja y alud son inagotables: la familia Mochón, por ejemplo, desmontó 38.900 hectáreas y su “gestor” fue el ex diputado nacional, ex ministro de gobierno y conjuez de la Corte Suprema provincial Osvaldo Camisar. César Raúl Mochón es titular del Grupo Solanas y presidente de la Cámara Argentina de Tiempo Compartido, y el desmonte se autorizó en tierras para ganadería en la Estancia Ezrah, del departamento Rivadavia. Aníbal Caro, ex secretario de Empleo de la gobernación hasta 2007, preside la empresa Desafío del Chaco junto a Ernesto Pablo Casal: obtuvieron autorización para talar 10.420 hectáreas. El gobierno salteño autorizó también el desmonte de 1.670 hectáreas a la firma Los Dos Ríos SA en los alrededores de Orán, que abarca parte de la selva de los yungas, una zona declarada Reserva Mundial de Biósfera por la UNESCO. Los Dos Ríos es de Mario Ernesto Gerala y el síndico es Julio César Loetayf, dos veces diputado nacional y hoy ministro de Desarrollo Económico de Urtubey. Gerala es un encanto: el pasado 22 de septiembre fue denunciado por reducir a la esclavitud a dieciocho peones de la etnia toba en la finca Abra Grande. Armani Agropecuaria tiene, por lo menos, un nombre elegante: pertenece a Silvio y Bruno Armani (no confundir con Giorgio ni con Exchange) y figura como aportante a la campaña de Cristina con tres donaciones de 15.000 pesos cada una, el 19 de octubre de 2007.“Quería compartir con el conjunto de la Secretaría el logro institucional materializado en la fecha”, comienza un mail enviado a toda su Secretaría por Homero Bibiloni a las 17.02 del 13 de febrero. “Hemos reparado una deuda ambiental”, prosigue el ahora secretario de Ambiente, reemplazante de Picolotti. Bibiloni, el conmovido funcionario, es el funcionario que autorizó la mayor tasa de desmonte como subsecretario de Atilio Savino. Aunque, como se sabe, todo es siempre fruto de la casualidad.Investigación: J L / Jésica Bossi.

sábado, 14 de febrero de 2009

Sobre el origen de la violencia humana-Ramón Ortega

La psicología motivacional ha elaborado dos teorías para explicar los orígenes de la violencia humana: la instintivista y la conductista. La teoría instintivista debe su origen a Charles Darwin, que estudió el papel de los instintos como fundamento de la motivación humana. Según Darwin, cada conducta humana tiene un motivo, y cada motivo es un instinto independiente e innato en el hombre, del mismo modo que en el instinto animal. Si reaccionamos con agresividad, dicen los instintivistas, la causa es nuestro instinto de agresión. Si somos sumisos, la causa es nuestro instinto de sometimiento. Entre quienes continuaron a Darwin se destaca Konrad Lorenz, para quien la agresión humana es un instinto más o menos innato de agresión. Lorenz sostiene en su libro La historia natural de la agresión, que la violencia no es algo que produzcan los hombres mismos, ni tiene su base en las condiciones sociales, sino que nace de la naturaleza misma del hombre. También afirma que la agresión la produce el hombre de forma continua y espontánea en su cerebro, herencia de nuestros antepasados animales. Frente a estas ideas, Erich Fromm observa que el hombre es notablemente más destructivo y cruel que el animal, el que no es sádico ni hostil a la vida. Por eso, cree que la agresividad humana nace de las condiciones específicas de la existencia humana. Pero la neurofisiología muestra de forma categórica los centros o regiones del cerebro que producen agresividad cuando reciben los estímulos adecuados, es decir, cuando una amenaza a intereses vitales los moviliza, tanto en el hombre como en los animales.
La agresividad, por lo tanto, está presente en el cerebro como un mecanismo que siempre puede ser estimulado, pero que si no existen factores desencadenantes, no se almacena y no fuerza ningún comportamiento. En base a esto, algunos pensadores modernos opinan que aquello que Sigmund Freud expuso alguna vez con su teoría del instinto de la muerte, es cuanto menos, discutible. Desde que Freud descubrió y exploró el in-consciente, ya no bastan los alegatos de intención, lo que interesa son los motivos inconscientes que están por detrás de las intenciones manifiestas. Desde Freud, el hombre no sólo es responsable de lo que hace a sabiendas y de sus “buenas intenciones”, sino también de su inconsciente, lo que habla por él es su conducta, no sólo sus palabras.
A partir de esta escueta sinopsis sobre el origen de la violencia no debe llegarse a la conclusión de que estoy exponiendo razonamientos personales. No poseo título académico alguno que me permita mantenerme a flote en esas aguas. Sólo trato, ante la violencia nuestra de cada día, de encontrar alguna explicación posible. Dudar es un modo de pensar, dijo Descartes, y sobre este tema tengo más dudas que certezas. Dudo de aquellos que, permanentemente, dicen de una manera y hacen de otra. De los inteligentes que no suprimen la estupidez, sino que la perfeccionan. De los que viven criticando a los demás, pero reaccionan como energúmeno cuando los critican. De aquellos que, premeditadamente, olvidan que para hablar de honradez hay que ser estricto a la hora de revisar la propia. Dudo de los talentosos, pero a la vez estúpidos del sentimiento. Dudo de mí, porque muchas veces cuando creo descubrir en mí una nueva virtud, no es más que una calamidad. No soy un escéptico que duda por dudar, solo soy un hombre que un día decidió partir desde su ignorancia natural para recorrer un largo camino y tratar de aprender todo aquello que uno puede saber. Pero un día me di cuenta de que no sabía nada y decidí volver a la ignorancia de donde había partido. Dicen, y tal vez sea verdad, que esta es una ignorancia sabia que se conoce a sí misma. Me pregunto si aquí no radica la causa profunda de una disonancia irremediable con aquellos que no recorrieron ningún camino y se quedaron en su ignorancia natural, lugar desde donde hablan con un tinte de suficiencia y se muestran hipócritamente preocupados por la violencia de un mundo desfigurado y expoliado por nosotros mismos.

Macri, artesanos, vecino de palermo-Perfil (que le puso otro título a la nota)

Aunque el propio Gobierno porteño fue el que autorizó cortar la calle Honduras para armar un paseo de artesanos en el corazón del barrio de Palermo, la protesta de un sector de vecinos "defraudados" impulsó a la administración macrista a encabezar más tarde un decomiso de mercadería. El procedimiento generó algunos disturbios con los vendedores callejeros.
Pese a la autorización del gobierno de Mauricio Macri de crear un paseo con 120 artesanos durante seis fines de semana en los alrededores de la Plaza Cortázar (más conocida como "Plaza Serrano"), la Comuna llevó adelante esta tarde un procedimiento de decomiso de mercadería con aquellos "no habilitados", lo que inició una trifulca con algunos artesanos.
El operativo PRO puede interpretarse como una respuesta a las demandas de sectores de vecinos críticos de la medida inicial, que denunciaban que el paseo convertiría al barrio de Palermo en "La Salada" (centro de compra popular en Lomas de Zamora). "Nos defraudaste Macri", decían algunos carteles de aquellos enfurecidos con la "prueba piloto" del gobierno porteño.
Incidentes. Una vez instalado el paseo, inspectores de la Ciudad, custodiados por efectivos de la fuerza de seguridad, iniciaron un procedimiento de decomiso de mercadería de los artesanos "no habilitados" que derivó en forcejeos con agentes de la Comuna. En medio del operativo, un funcionario porteño señaló a la prensa que el procedimiento fue concretado por "ocupación del espacio público".
Lo paradójico del decomiso es que el Gobierno había dicho que "'esto se hace o se hace', cuando había otros lugares, menos transitados, que no perjudicaban a los vecinos y a los comercios; y una vez que la feria se legaliza, queda de por vida", dijo Camilo Alan, presidente de la Asociación de Amigos de Palermo Viejo.
En declaraciones a radio La Red, reproducidas por la agencia DyN, Alan sostuvo que los vecinos de Palermo sólo obtuvieron de parte de la Comuna la promesa de ser recibidos "por un funcionario de bajo rango" y consideró que "el que tiene que tomar la decisión es el jefe de Gobierno". En definitiva, el PRO terminó siendo criticado tanto por los artesanos ("no habilitados") como por los vecinos.

Lucha en el barro-Santamarina

El análisis de las encuestas encargadas por el Gobierno para imaginar el horizonte de octubre de 2009 alarmó a los estrategas oficiales. No hay candidato para el conurbano bonaerense que garantice un triunfo ante la oposición. Ni siquiera Néstor Kirchner, que incluso carga con el riesgo de que una derrota suya haga desbarrancar la gobernabilidad de la gestión de su esposa. El campo sigue acaparando simpatías en el futuro electorado, no tanto por sus demandas sectoriales sino por su simbólico rol de víctima de la “intolerancia” K, esa marca de estilo que impacta tan negativamente entre los sectores medios que votaron a Cristina porque compraron su promesa de cambio de modales. Y el enfriamiento de la economía promete más descontento social. Semejante escenario aceleró la idea de un plan B, no en la economía, sino en la comunicación de la gestión. Hasta hace unos días, la rigidez del plan A –versión pingüina del retroceder nunca, rendirse jamás– le hacía decir en confianza a uno de los ministros más obedientes del kirchnerismo: “Si en octubre nos va mal, no pasa nada, nos vamos y listo”. Esa actitud fatalista llegó a preocupar a la oposición, que desea con ardor limar el poder K, pero que prefiere ir cocinando a Néstor en su propio jugo, a fuego lento, para comérselo sin masticar mucho en 2011. Sin embargo, en la Casa Rosada pensaron que, perdido por perdido, mejor era apostar a recuperar la iniciativa. Y en Olivos le dieron luz verde al plan B. El plan B es simplemente barajar y dar de nuevo. O mejor dicho, embarrarse y medir de nuevo. Si hasta Néstor mide mal, ¿quién es la persona indicada para empujar para arriba las boletas K? La respuesta obvia, de manual, es la que el oficialismo parecía haber olvidado: Cristina. Después de todo, en un país normal, una presidenta recién elegida debería ser la cara ganadora del primer test electoral de su gobierno. El problema es que el rostro de Cristina se volvió antipático ante la opinión pública. Entonces, sus asesores pensaron un maquillaje al revés. Cara lavada, peinado aplastado, camisa empapada, zapatos y pantalones embarrados, nada de Louis Vuitton: en síntesis, look Tartagal. Los locutores de C5N cumplieron en destacar estos detalles, para que no quedaran dudas. La Presidenta estaba con los pobres, mientras Macri, Solá y De Narváez hablaban de candidaturas, impecablemente trajeados, en el Hotel Intercontinental. Los operadores kirchneristas reaccionaron rápido. Había que neutralizar el rating de la cumbre tripartita del PROperonismo, cuyo frente amenaza con picar en punta en los sondeos de intención de voto de los bonaerenses. También fueron ágiles ante el amague ruralista de volver a las rutas: Cristina aprovechó su anuncio de 2.000 millones de pesos en planes sociales para tirarle al campo con la realidad de la pobreza estructural. La Mesa de Enlace acusó el golpe y, seducida por un llamado al diálogo desde Balcarce 50, decidió una minitregua. Si la semana que viene el Gobierno recibe al campo y le hace una oferta que no pueda rechazar, tal vez la Presidenta pueda resucitar de sus cenizas. Y la papa caliente volverá a quemar las manos de la oposición. El martes por la noche, en el hotel L’Etoile de Recoleta, el dirigente peronista Daniel “Chicho” Basile festejó su cumpleaños. Fue Eduardo Duhalde, fue Carlos Ruckauf, fue Ginés González García, que está dejando seducirse por el felipismo, fue el ucedeísta Jorge Pereyra de Olazábal, que acaba de ser reclutado por Alberto Rodríguez Saá como “embajador” puntano en Buenos Aires: el aire olía a pingüino macerado. Se bromeó sobre el vedetismo de Felipe, los “veinte palos” que el Colorado estaba invirtiendo para octubre, y del miedo de Mauricio a incinerarse públicamente por su alianza con el duhaldismo clásico. También se habló de la estrategia oficialista de victimizarse por adelantado, dejando incluso que corra la idea de que a Kirchner le va a ir muy mal en octubre, para que cuando las urnas arrojen los resultados reales, la performance K parezca una hazaña electoral. Al día siguiente, Macri se despegó de Duhalde en plena conferencia de prensa: dijo la verdad y a la vez mintió. Es cierto que Macri desconfía de un largo abrazo duhaldista hasta 2011, y que su gurú semiótico Jaime Durán Barba lo convenció de que él es la niña bonita que todo el peronismo disidente corteja por necesidad. Pero también es cierto que los propios operadores macristas reconocen que sin el know how de los Carlos Brown, los Osvaldo Mércuri y los Alfredo Atanasof, el conurbano sería para el PROperonismo un lodazal intransitable. Pero la pelea de hoy es ahí, en el barro. Y como ya advirtió Cristina, para ser rico, primero hay que parecer pobre.

Gobernar es prever-Bonasso

Con uno de sus fotogénicos shows en el pabellón de Olivos, el Gobierno presentó la reglamentación de la Ley de Bosques (ley 26.331) como un logro de gestión, cuando en realidad se trató de cumplir una obligación que demoró durante catorce meses, o por lo menos once, si restamos los tres que la propia norma establecía para dictar el correspondiente decreto reglamentario.

La ley fue promulgada por el Ejecutivo en diciembre de 2007 y recién en julio de 2008 la anterior secretaria de Ambiente Romina Picolotti presentó un texto reglamentario que se quedó dormido en algunos cajones oficiales hasta que el lodo trágico de Tartagal hizo volar puentes e hipocresías.

El primer reflejo de los funcionarios, tanto nacionales como provinciales, fue presentar la catástrofe como “desastre natural”, ajena al ecocidio forestal que se viene perpetrando en Salta y otras provincias norteñas, pero la celeridad en recordar lo que olvidaron durante catorce meses parece una tácita admisión de que el desmonte y la tala (maderera, petrolera) algo tuvieron que ver con el desborde del río Tartagal.

El barro, desgraciadamente, resultó didáctico. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, por ejemplo, descubrió la “pobreza estructural” del país que preside.

El senador Daniel Filmus, titular de la Comisión de Recursos Naturales y Ambiente Humano de la Cámara alta, descubrió el jueves último que era imprescindible reglamentar la Ley de Bosques cuanto antes. Eso sí, en acuerdo con el Cofema (Consejo Federal del Medio Ambiente), el organismo que las provincias con intereses sojeros y madereros utilizaron como valladar para impedir y luego acotar la Ley de Bosques. Lo mismo que planteó al asumir el secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Homero Bibiloni.

El Cofema, como bien lo sabe el senador Filmus, está presidido actualmente por Julio Nasser, ministro de Ambiente de la provincia de Salta. Casualmente el funcionario que en mayo del año pasado dejó cesante a la antropóloga Catalina Buliubasich, que en aquel entonces era secretaria de Política Ambiental y había demostrado celo para frenar 18 (dieciocho) grandes desmontes.

Los detuvo respetando el espíritu de la Ley de Bosques y amparando a las comunidades wichis que no habían sido convocadas a las correspondientes audiencias públicas. Que ella tenía razón y no su jefe Nasser quedó demostrado hace poco cuando la Corte Suprema hizo lugar al reclamo de los pueblos originarios y mandó suspender los desmontes. Posiblemente el senador Filmus no desconoce tampoco que el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, aún no ha presentado el mapa de ordenamiento territorial de los castigados bosques salteños. La legislatura provincial, controlada por los adictos al ex gobernador Juan Carlos Romero, había promulgado una ley de ordenamiento territorial que autorizaba el desmonte de “apenas” un millón seiscientas mil hectáreas. Parece que en su momento a Urtubey no le habría parecido una cifra justa. ¿Pensaba en dos o tres millones como dicen algunas fuentes? Veremos que pasa el 26 de marzo próximo, que es el límite temporal fijado por los legisladores a Urtubey para presentar el mapa. Ante el desastre de Tartagal es válido conjeturar que no se atreverá a seguir permitiendo el ecocidio que patrocinó su antecesor Romero.

Filmus y Urtubey son coautores del libro Argentina 200 años. Un modelo para debatir, que presentaron en diciembre pasado con sus respectivas ONG: el Centro de Estudios Porteños y la Fundación Espacio de Ideas. Esperemos que quede algún quebracho en pie para el Bicentenario. El secretario de Ambiente, Homero Bibiloni, descubrió que las grandes catástrofes suelen fomentar el oportunismo político, sin reparar que se lo podía incluir rápidamente en el casting. Convertir un acto administrativo, como es la reglamentación de una ley vigente, en una seudopropuesta de política ambiental evacuada en un discurso colegial, lo ubican en la categoría más baja del oportunismo: la de los oportunistas sin sentido de la oportunidad. Echarle la culpa de la mora en la reglamentación a su antecesora Romina Picolotti habla muy mal de esa lealtad a la que suelen referirse asiduamente muchos políticos del PJ bonaerense.

El jefe de Gabinete, Sergio Massa, descubrió que debe reasignar una partida presupuestaria especial porque no hubo ninguna previsión para la Ley de Bosques en el actual presupuesto. Cuando se lo advertí en la Cámara de Diputados durante su comparecencia, se refirió elípticamente a una llamada oficiosa que me había hecho la secretaria Picolotti informándome sotto voce que reasignarían una partida de 400 millones para implementar la norma. La ley establecía la creación de un Fondo de Compensación de mil millones de pesos para que las provincias pudieran compensar a los productores a quienes no se les autorizaran desmontes. Un añadido que hizo el Senado y acepté en Diputados para que frenasen de una vez por todas la tala indiscriminada.

En estos días de luto para los sufridos habitantes de Tartagal, que ya fueron víctimas de la privatización de YPF y de otra inundación previa en 2006, muchos periodistas me preguntaron si esta tragedia hubiera podido evitarse deteniendo a tiempo la deforestación salvaje que ha sufrido Salta y otras provincias norteñas. Yo creo sinceramente que sí. Las demoras en materia de previsión ambiental suelen ser trágicas e irreparables.

Hace tiempo que lo vengo advirtiendo, con una serie de proyectos legislativos como el de preservación del área natural del Chaco salteño (mayo 2004); el de emergencia forestal (agosto 2004) y la Ley de Bosques (mayo 2006).

Ya van tres años con la Ley de Bosques. Primero costó un año imponerla en Diputados; luego otro en el Senado y finalmente catorce meses para que la reglamentara el Ejecutivo. En 2006 se desmontaron 300.000 hectáreas en todo el país; en 2007 (mientras la ley deambulaba en las cámaras) el ex gobernador Romero –que ahora tiene el caradurismo de pedir que se frenen los desmontes– otorgó permisos para desmontar 478.000 hectáreas, solamente en Salta. Juzgue el lector por sí mismo. Mientras tanto, un nuevo peligro se cierne sobre el medio ambiente y no creo que sea de “soldado verde” denunciarlo: el veto de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a la ley de glaciares puede conducirnos a otro desastre ambiental de proporciones.

Esperemos que no lo “descubran” en Olivos cuando sea demasiado tarde. Gobernar es prever.

viernes, 13 de febrero de 2009

No es pensar..

Si tuviera una idea en este preciso momento, no dudaría ni un segundo en escribirla.
Pero no estoy seguro de estar en un momento.

El calor no deja..

-Tenés que reconocer que hace calor.
-Es todo sicológico.
-No, no lo es. Estás transpirando.
-Eso es porque vos lo estás deseando. Tus deseos modifican la realidad.
-No tiene sentido.
-No, ya lo sé.
-¿Entonces?
-Es que, yo tampoco sé qué podemos hacer.

sábado, 7 de febrero de 2009

Fraudes-Caparrós

¿No exageran, muchachos? Se reúnen y claman indignados: que si el Gobierno no acepta cambiar las boletas de las próximas elecciones significa que está preparando “un nuevo fraude”. No sé cuál era el anterior pero, en cualquier caso, me sorprendió que unos partidos que han ganado elecciones con este sistema de boletas –UCR, CC, PS, Pro– lo consideren garantía de fraude. Así que me preocupé, leí sus explicaciones: repiten una y otra vez que el sistema de boleta única que proponen sirve “para que no falten boletas de una fuerza política dentro del cuarto oscuro”. Para eso, en mi pueblo, se usaban los fiscales, que tenían que ir a revisar de tanto en tanto que esas boletas estuvieran ahí. Durante algunas décadas el mecanismo funcionó, pero de pronto les parece mal. Uno podría sospechar que es porque ya no tienen fiscales: porque ya no tienen militantes. Muchachos, tengan fiscales: dejen de hacer televisión, dejen de hacer transitas, hagan política, convenzan militantes, consigan adherentes, organícenlos y pídanles que fiscalicen. Y si no pueden, no les echen la culpa a los que sí. Quizá suene incorrecto, pero si un partido político no consigue juntar siquiera los fiscales necesarios no sé si tiene derecho –político– a querer ganar en unas elecciones.Me pregunto también si no se confunden, muchachos. Digo, porque claman indignados por el tema de la boleta única y se olvidan de aquello que sí modifica radicalmente la forma en que elegimos a nuestros representantes: la lista sábana, el curro que siguen usando sus partiditos para hacernos votar todo tipo de sapos, y para negociar con dudosos elementos y pagarles sus favores: no te preocupes, hermano, cuando salgas de la cárcel te pongo 11 en la lista y capaz que podés ser concejal. Esta boleta única que proponen resultaría, entre otras cosas, la consagración de la sábana: votaríamos, dicen ustedes, con un papel donde ni siquiera están escritos los nombres de los candidatos que caigan más allá del tercer puesto de las listas.Y me vuelvo a preguntar si no exageran. Por momentos uno pensaría que lo hacen a propósito: que lanzan la propuesta con tanta ira que el Gobierno no puede aceptarla porque estaría claudicando; entonces, como no lo va a hacer, ustedes podrán decir que las elecciones fueron fraudulentas –porque se hicieron igual que todas las anteriores–. Pero uno no es mal pensado, así que prefiere imaginar que esa ira, muchachos, es un efecto de la crispación argenta actual. Todo tan tremebundo: un asesinato es una masacre, un accidente una tragedia, una medida de gobierno el fin de la nación o, si acaso, del mundo –a veces, por suerte, el universo parece estar a salvo–. Esos sí que son fraudes. Yo no estoy en contra de la crispación: creo que hay situaciones en que vale la pena y algunas en que corresponde ir incluso más allá. Pero esta crispación permanente por pavadas se acerca a la caricatura y ni siquiera es muy graciosa. Y encima es un peligro: si no lo creen, pregúntenle al pastorcito mentiroso.

La historia de las cosas-Annie Leonard

Muy buen video! Explica el sistema capitalista, o de mercado, ese feo que todos conocen. O no. Pero pueden conocerlo viendo el video...

http://www.youtube.com/watch?v=LgZY78uwvxk

Elogio a las desigualdades-Alberto Banegas Lynch

Todos los seres humanos somos desiguales desde el punto de vista anatómico, fisiológico, bioquímico y, sobre todo, psicológico. Talentos y potencialidades distintas naturalmente conducen a resultados diversos. Como los bienes no crecen en los árboles, en una sociedad abierta la institución de la propiedad privada permite que la producción se ubique en las manos de quienes son más eficientes para atender los requerimientos de terceros. Los cuadros de resultado muestran quiénes dieron en la tecla a través de ganancias y quiénes incurren en quebrantos como consecuencia de que erraron respecto a los gustos y preferencias del prójimo. Esta situación da como resultado diferencias de rentas y patrimonios que, a su vez, permiten que las consiguientes tasas de capitalización incrementen salarios e ingresos de todos. Cada uno puede actuar conforme a sus creencias y resolver lo que está a su alcance enmendar; sin embargo, se prefiere recurrir a la primera persona del plural y convertir el asunto en algo abstracto y grandilocuente. Comodamente instalados en sus poltronas, estos personajes de pacotilla pretenden defender sus posesiones con el célebre todo o nada: es sabido que un buen modo de eludir las propias responsabilidades y no hacer nada es vociferar que se debe encarar la absoluta totalidad del asunto. El dictum anglosajón viene muy al caso: Put your money where your mouth is. En prácticamente todas las campañas electorales se promete la “redistribución de ingresos”; es decir, volver a distribuir por la fuerza lo que en el supermercado la gente ya hizo voluntaria y pacíficamente. Por esto es que las nivelaciones crematísticas surgen de un proceso impuesto y artificial tipo en la isla-cárcel cubana. Son los megalómanos de siempre que pretenden rediseñar al ser humano y convertirlo en un imaginario “hombre nuevo” para lo cual se cercenan libertades, se destrozan vidas y se instaura un sistema de miseria ge-neralizada, excepto para los autócratas de turno. Se toma la riqueza como si se tratara de una cantidad dada y, para usar la terminología de la teoría de los juegos, se considera que estamos frente a la suma cero: lo que tiene uno es porque no lo tiene otro. No parece percibirse que se trata de un proceso dinámico y creativo en el que se expande la producción en cada transacción libre y voluntaria donde las dos partes ganan, a diferencia de lo que ocurre en un asalto a un banco por el que el ladrón obtiene lo que se le ha robado al banquero. Esto mismo sucede con los empresarios prebendarios que saquean a la población vía sus negocios en las sombras de los despachos oficiales. Anthony de Jasay refuta la conclusión tomada de la metáfora del deporte cuando se sostiene que todas las personas deben “largar” en igualdad patrimonial en “la carrera de la vida” y, cada uno, por sus propios méritos, llegar a la posición que hayan sabido conquistar. Muestra que este correlato es autodes-tructivo, puesto que el esfuerzo en la carrera es para trasmitir recursos a la generación siguiente; lo cual, en aquella situación, no resulta posible debido a que habrá que nivelar nuevamente a la llegada de la susodicha carrera con lo que se coartan los incentivos del evento. Por esto es que un impuesto confiscatorio a la herencia es el método más contundente para arrancar de cuajo toda posibilidad de ahorro. La llamada igualdad de oportunidades es incompatible con la igualdad ante la ley. Si a un amateur en tennis se lo enfrenta a un profesional y se pretende otorgar “igualdad de oportunidades” habrá que obligar al segundo a que juegue con el otro brazo y así, sucesivamente. La igualdad es ante la ley no mediante ella; de lo que se trata es que todos tengan mayores oportunidades puesto que, en la medida en que se pretendan nivelar, se elimina la igualdad de derechos con lo que las oportunidades serán todas menores.
*Doctor en Economía.


Típica opinión de compañero tipo de la agraria, que me deja esa sonrisita mientras en silencio me pregunto ¿cómo pueden pensar esto? Igual.. ni ganas de decir lo que pienso, pero es fácil de suponer..

Propia tropa-Eliaschev

El escrache a ciudadanos argentinos reitera un procedimiento que nunca condenó ni combatió el matrimonio presidencial, pero la reciente serie de actos anti israelíes en Buenos Aires y las embarazosas y confusas declaraciones del Gobierno, requieren mirar a Caracas. Una entidad para-oficial venezolana, Aporrea, que “se identifica con el proceso de transformación revolucionaria y democrática de Venezuela”, propone los métodos que orientan los escraches locales de las últimas semanas y apoya al presidente Hugo Chávez, para “contribuir a la profundización del proceso revolucionario de transformación de la sociedad, así como a la defensa y afianzamiento de las conquistas contenidas en la constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el camino hacia la construcción del socialismo”. Nacida en 2002 dentro de la Asamblea Popular Revolucionaria “para enfrentar la ofensiva golpista de la burguesía venezolana contra el gobierno del presidente Hugo Chávez”, Aporrea se declara explícitamente defensora del “proceso revolucionario” y se ufana de haber defendido “en los más crudos momentos al gobierno del presidente Chávez frente a la conspiración oligárquica-imperialista”. Propone denunciar con nombre y apellido a los grupos judíos de poder en Venezuela y boicotear sus empresas. “Como a estos hebreos sionistas les duele más el bolsillo que cualquier otra cosa (incluyendo Jehová)”, exige no comprarles sus productos ni acudir a sus locales comerciales, incluyendo a las transnacionales “vinculadas al régimen sionista de Israel” (Citroën, Nestlé, McDonald’s, Adidas, Nike, Zara, Revlon, General Electric, Coca-Cola, Walt Disney, IBM, etc.). Proponen cerrar las escuelas judías, porque “no es posible la existencia de un Estado dentro del Estado” y convocan a concentraciones públicas masivas y periódicas, no solo frente a la embajada de Israel, sino también a las sedes de las organizaciones judías de Caracas, incluyendo sinagogas y “cualquier espacio donde se defiendan y promuevan los intereses sionistas”. Quieren “emplazar públicamente a todo judío que se encuentre en cualquier calle, centro comercial, plaza, etc., a que tome posición, vociferándole consignas a favor de Palestina y en contra del estado-aborto (sic) de Israel”. Proponen nacionalizar y confiscar empresas y bienes de judíos sionistas y enviar a los palestinos armamento básico y sofisticado para combatir a “las huestes sionistas”. Planifican denunciar los “mitos y verdades del supuesto holocausto u holocuento judío (verdadera industria de la lástima chantajista y el sentimentalismo de baja estofa) aplicado por los nazis alemanes, por su carácter fuertemente dudoso, tergiversador y cuestionable”. La semana pasada, en el escrache al empresario Eduardo Elsztain, el cabecilla Juan Carlos Beica le dijo a Radio 10 (¿dónde si no?): “Vamos a ir a las oficinas de las empresas, al lugar donde se esconden las ratas, a escracharlos, pero si es necesario a tomar esas oficinas, a rodearlas y bloquearlas exigiendo ahí, en el nido de ratas donde están los capitales sionistas, que se retiren de Gaza”. Cuando el presidente de la DAIA, Aldo Donzis, denunció que la ola antisemita, “no registra precedentes desde el retorno de la democracia en nuestro país”, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, tuvo una singular reacción. “La Argentina no es un país antisemita” se defendió y, como siempre, aseguró que “se iniciará una investigación frente a la manifestación que haya (sic) tenido gestos antisemitas”. Donzis dijo algo grave y evidente: “los medios de comunicación difunden arengas antisemitas en concentraciones callejeras, que anuncian que irán a buscarnos a las empresas y oficinas. Ya comenzaron, encapuchados y armados con palos, amenazando a dirigentes comunitarios frente a la propia sede de la AMIA y la DAIA, centro neurálgico de la comunidad judía argentina, que fuera volado por los terroristas en 1994. Es inaudito e intolerable que ello ocurra y que no merezca el repudio y la condena pública, así como la actuación de oficio de la justicia frente a flagrantes violaciones a la Ley Antidiscriminatoria”. Penosamente, la UCR, la CC, Cobos y los socialistas no condenaron los escraches y centenares de pintadas insultantes contra judíos argentinos. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no las ha tapado. Ningún fiscal del Poder Judicial inició acciones legales. Según Fernández, el Gobierno no avala a Luis D’Elía. D’Elía compara a Israel con los nazis, pero el Comité Judío Americano (AJC) no lo considera funcionario kirchnerista. La responsable del AJC para América Latina, Dina Siegel Vann, simpatiza con los Kirchner y lo proclama en sus periódicos desembarcos en Buenos Aires, ante la molestia de la comunidad judía argentina. Un informe del AJC entregado en la embajada argentina en Washington “reconoce” el trabajo del Gobierno en ese sentido. D’Elía, que trabaja habitualmente para los gobiernos de Irán y Venezuela, se veía viajando a Gaza con la ayuda del Gobierno a las víctimas palestinas. Para él, gobierno de Israel es “de derecha casi filo nazi”. Para Fernández, la Argentina “es un país de libertades y las minorías pueden hacer uso de ellas. Nosotros como gobierno, la estudiamos y analizamos para ver si violan o no la ley vigente”. Según él, sólo hubo “manifestaciones desafortunadas” hacia la comunidad judía en esas marchas contra Israel. Vertical, la jefa del INADI, María José Lubertino, volcó malamente. Primero anduvo diciendo que “investigaría” pintadas y expresiones en marchas públicas, pero se negaba a condenar los escraches y acusaba a Israel unilateralmente de “violar el derecho internacional”. Horas antes había evitado censurar los episodios de antisemitismo: “no somos un organismo opinador”. La funcionaria creía serle fiel a un gobierno donde a D’Elía no lo desautoriza ni censura nadie, en la Casa Rosada, en Olivos, ni en El Calafate. Pero fue al final fue ella la reprendida, y públicamente, por Sergio Massa. Los comentarios del responsable de la seguridad interior son notables. Estos hechos, dijo, “no se pueden aceptar”. Recordó que “el exterminio que sufrió el pueblo judío durante el siglo pasado tuvo como antecedentes manifestaciones de odio como las que ocurrieron en las últimas semanas”. ¿Y lo de las ratas sionistas? “Un despropósito demencial”, opina. Sin embargo, entrevistado por Radio 10 (¿por quién, si no?), el tipo que encabezó el escrache contra Elsztain dijo que llamaba “ratas” a los judíos argentinos como “una calificación política”. El argentino Elsztain es tesorero del Congreso Judío Mundial, fundado en 1936. País trágico la Argentina, donde se dice una cosa y se hace la otra, mientras casi todos miran para otro lado y se callan.

No analicen-Sietecase

¿Se cae el Imperio? ¿Eso es bueno o malo? ¿Por qué no podemos celebrar la crisis del capitalismo sin que nos califiquen de irresponsables o ignorantes? ¿Por qué tenemos que preocuparnos cuando las Bolsas cierran en baja, si cuando las acciones suben eso no tiene ninguna influencia en nuestras vidas? ¿Por qué el gobierno norteamericano invirtió 700 mil millones de dólares para salvar a banqueros irresponsables y corruptos en lugar de aplicar el dinero público a proteger a los damnificados? ¿No era que la mano invisible del mercado lo arreglaba todo? George Bush se convirtió en el líder que realizó la mayor intervención estatal de la historia. ¿Eso lo convierte en un héroe del socialismo real? ¿Por qué los miles y miles de ciudadanos norteamericanos víctimas de los manejos financieros y de la irresponsabilidad del gobierno no salen a pedir “que se vayan todos”? En la novela negra norteamericana, muchas veces, se puede determinar quién es el autor de un crimen investigando a aquel los que se beneficiaron con el delito. ¿Por qué no se investiga a los que ganan con esta crisis, por ejemplo a los que compran los bancos quebrados? ¿Por qué al grueso de la sociedad norteamericana le cuesta tanto asociar las aventuras expansionistas y los gastos militares con la hecatombe económica? El periodista Michael Moore, en una reciente carta pública, señaló: “El objetivo de este rescate es proteger la obscena acumulación de riqueza que ha sido amasada en los últimos ocho años. Es para proteger a los accionistas que poseen y controlan a las corporaciones en Estados Unidos. Es para asegurarse que sus yates y mansiones y su ‘forma de vida’ no sean interrumpidos mientras que el resto de los estadounidenses sufren y luchan para pagar las cuentas. Dejemos que los ricos sufran al menos una vez. Que paguen el costo del rescate. Estamos gastando 400 millones de dólares al día en la guerra de Irak. ¡Que acaben de una vez con la guerra y nos ahorraremos otro medio trillón de dólares! Están protagonizando un golpe de Estado financiero en contra de nuestro país”. ¿Por qué no se mide el índice de riesgo país de los Estados Unidos? ¿Por qué todos corren a comprar dólares para resguardar sus ahorros, si el país donde nace la crisis es el emisor de esos billetes? ¿Por qué nadie reconoce que la crisis se potenció por el incentivo demencial al consumo que lanzó sobre los ciudadanos norteamericanos y que fue financiado por las hipotecas basura? ¿Será porque la creación ficticia de necesidades donde éstas no existen se convirtió en la esencia misma del sistema? ¿Por qué no se dice que si Barack Obama fuese blanco, el Partido Demócrata ya tendría asegurado el triunfo en las elecciones y ahora, en cambio, se habla de comicios peleados? ¿Por qué Domingo Felipe Cavallo da lecciones de Economía y sugiere salidas para la coyuntura mundial? ¿Por qué los periodistas consultan al ex ministro de Carlos Menem y de la Alianza como si se tratara de un académico recién llegado al país? ¿Por qué la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández, critica a los organismos de crédito internacional, pero anuncia que les pagará puntualmente a los acreedores externos? ¿Cuál es el paradero del ministro de Economía de la Argentina? Una ayuda: es un señor de barba, de apellido Fernández. ¿Por qué los países de América Latina tienen que compartir las pérdidas de la debacle de los países centrales si nunca fueron partícipes de las ganancias? ¿Por qué la región –con excedentes alimentarios, autosuficiencia industrial, recursos humanos calificados, mano de obra y recursos naturales abundantes– no puede convertir esta crisis mundial en una oportunidad? ¿Por qué es tan difícil para los países sudamericanos articular una estrategia común? Coordinar, por ejemplo, cómo defender la producción nacional, los puestos de trabajo y los intereses de los que menos tienen. ¿La Unión Sudamericana de Naciones sólo funciona cuando peligra la democracia en algún país? El gran Tato Bores, en algunos de sus memorables monólogos, se atrevía a sugerir: “Si quieren ser felices no analicen”.

Vivirá sin dinero para demostrar los errores del capitalismo-Critica digital


Mark Boyle es un economista irlandés de 29 años que quiere demostrar que los principios que rigen el capitalismo son erróneos y que no es necesario gastarse ni una sola libra (o dólar o euro) para poder vivir con dignidad.Lo va a intentar a partir de hoy y durante al menos un año, viviendo en una caravana en Bristol (oeste de Inglaterra), con un hornillo de leña para cocinar, una ducha con placas solares, una bicicleta y un agujero en el suelo para hacer sus necesidades.Comer no será un problema, afirma en una entrevista telefónica con EFE minutos antes de iniciar el desafío, "porque esta sociedad tira a la basura tal cantidad de comida, que basta con acercarse a los contenedores de un supermercado para poder alimentarse"."Y si me canso de buscar en los contenedores, hay suficientes presentaciones de libros o inauguraciones de exposiciones de arte para poder llenar la tripa con ricos canapés y un montón de bebida gratis", dice este irlandés, que forma parte de la ONG "Freeconomy", que promueve el trueque y la eliminación del dinero como modelo.Su proyecto comienza coincidiendo con el "Día de no comprar nada", que se celebra internacionalmente para llamar la atención sobre los excesos de la sociedad de consumo en un mundo en el que miles de personas mueren diariamente de hambre.Boyle también cultivará la tierra para "apreciar el valor real de lo que me coma, sobre todo papas, como buen irlandés"."Las sociedades occidentales tiran una tercera parte de la comida y si la gente produjera sus propios alimentos tendría mucho más cuidado. Pasa lo mismo con el agua; si fuéramos nosotros los que la tuviéramos que mantener limpia no cagaríamos en ella", explica.El problema de fondo, añade, "es que esta sociedad nos ha dejado completamente insensibles hacia lo que representa consumir. No respetamos en absoluto la energía que hay puesta en las cosas que compramos, así que no tenemos ningún problema en despreciarlas".Su único temor de no poder completar estos 365 días sin tocar una moneda son los imprevistos: una enfermedad, una lesión o algún problema en su familia, que vive en Donegal (norte de Irlanda).Estará en contacto con ellos, porque Boyle no renunciará ni al teléfono móvil, ni a la computadora portátil, aunque aclara que sólo los utilizará cuando lo permitan las baterías, que también se alimentarán de un panel solar instalado encima de la caravana.El transporte se lo proporcionará una vieja bicicleta, que lleva un carrito adosado, con la que no descarta "irme a pasar las vacaciones de Navidad con mi familia. Sólo el mar se interpone en mi camino", dice riendo.Unas 400 personas fueron a apoyarlo en el inicio de este proyecto que lleva preparando meses, pero que a partir de hoy vivirá "como una cuestión de supervivencia del día a día, sin saber si a la mañana siguiente tendré algo que echarme a la boca".Es consciente de que un mundo sin dinero es una utopía hoy por hoy, pero espera que su gesto "sirva por lo menos para hacer pensar a la gente en lo condicionadas que están sus vidas por el dinero y en lo poco que piensan en las cosas importantes por su culpa".Boyle espera tener más éxito que en su anterior "aventura", cuando intentó irse caminando sin dinero hasta la India, pero no llegó más allá de Calais (Francia), donde su incapacidad para comunicarse con los franceses le hizo volver a casa.

Zamba de mi esperanza-Lanata

“Cuando uno pierde la esperanza se vuelve reaccionario.” (Jorge Guillén, poeta español, 1893-1984)“La esperanza ha contribuido a perder al género humano.” (Henrik Johan Ibsen, dramaturgo noruego, 1828-1906)“Lasciate ogni speranza, voi ch’entrate.” (dejad, pues, los que entráis aquí, toda esperanza). (Inscripción en la puerta del infierno según Dante Alighieri en La Divina Comedia).OK, manga de cínicos, cobardes y frustrados, me convencieron: el Negro no va a cambiar nada. Nada. Ni una puta cosa. Tuve –en la edición de ayer– un momento de debilidad: la musiquita, los niños con los globos frente al Capitolio, el inconcebible moño de Aretha Franklin: demasiado Sony, ya sé. Cometí el pecado de la ingenuidad, escribí en este diario que quizá, que por qué no, que al menos una vez. La jauría me cayó encima:–¿Pero no ves que no es TAN negro?–Es la continuidad del capitalismo explotador.–¡Quiere que su país sea grande, y si su país es grande el nuestro es chico!–¿Y Vietnam, y Pearl Harbor, y El Salvador y todas las otras películas de Stone?–Ya lleva un día en el gobierno, ¿no? ¿Y qué hizo? ¿Nacionalizó Wall Street? ¿Disolvió el Fondo Monetario? ¿Condonó la deuda? ¿Bajó el precio del Big Mac?Amanecí avergonzado de optimismo y hojeé las primeras planas de 721 diarios de 73 países (lo recomiendo, métanse en www.newseum.org): desde el Al-Ryadh de Arabia Saudita hasta The Dominion Post de Wellington, New Zealand, o The Winnipeg Sun de Canadá, pasando por el Bild alemán o toda la prensa de Nicaragua. Y supe, entonces, que el mundo vive equivocado y los argentinos tenemos razón: todos, en algún lugar, hablaban de esperanza. Pobre gente, ¿no? Deberíamos empezar a avivar giles.El mundo no discute si el Negro nos va a cagar. El mundo observa que: • Por primera vez después de Kennedy surge un candidato con una capacidad de liderazgo inusitada.• Ese candidato crece en base a las nuevas tecnologías y a los aportes de cinco y dos dólares para la campaña en un país donde vota la mitad del electorado.• El candidato recurre a un discurso épico, de sacrificio y de corrección del rumbo histórico. • Dos millones de personas asisten durante horas a su ceremonia de asunción, bajo temperaturas de cinco o seis grados bajo cero. No llegaron hasta allí en micros contratados por el gobierno, y –si comieron o tomaron– pagaron por su choripán, tal vez llamado en origen “choribread”. ¿Algo de esto convierte al Negro en el Mesías? No. El Mesías sigue siendo rubio y de barba rala. Tal vez, entonces, el problema sea otro: ¿qué esperan o esperaban del Negro aquellos que hoy sentencian que no cambiará nada? • Que eliminara la Green Card. • Que organizara koljós en Arizona. • Que impusiera la lectura obligatoria de Pierre Proudhon, al grito de: “La propiedad es un robo”. Es curioso, porque en la confusión mundial, en el terrible error de la Humanidad que se permite creer, quizá, un poco, que Obama sea mejor que Bush, se escuchan voces insólitas: • En el Centro de Estudios sobre la vida del Che, de próxima inauguración en El Nuevo Vedado, Adelaida March, la última mujer de Guevara, dijo a El País de Madrid: –Niña, ni Jesucristo sabe lo que va a pasar. Ojalá Obama cumpla y haga un cambio. • En un programa de televisión en Moscú, Vladimir Putin, primer ministro ruso, le respondió al público que asistía a la emisión en vivo: –En estos momentos nos están llegando señales de cambios positivos en la relación con los Estados Unidos. Albergamos esperanzas. • En Medio Oriente, Mahmud Abbas, el presidente palestino, felicitó a Obama, insistió en la palabra esperanza y lo instó a involucrarse inmediatamente en el proceso de paz. El movimiento islamista Hamás se mostró dispuesto a conversar con el nuevo presidente: “No nos oponemos a mantener un diálogo con él. Obama debería aprender de los errores de su predecesor”, dijo Fawzi Barhum, portavoz de Hamás. ¿Y si el Negro no puede? ¿O no quiere, o nunca quiso? ¿Habría sido en vano esperar? Escribí ayer, en este diario, que no: porque la esperanza pone a prueba a quien la genera, pero mejora al que la profesa, a quien puede sostenerla, al que cree que este mundo, alguna vez, comenzará a cambiar en serio.

¿de que raza?-Bonasso

El primer jodido por el colonialismo europeo fue, curiosamente, un español; pocas horas después les tocaría el turno a los mal llamados “indios”. Ocurrió en la madrugada del 12 de octubre de 1492 y el historiador norteamericano Howard Zinn narra la truchada con maestría poética en su libro La otra historia de los Estados Unidos. “Entonces, el día 12 de octubre, un marinero llamado Rodrigo vio la luna de la madrugada brillando en unas arenas blancas y dio la señal de alarma. Eran las islas Antillas, en el Caribe. Se suponía que el primer hombre que viera tierra tenía que obtener una pensión vitalicia de 10.000 maravedís, pero Rodrigo nunca la recibió. Colón dijo que él había visto una luz la noche anterior y fue él quien recibió la recompensa”. Rápido el mercader genovés, Cristoforo Colombo. Es una lástima que el Billiken y las láminas escolares que nos lo muestran bajándose del bote con la cruz y la espada no nos contasen la otra historia. Es una lástima que la página web del Ministerio de Educación de la República Argentina siga evocando el Día de la Raza con la vera efigie del Almirante del Mar Océano, a quien los muy católicos reyes de España le habían prometido un “diego” de todo el oro que pudiera encontrar en Asia, o más precisamente en la India. Salvo que el codicioso navegante –lo suficientemente culto como para saber que la Tierra era redonda– no podía imaginar que se había tropezado en el viaje con un continente desconocido para los europeos. Aunque no para sus habitantes, que sumaban en aquellas fechas unos 65 millones de seres humanos. Pronto, muy pronto, el genocidio más grande de la historia reduciría drásticamente esa cifra. Quinientos años más tarde, España celebró con toda pompa lo que llamó “el encuentro de dos mundos”. Algunos intelectuales latinoamericanos prefirieron denominarlo “encontronazo”. Colón contó de esta manera sus impresiones de aquel 12 de octubre: “Nos trajeron loros y bolas de algodón y lanzas y muchas otras cosas más que cambiaron por cuentas (vidrios de colores) y cascabeles de halcón. No tuvieron ningún inconveniente en darnos todo lo que poseían. Eran de fuerte constitución, con cuerpos bien hechos y hermosos rasgos. No llevan armas, ni las conocen. Al enseñarles una espada, la cogieron por la hoja y se cortaron al no saber lo que era. Serían unos criados magníficos. Con cincuenta hombres los subyugaríamos a todos y con ellos haríamos lo que quisiéramos”. Y lo hicieron, nomás, empezando por esos gentiles arahuacos de las Antillas. Como bien lo recuerda Howard Zinn en el libro citado, Cristóbal Colón les vendió a los Reyes Católicos que las Indias serían una fuente inagotable de oro y esclavos. Y de este modo obtuvo el apoyo real para su segunda expedición, compuesta por diecisiete navíos y tripulada por mil doscientos hombres. “El objetivo era claro: obtener esclavos y oro. Fueron por el Caribe, de isla en isla, apresando indígenas.(…) En el año 1495 realizaron una gran incursión en busca de esclavos, capturaron a mil quinientos hombres, mujeres y niños arahuacos, los retuvieron en corrales vigilados por españoles y perros, para luego elegir a los mejores quinientos especímenes y cargarlos en naves. De esos quinientos, doscientos murieron durante el viaje”. Establecido en Haití, afiebrado por el oro que no aparecía más que en pequeñas cantidades, Colón ordenó que les cortaran las manos a los “indios” que las traían vacías. Comenzaron las fugas y las persecuciones con perros. También los suicidios en masa con veneno de yuca. Los arahuacos mataban a los niños para librarlos de los españoles. En dos años la mitad de los 250 mil indígenas de Haití habían muerto por asesinato, mutilación o suicidio. Hubo un conquistador, de los que llegaron a Cuba en una de las primeras expediciones, que adquirió conciencia y se convirtió en el gran cronista de la masacre: fray Bartolomé de las Casas. “Mientras estuve en Cuba –escribe el fraile humanista– murieron 7.000 niños en tres meses. Algunas madres incluso llegaron a ahogar a sus bebés de pura desesperación. De esta forma, los hombres morían en las minas, las mujeres en el trabajo, y los niños de falta de leche. En un breve espacio de tiempo esta tierra, que era tan magnífica, poderosa y fértil quedó despoblada. Mis ojos han visto estos actos tan extraños a la naturaleza humana, y ahora tiemblo mientras escribo.” Era en verdad para temblar lo que vio el buen fraile cuando llegó a la Hispaniola en 1508: “Entre 1494 y 1508 habían perecido más de tres millones de personas entre la guerra, la esclavitud y las minas. ¿Quién se va a creer esto en futuras generaciones?”. “El Almirante –dice también– fue tan ciego como los que le vinieron detrás, y tenía tantas ansias de complacer al rey que cometió crímenes irreparables contra los indígenas.” Y lo ejemplifica: “Dos de estos supuestos cristianos se encontraron un día con dos chicos indígenas, cada uno con un loro, les quitaron los loros y para su mayor disfrute, cortaron las cabezas a los chicos”. La España que “descubrió” América acababa de unificarse como otros estadosnación europeos. La inmensa mayoría de sus pobladores eran campesinos que trabajaban para la nobleza, que constituía el dos por ciento de la población pero era dueña del noventa y cinco por ciento de la tierra. El llamado “descubrimiento de América” no sólo completó la cartografía occidental de la época, estableció un Reich de quinientos años que aún perdura, con distintos turnos imperialistas. La colonización del nuevo continente y la consecuente exacción de sus riquezas fue un componente esencial para el tránsito de la sociedad feudal a la sociedad capitalista. Se generó lo que Immanuel Wallerstein llama la economía-mundo, que se iría articulando cada vez más –al compás del desarrollo científico y tecnológico– hasta llegar al vértigo de la actual “globalización”. Es muy significativo, por cierto, que este nuevo aniversario de la llegada de Colón coincida con una de las crisis más profundas y devastadoras del sistema capitalista. Una crisis que está lejos de concluir y que se traslada, cada vez con mayor claridad, desde el ámbito financiero hasta el conjunto de lo que llamamos la economía real. Seguramente no será la última. No es necesario ser alarmista para avizorar en algunas pocas décadas una catástrofe ambiental y guerras aún más extendidas y crueles que las actuales por la posesión de los recursos naturales. En 1926, Fritz Sternberg, un socialdemócrata austríaco que proponía un sistema alternativo al capitalismo occidental y el “socialismo real” de los soviéticos, predijo en su libro El imperialismo, que los pobres de la Tierra (pueblos y naciones) se verían enfrentados al sistema capitalista mundial, no ya por razones ideológicas o éticas, sino por una cuestión de simple supervivencia.

Recuerdo-Caparrós

Yo recuerdo cuando los hombres no nos besábamos. Recuerdo cuando la televisión tenía cuatro canales en riguroso blanco y negro. Recuerdo cuando un porro era una novedad aterradora. Recuerdo cuando una computadora era un delirio de las películas de ciencia ficción. Recuerdo cuando el mundo iba a ser mucho mejor. Recuerdo cuando las villas miseria estaban llenas de trabajadores. Recuerdo cuando las mujeres no usaban pantalones. Recuerdo cuando un blue jean era una muestra de rebeldía casi intolerable. Recuerdo cuando los ricos tenían apellidos que sonaban a bosta. Recuerdo cuando nadie sabía qué corno era la soja. Recuerdo cuando los coches tenían la palanca al volante. Recuerdo cuando la Unión Soviética era el gran poder y mandaba al espacio perros y astronautas. Recuerdo cuando tomar un avión era un evento extraordinario. Recuerdo cuando los viejos usaban sombrero. Recuerdo cuando muchas etiquetas decían industria argentina. Recuerdo cuando los curas decían misa en latín. Recuerdo cuando había mujeres vírgenes. Recuerdo cuando los chicos debutaban con putas. Recuerdo cuando Perón era un general derrotado en Madrid y Guevara un guerrillero que iba a ganar una revolución en algún lado. Recuerdo cuando los diarios y las revistas estaban escritos en castellano. Recuerdo cuando el pelo largo –por encima del cuello de la camisa– era causa de suspensión en el colegio. Recuerdo cuando viajaba en tren a Mendoza, a Zapala, a Jujuy. Recuerdo cuando la palabra pedorro no existía, ni la palabra cedé ni devedé ni digital, ni la palabra shopping ni la palabra sushi, ni maxikiosco ni tetra ni rockero, ni celu ni huskie ni bolú y mouse era el apellido de un tal mickey. Recuerdo cuando gay se decía maricón y era una condición que se escondía. Recuerdo cuando los equipos de fútbol no podían hacer cambios. Recuerdo cuando el pasado era un desastre. Recuerdo cuando era más fácil ver un caballo en la calle que una teta en el cine. Recuerdo cuando estaban por sanear el Riachuelo. Recuerdo cuando los restoranes vendían comida porteña, española, italiana, francesa o alemana –y ni siquiera se conocían las hamburguesas. Decir recuerdo es decir, por supuesto, estoy grande, pero también es decir que el mundo no siempre fue como es. Es decir que las cosas –los objetos, las conductas, las sociedades– suceden en la historia, son dinámicas, cambian, siempre cambian: que nada dura para siempre. Parece una tontería, pero el mito más fuerte de esta época de cambios incesantes es que no hay cambios posibles. Tampoco es nuevo: ya ha circulado en otros momentos de la historia. Muchas doctrinas, religiones, sistemas de gobierno se formaron a partir de la idea de que nada cambia –y para tratar de confirmarlo. Las primeras interesadas en la idea de todo siempre igual fueron las religiones. Una religión –cualquier religión– es una forma de tranquilizars e y pensar que lo que es ahora siempre será: que todo está diseñado y controlado desde aquí hasta el fin de los tiempos, y que el poder –un dios, los dioses– ha sido y será el mismo. Si un fie l creyera que los poderes universales cambian, ¿quién podría prometerle una vida eterna? Y los poderosos –reyes, emperadores– se colgaron de esta idea: nuestro poder no debe cambiar porque está basado en el Gran Poder que nunca cambia: el derecho divino. Una religión necesita lo inmutable; por eso, por ejemplo, las reacciones violentísimas de la Iglesia católica cuando ciertos fulanos de hace un par de siglos empezaron a hurgar rastros geológicos, cuevas, huesos, y demostraron que el mundo era mucho más viejo que lo que contaba la Biblia, y que no siempre había sido como es: que había habido animales extraños, que las vacas y las pulgas no habían sido creadas por el Señor sino por la evolución de las especies, que los hombres veníamos de los monos. Nada podía ser más subversivo –y subvirtió. Durante estos dos siglos subvertidos, la idea de cambio fue central: la sociedad no funcionaba, sus mecanismos debían ser reemplazados. Se inventaron sistemas de reemplazo –que, en general, no funcionaron. En las últimas dé c ada s , s u derrota se llevó puesta, en gran medida, la idea de que hay otras opciones. De a h í e l mito dominante: que nuestras sociedades nunca van a ser demasiado distintas porque no hay otras posibilidades, que el capitalismo de mer cado con gobierno elegido y delegado es la única forma de organización posible y va a quedarse para siempre. Para creerse eso, antes que nada, había que aprender a no pensarnos en términos históricos: a olvidar que este momento es un momento. Es curioso, hacía mucho que no se hablaba tanto de historia en la Argentina, pero esas referencias sirvieron, en general, para lo contrario: para mostrar que, supuestamente, siempre fuimos como somos, que ya éramos corruptos en el siglo XVII, que ya éramos mentirosos en el XIX, que –según sintetizó nuestro filósofo mayor– “estamos como estamos porque somos como somos”. La historia, la disciplina que muestra que nada es permanente, se transformó en un medio para sostener lo contrario. Que es perfectamente insostenible. Una cosa es que no sepamos imaginar los cambios: es cierto que es difícil, que los grandes cambios sociales se producen cada tanto, que son procesos largos, inesperados, generalmente dolorosos –pero siempre suceden. A menos que se produzca el mayor cambio posible, lo que nunca en la historia del hombre: que todo siga igual. Es muy improbable. Los atenienses de Pericles, tan ilustrados, se habrían reído si alguien les hubiera dicho que el mundo podía funcionar sin esclavos; los franceses de Luis XIV, tan elegantes, no habrían creído que pudiera existir un país sin un rey; los argentinos de Yrigoyen, tan orgullosos, habrían escupido si alguien les hubiera dicho que algún día iríamos a la rastra de Brasil. Yo recuerdo todas aquellas cosas, y recuerdo cuando los helados de dulce de leche no sabían a dulce de leche. Después, de pronto, aparecieron unas heladerías que los hacían con mucho gusto, y fue una gran sorpresa: aquellos helados medio sosos eran los únicos que conocía, y nunca había pensado que pudieran cambiar. Con el tiempo, dejé de sorprenderme ante la finitud de cada cosa. Pero recuerdo –todavía recuerdo– cuando era tan chiquito que no sabía que vivía en la historia.

jueves, 5 de febrero de 2009

El che y Sharon (si inventarán boludeces..)

Algunos ven en él a un asesino fanático,que tomaba la vida de las personas en el nombre de ideas cuestionables y erróneas. Otros lo consideran un héroe glorioso,defensor del débil y oprimido, el personaje romántico de generaciones enteras de jóvenes. Quién era él en realidad, este revolucionario americano ardiente, que alcanzó los picos de la autoridad en CUBA y fue muerto en tierra extranjera, el objeto de la dedicación de sus amigos y del odio a sus enemigos incluso después de la muerte? Solamente cuarenta años después de la muerte de Ernesto Guevara, los materiales desclasificados de los archivos de los servicios de inteligencia de las superpotencias abrieron para nosotros el fondo verdadero de los acontecimientos improbables y trágicos,que marcaron la vida de Comandante. Los nuevos documentos descubrieron con claridad penetrante el sino dramático del héroe,que aprendió el secreto de su origen judío,vuelto a su gente y fe y muerto en la búsqueda para la salvación de la tierra y de la gente de Israel. Probablemente, todo comenzó a finales de 1964. Posiblemente entonces la madre de Ernesto, detectando su muerte cercana (ella morirá en mayo de 1965) divulgó a su hijo la historia oculta de su vida. Celia (la madre de Ernesto) nació en 1908 en el seno de una familia religiosa de Buenos Aires de emigrantes judíos de Rusia. La llamaron - Celia en memoria de una tía muerta durante los pogroms en Rusia. Hasta la edad de dieciocho Celia Sheinerman creció en el ghetto cerrado y congestionado del emigrante, obteniendo la educación judía tradicional. Cuando alcanzo la edad de 18 años se alejo de su casa, su familia y la religión, cambiando su nombre judío y un año más tarde se caso con Ernesto Guevara Linch, natural de la Argentina. U n año más tarde ella dio a luz a Ernesto. Ni el Che ni sus cuatro hermanos y hermanas sospecharon nunca de sus raíces judías. Celia oculto siempre su origen judío, sin hablar de él incluso a su marido. Sin embargo, no mucho antes de que muerte, ella confía su se creto a su hijo querido. El Che sacudido por la revelación aprende que,según la tradición judía, él es un judío y que en el viejo mundo él tiene parientes cercanos por línea materna. Celia sabía por sus padres que su hermano Samuel, dieciocho años mayor que ella, había permanecido en Rusia. Como su hermana, él salió de la casa de sus padres, por razones sionistas rumbo a Palestina, después de rechazar ir a la Argentina. E s posible conjeturar la confusión causada por las revelaciones de su madre en el alma del Che. Nunca antes se había interesado por los judíos o de Israel, él comienza a estudiar todo lo que puede encontrar sobre su gente. El estado judío, liberado del régimen colonial británico, que sabía protegerse contra los regímenes árabes ganó su simpatía en otras épocas, pero ahora él se siente que algo más fuerte que lo conecta con Israel. El 19 de febrero 1965, Ernesto Guevara llega a Egipto. En la República Árabe Unida, que incluía por entonces a Egipto y Siria, el Che permanecerá por una semana hasta el 24 de febrero. Y el 1ro, de marzo él reaparece en el valle del Nilo, restante en Egipto por casi dos semanas. ¿Pero dónde el ministro cubano ha pasado los días entre de febrero el 24 y de marcha la 1? La respuesta a esta pregunta se supo durante este año 2007, cuando algunos documentos de la CIA fueron desclasificados. El 25 de febrero 1965, de Guevara sale de Egipto para Chipre, y de allí llega a Israel, pisando por primera vez la tierra de sus antepasados. Guevara llega en Israel de incógnito, en la tentativa casi vana de encontrar a la familia de su tío; y el milagro sucede: ¡él descubre que él tiene un primo de su misma edad! Sin embargo, el primo tampoco mantuvo el apellido familiar. Ernesto Che Guevara consigue ver en Tel Aviv a este primo, el comandante de la división de la sección del entrenamiento de combate del personal general, Ariel Sharon.

El mundo según Monsanto

Mi empresa amiga que me regaló la gorrita de roundup ese día del que quedó una foto con todo segundo.. menos mal que nunca me cayó bien, jaja..
http://www.youtube.com/watch?v=J10NqQLgiLE