sábado, 1 de diciembre de 2007

A los que están-Luis Zamora

A los que están
Les mando un fuerte abrazo a todos los que están.
A las familias, a los jóvenes, a los menos jóvenes,
a los que están siempre,
a los que están cuando pueden,
a los que podrían estar más,
a los que están en duras noches de frío,
a los que están horas bajo el sol,
a los que explican una y otra vez que no quisieran estar
pero que están por que se juega la vida,
a los que nunca se imaginaron que podían estar en algo así,
a los que están apasionados de estar,
a los que están a pesar de tanto engaño y desilusión,
a los que están, hermanados, cuando es tan difícil venir del otro lado del río,
a los que están aunque haya dudas, golpes o miedos,
a los que llevan pastelitos,
a los que hacen asados, corderos o matambritos,
a los que comparten el mate o un buen vino,
a los que trasmiten tanta alegría,
a los que cantan, a los que bailan, a los que hablan y hacen,
a los que nunca hablan pero tanto hacen,
a los chicos que juegan en el asfalto de Arroyo Verde y llenan de vida
lo que está amenazado de muerte,
a los que desean dejar de estar pero estarán mientras esté la chimenea,
a los que confiaron en sus propias fuerzas, escuchan a otros, pelean, discuten, se enojan, respetan y toleran, todo junto, todos juntos,
a los que confiaron en las fuerzas de muchos tirando para el mismo lado cuando siempre nos enseñan a buscar al único que nos dirija o nos salve,
a los que están enseñando a los que pretenden enseñar,
a los que aprendieron tanto, allí, en el asfalto,
a los cien de esa asamblea de invierno o esos más de cien mil de las grandes marchas,
a los muchos que parecen no estar pero si los llaman no dejan de estar,
a los que nunca aceptarán esa chimenea,
a los que están triunfando aunque todavía no hayan triunfado,
a los que nos permiten el privilegio de compartir esta experiencia dura, rica, alegre, difícil que, para que sepan los de arriba que anhelan terminarla, parece recién comenzar, con más fuerza, en cada momento.
Un año de corte, varios años de lucha.
A ustedes que están, de la forma en que cada uno puede estar, un abrazo fuerte, privilegiado.

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