Hola papá... ya vez, al fin me siento en este pc... y te escribo estas líneas para recordarte y decirte lo mucho que te he extrañado, y para contarte que desde esa noche todo fue diferente en nosotros. Mamá te buscó ... y nosotros solo llorábamos... y... aún hoy la pesadilla de mi corazón no se ha ido. Solo se ha calmado al ver mi vida de nuevo en retrospectiva.
Sabes papá...? Si crecimos, si nos hicimos mayores y tuvimos hijos... y -..¡¡qué lindos nietos los tuyos papá!!Y ellos crecieron mirando barriletes de colores papá... pues nos esforzamos para darles un mundo de magia nueva, un mundo donde el dolor de perderte en un auto oscuro, rodeado de extraños con sus caras encapuchadas y gritos aterradores, no existiese... ya que cuando ellos nacieron, todos sabíamos cómo había sido y quiénes habían sido los que un día después de causarte dolor y pena, con toda su maldad te mataron y desaparecieron.
Y qué lindo fue verlos crecer libres, sin miedo, alegres. Dime papá... crees tú que los hijos de los asesinos tuvieron lindos nietos...? Yo lo creo... mas ... qué vida fue esa de ellos... recibieron el temor de sus abuelos.
Ellos... sus abuelos, no podían estar jamás enteramente dormidos... debían andar siempre vigilando la espalda... esperar por ese momento en que la justicia o la policía venga a buscarlos... para encerrarlos en la oscura celda... y peor aún... el olvido de sus superiores y de todos quienes vivíamos cerca de ellos... y más... sobre todo más... la oscuridad de su conciencia al leer eso de... “les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aún por el mas pequeño, por mí lo hicieron...” Mateo 25.45.
Pues entonces papá... ¿quién clamará por ellos...?
Por ti fuimos mamá y nosotros... y tus amigos... y luego las abuelas de Plaza de Mayo y todo el mundo horrorizado.
Por ellos sólo aullaran los perros callejeros...Y dime papá ¿quién oye esos perros?
Aún en mi corazón estás, papá mío... y se que me sigues haciendo falta... mi hijos... tus nietos saben de ti... y mamá aún te añora... gracias por tu vida... linda pero breve, Ricardo Eulogio Domínguez.
Tu hija Cristina - cristidom62@hotmail.com
¿Hasta donde se permite el perdón? A veces, es una de las cosas que pienso...
Es re simpático el texto.
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1 comentario:
a pesar de los años. de aquel 24 de marzo.los sentimientos aun estan latentes.en aquellos que han perdido a un ser amado..y ojala no aya que llorar a mas desaparecidos..
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