Esta charla cuando la escribí me parecía que le faltaban detalles. Ahora la leí, y evidentemente me olvidé de los detalles, asique la copio como esta. Cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia.
-¡Hola! ¿Cómo estás?
-Buenos días. Venía a visitarlo.
-Bienvenido, pase, pase. Agarre un trozo de pan si quiere...
-No, gracias. Ya me tomé un café.
-Bueno, escuche, aprovechando su visita, ¿usted sabe donde puedo conseguir un picaporte? Porque los perros entrando y saliendo me lo rompieron y...
-Yo le podría decir, pero no es una actividad que a usted le corresponda.
-También tengo una ventana media podrida...
-Pero...¿vos te pensás que yo no sé todo esto?¿crees que no conozco esto 10 veces mejor que vos?¿crees que no sé de la gotera que da justo en tu cama, de la humedad impregnada en las paredes, de los techos a los que se les cae la pintura? Todo esto lo sabía antes de que vos lo digas, pero no hay nadie destinado a estar reparaciones.
-Bueno, pero yo...
-Usted tampoco debe hacerlo, porque no es su función. No te preocupes, con toda mi dedicación y mucho antes que vos ya elevé estos proyectos a alguien que no nos conoce ni le interesamos para que solucione todos nuestros problemas.
-Esta bien, me quedo tranquilo. Le haría un té, pero no funciona bien la hornalla y estoy cocinando.
-Mucho esfuerzo nos cuesta que comas.
-Tengo ganas de ir al baño. Eso me hace acordar que no tira la cadena...
-Bueno, aguantese. Ya va a llegar el dinero y alguien se va a ofrecer a arreglarlo, alguien que realmente tenga estudios y capacidad certificada.
-Pero yo lo sé hacer...
-Pero, ¿quién te avala?
-Pero, ¡tengo que ir!¿Cuándo va a estar arreglado?¿Hace cuánto mandaste estos proyectos?
-Cinco años. Quedaron en responder, hay que esperar.
-Uh, esta luz no anda. ¿Cambiar un foco puedo, no?
-No le corresponde. Y es peligroso. Está trabajando, y encima parado en una silla! El seguro no lo cubre.
-Pero no veo.
-No sea impaciente.
-Salgamos afuera entonces. O hagamos algo, corramos, algo divertido.
-La diversión no es productiva. Correr y salir afuera no es posible. Esta no es su casa.
-¡Si vivo acá!
-Mire, si va a ser todo negativo, no puedo ayudarlo. Usted tiene que apoyarme en mis gestiones.
-¿Pero qué hace?
-Eso no le incumbe.
-Bueno. Perdono también por las manchas de barro. Es que los perros entran y salen y no los puedo controlar.
-Debe encerrarlos. Encerrados se los educa en la perfección para que sean perros obedientes y sumisos.
-Me refiero a que debería haber limpiado, pero no sabía que venía, nunca viene.
-Usted no puede limpiar. Es peligroso.
-Pero entonces, ¿quién arregla las canillas rotas, los baños inundados, los tomacorrientes con cables al aire, las ventanas rotas...?
-Eso es solo una mínima parte de lo que yo pretendo arreglar! Hay cuestiones de fondo, no se fije en superficialidades. Esta todo mal hecho y hay que volverlo a hacer.
-Pero mientras qué hago?
-Espere sentado. El seguro solo corre si esta sentado, quiero y sin pensar porque trae agotamiento sicológico.
-Bueno, esta bien. ¿Y a qué se debe su visita?
-Le explico. Tenemos un acto de apoyo al intendente y necesitamos gente para hacer bulto.
-¿El seguro cubre eso?
-No, pero es necesario y tomaré los riesgos correspondientes.
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