Te espero sentado,
mirando el camino por el que nunca vendrás.
Te espero callado,
mis ojos van más allá del horizonte,
al encuentro de mis pensamientos,
al funeral de mi corazón.
Nunca me verás
escalando montañas por tu amor,
nunca me pararé ni comenzaré a andar,
aunque este seguro de que allí estás.
Te amo? No, sé que no.
Sólo existo yo, y el horizonte esta en mí.
Aunque lejos, aunque aquí.
Uno real, otro falso.
Elijo… éste.
Te espero, te extraño,
te temo, te deseo,
pero son lindas las mariposas
volando en este atardecer.
Estoy bien aquí, conmigo?
Solo, vacío, pensar…
Para qué ser?
No te levantes…
La felicidad esta más allá…
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