lunes, 19 de mayo de 2008

Revolución sin tiros... quisiera creerle...

La violencia a veces se usa como el recurso del hartazgo. Aunque ultimamente, ya ni siquiera eso. El principal defecto que le veo a la violencia es que si es que alguno gana, no demuestra su verdad, no gana la razón, solo impone ante el otro su pensamiento e incluso lo hace por fuera porque en el interior una buena trompada no modifica una idea, tal vez solo una conducta hacia cierta situación, y cuando esa situación deje de presentarse la idea seguirá allí, esa idea que puede ser errónea o no, puede ser cierta pero se alojo en el cuerpo del débil, hablando fisicamente.
Es por eso que de por sí, desde la base, la violencia no resuelve ningún conflicto, no resuelve situaciones. Utiliza el temor para callar en cierta forma una opinión, para impedir que se haga algo, pero esto no se mantiene en el tiempo: si el sustento de la violencia es el poder sobre otro, cuando ese poder se vea debilitado, todas esos silencios se volverán palabras, todas esas actitudes y prohibiciones serán hechos y será evidente que nunca se resolvió el problema, solo se oculto atrás de una cortina negra.
Además, la violencia siempre genera más violencia. Las actitudes violentas pueden aplacar en cierto momento algo, pero el que recibió esa actitud guarda un rencor que transformará en violencia como venganza, el rencor lo guiará a la obtención del poder que le permita aplicar una violencia mayor contra su agresor. Y el circulo continúa, y no acaba siquiera con la vida de alguien, solo es posible escapar de él tendiendo la mano, frenando, olvidando y volviendo a empezar, eligiendo esta vez el camino del pensamiento, del escuchar y de la tolerancia.
¿Pero qué sucede cuando la violencia es ejercida contra uno, sin que uno tenga responsabilidad alguna que la merezca, sin que uno tenga la posibilidad de utilizar el camino del diálogo?¿Qué sucede cuando un tirano oprime a un pueblo y no oye sus reclamos, cuando la dignidad se hace bollitos y se tira al fuego, cuando la violencia misma toma el poder? La violencia es sorda ya que no admite otra realidad diferente a la suya, la violencia es ciega ya que no ve en el otro un sufrimiento que podría también ella padecer, la violencia es cómoda porque no requiere de pensar, de cuestionarse, de dudar de lo que hace para estar bien. La violencia es egoista, porque pretende que el mundo viva a sus pies, obedezca sus órdenes que solo a ella le favorecen. Y es hipócrita al no cambiar de actitud aunque admita la injusticia de la situación y sepa que su reacción sería igual a la que reprime si la situación fuera al revés.
Por eso, cuando en el poder habita esta violencia sorda, ciega, cómoda, egoista e hipócrita el único camino que veo es el de utilizar violencia para establecer un sistema justo, pero para todos. Sin que esto signifique vengar la violencia anterior.
Pero cuidado con los pueblos. Que no se transformen en los tiranos que derrocan.

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