domingo, 4 de noviembre de 2007

Del libro de Paenza...

"... la lógica irreprochable de un niño que se negaba a aprender la letra "a" porque sabía que después vendrían la "b", la "c", la "z" y "toda la gramática y la literatura francesa". Simone de Beauvoir.

Bueno, algunas cosas que me gustaron del libro de Paenza:

1-

Un profesor de colegio secundario anunca a los estudiantes que tomará una prueba "sorpresa" la semana siguiente. Los alumnos cursan el ciclo de doble escolaridad, es decir que concurren a clases a la mañana y a la tarde.

El profesor les dice que le prueba la podrá tomar cualquier día, exactamente a la una de la tarde. Eso sí: ellos se enterarían el mismo día de la prueba, a las ocho de la mañana, ni antes ni después. Y las reglas serán estrictas, en el sentido de que él garantizaba su cumplimiento.

2-

Se tienen dos vasos iguales, uno con vino y otro con agua. Los dos tienen la misma cantidad de líquido. Uno toma una cuchara y la hunde en el vino. La llena y, sin que se le caiga nada, la vierte en el agua y revuelve. Es decir, mezcla el agua y el vino. Ahora, vuelve a llenar la cuchara con esa mezcla de vino diluido en agua y lo vuelca en el vaso de vino, y se mezla. Ahora, ¿hay más agua en el vino o más vino en el agua?

3-

Dos personas son acusadas de robar un banco en Inglaterra. Los ladrones son apresados y puestos en celdas separadas e incomunicados. Ambos están más preocupados por evitar un futuro personal en la cárcel que por el destino de su cómplice. Interviene un fiscal. Las pruebas que reune son insuficientes. Necesitaría una confesión para confirmar sus sospechas. Se junta con cada uno de ellos y les plantea (por separado) la siguiente oferta:

-Usted puede elegir entre confesar y permancer callado. Si confiesa y su cómplice no habla, yo retiro los cargos que tengo contra usted, pero uso su confesión para enviar al otro a la cárcel por diez años. De la misma forma, si su cómplice confiesa y usted no habla, él quedara en libertad y usted permanecerá en la cárcel diez años. Si confiesan los dos, los dos serán condenados, pero a cinco años cada uno. Por úlimo, si ninguno de los dos habla, les corresponderá solo un año de cárcel a cada uno porque sólo podré acusarlos por un delito menor por portación de armas. Ustedes deciden. Si quieren confesar, deben dejar una nota con el guardia que está en la puerta antes de que yo vuelva mañana.- Y se va.

Este problema fue planteado en 1951 por Merrill M. Flood, un matemático inglés, en cooperación con Melvin Dresher.

Y bueno, hay más, otro día sigo pasando. Pero éstos son de los que más me gustan...

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