Acabo de ver un partido viejo de River, la final de la intercontinental, esa que ganamos, aunque aún no habia nacido. Las imágenes en semicolor, el sonido molesto, nos estaban matando a pelotazos pero se la re bancaban, y recuperaban la pelota, y salían gambeteando, y salía mal y el partido era un ida y vuelta, y sentí esa intensidad como si no supiera que River ese partido lo ganó ya, y de repente casi lo liquidamos, pero la taparon de la nada, y se vino la contra, y el tiempo pasaba y ellos estaban ahí, por empatarnos... y sonó el silbato, y acabó la desesperación de ellos, y todos los jugadores, y la gente, corrieron, se abrazaban en esas imágenes poco claras, y el relator afónico gritaba "¡River campeón! River campeón del mundo". Y me agarró una especie de felicidad, se me escapó esa sonrisa que siempre se me escapa cuando estoy demasiado contento y no puedo ocultarlo... es que River era campeón, le creí a ese relator, a esas imágenes, River es el campeón...
Crecí en el noventa, era chiquito y como era de river, para mi siempre ganaba. Pero había un detalle, siempre ganaba también en la realidad, no solo en mis sueños. Ponias crónica que con su fondo rojo escribía en letras blancas a franjas rojas "river bicampeón", "river tricampeón", y ni siquiera me parecia gloria, ni siquiera me parecia extraño, era river, era mi equipo, y era el mejor. Y la gente llenaba el obelisco y lo transformaba en rojo y blanco, y en Rivera se escuchaban las bocinas, y los de Boca escondían sus camisetas dentro de sus casas y ni siquiera asomaban a las ventanas... Dónde quedó esa gloria, River? Dónde quedó todo?
Ahora, cada vez que metés un gol, como contra el Botafogo, cada vez que te veo jugar desesperado, pero bien, tirando caños, haciendo lujos, apurado pero mostrando fútbol, y me emociono, y grito esos goles como gritando los miles que no fueron, como gritando los campeonatos que pasaron, como gritando los años que hace que no festejamos, los años en los que me junto con otros hinchas para soportar a los de Boca, ahora felices, con una sonrisa de venganza, soportar y decir cosas incoherentes pero que sirven para resistir, para no caer en la verdad de que ya no tenemos ese equipo que era la selección, de que hace rato que ya no cautivamos a nadie, de que nuestro equipo esta muy abajo, y se nota más después de tanta gloria. Pero yo sigo ahí, siempre voy a seguir ahi, River, no te preocupes. No soy hincha en buenos momentos, se que hay que esperar, toda la alegría de mi infancia millonaria te la debo, y se que vas a salir adelante, porque sos el mejor club de la Argentina, porque estas recontra mal y pones huevo y revertís partidos que nadie hubiera podido y seguis haciendo magia en algunas jugadas y pones huevo de vuelta y afrontás la situación cosa que otros equipos no podrían hacer, y yo te quiero porque sos mi club, y porque en poco tiempo nos vamos a ver juntos de vuelta, cuando crónica vuelva a poner "river campeón", cuando el obelisco se vuelva a llenar, cuando otra vez pueda gritar, cuando otra vez sienta esa felicidad y se me escape una sonrisa que no podré ocultar.
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